domingo, 30 de diciembre de 2012

Conferencia-buffet sobre la empatía

Cerrando el año: ESTA conferencia-buffet de Fidel Delgado, compartida en el blog "Espacio Divino". Es sencilla, graciosa y enriquecedora.

Este señor entiende que: "vivimos en una vida... rarilla", y que "venir de ser luz a ser lucesita intermitente, filtrada a ratos por muchos filtros [...] se pasa mal".

Silvia Parque

La sacudida

Mi peor momento fue un regalo de Dios. Tenía un par de años sintiéndome mal, con alegría porque esas nunca faltan, pero con drama intermitente. Hasta que se me movió el mundo. Se me rompió el suelo, el corazón, la identidad, y decidí estar viva. Luego, decidí estar bien. No hubiera tomado ese par de decisiones, de no haber recibido tal sacudida.

Silvia Parque

El hombre carga las cosas

El hombre de esta casa carga las cosas. No creo que tenga que ser así, pero así es, me gusta y él lo prefiere.

No es que le guste cargar; pero si alguien va a cargar, prefiere ser él, o más bien, quiere que no sea yo. En verdad no creo que tenga que ser así: no creo que le corresponda por ser hombre... y si fuéramos a repartir cargas según nuestra capacidad, yo podría ayudar. Pero no cargo ni el pan.

Me terminó de quedar claro que los hombres son mejores cargadores por una cuestión de educación, cuando vi a un jovencito cargar el garrafón de agua -lleno-. Yo tenía mayor estatura, mayor peso, y tanto músculo como él; yo era una persona adulta y él un muchachito; pero era -y soy- incapaz de cargar eso.

Mientras generamos recursos para que nadie de esta casa cargue algo pesado, me hace sentir bonita y querida que sea él quien cargue.

Silvia Parque

sábado, 29 de diciembre de 2012

Pendiente "arreglar metida de pata"

Tengo un pendiente del tipo "arreglar metida de pata". Hace un rato que me entiendo bien con los demás pendientes; a todos les tengo cariño y si no quiero hacer algo en un determinado momento, le doy prioridad a mi gusto y ya se verá después. Entiendo que si no quiero hacer algo será porque lo que esté haciendo es bueno de algún modo, y es lo que necesito estar haciendo. Una vez terminada la tesis, todo lo demás fluye.

Pero los pendientes "arreglar metida de pata" salen de mi armonioso modelo para "convivir con y despachar los pendientes".

Este asunto en particular, se resume en que tiré algo en el trabajo, que había que devolver a una Asociación. Quedé de llamar, a título personal, a la persona con la que tratamos en dicha Asociación, para ver si persona-persona nos entendemos con un "mil perdones, metí la pata y me apena muchísimo", pero como en mi fuero interno he de estar evadiendo la llamada, perdí el número de teléfono. Mañana lo consigo.

Silvia Parque

Ensayo de maternaje o Pánico en el supermercado

Un día fui al supermercado con el niño que me despertó lo maternal (amo a este muchacho como a nadie en el mundo). Lo llevaba de la mano hasta que entramos y lo solté un momento; no lo recuerdo, pero necesariamente lo solté.

Ni de un lado, ni del otro. No estaba. 

Se me subió algo caliente desde el vientre hasta la cabeza: me estrechó la visión. La luz y las formas, con el techo y los pasillos, cambiaron a modo macabro. Pensé al mismo tiempo en la calle lateral a la avenida y en los extraños de la gasolinera. Se me congestionó la frente y fue eterno llegar a la entrada del supermercado. 

Él veía los juegos mecánicos para montar y preguntó si podía subirse. Tendría unos dos años porque todavía no iba al jardín de niños. 

- ¿Por qué me agarras tan fuerte?
- Porque te sueltas. Y así te voy a agarrar.

Silvia Parque

Yo veo, yo digo

Con un toque de dramatismo, AQUÍ mi visión de la nocturnidad de mi marido.

En el fondo ambos quisiéramos que el otro estuviera siempre disponible...

Silvia Parque

viernes, 28 de diciembre de 2012

Hacer o dejar estar

Cuando algo ha quedado claro, sea que se haya resuelto o no, habría que dejarlo estar: dejarlo por la paz

Si se decidió hacer algo respecto a la cuestión, pues se hace y se espera a ver qué pasa; entre el hacer y el resultado, habría que seguir con la vida. Igual hay que dejar que la vida siga, si se decidió no hacer algo.

Y si se decidió hacer algo y se pospone ese hacer, o si no hay una decisión sobre hacer o no hacer, mayor razón para dejar todo tranquilo, hasta que la vida dé nuevo aviso.

Usualmente, dar y dar vuelta a las cosas, marea.

Silvia Parque

Usar el lápiz

Me gusta escribir con lápiz, con la punta bien afilada. Prefiero que sea un lápiz número 2, aunque me resulta interesante la sensación que produce el lápiz de dibujo, de los que son número 1. Me gusta sentir el grafito quedándose en el papel. La experiencia del lápiz de cera (no de los crayones, sino del lápiz que es más "blando" que el de madera) puede estar bien si la punta está suficientemente afilada. La clave es la punta.

Tengo a la mano un buen sacapuntas. Tengo tres, pero a veces se esconden. Alguna vez tuve un sacapuntas eléctrico. 

Silvia Parque

Sobrevivir al engorde de diciembre

Entre el recalentado de Navidad y la cena de Año Nuevo, es muy recomendable un par de días de moderación, privilegiando el alimento vegetal, y con agua en abundancia. Un poquito de movimiento para que el cuerpo no crea que está viviendo algo normal, y ya se verá en enero lo que haya que hacer. Es de mala educación preocuparse en diciembre.

Silvia Parque

jueves, 27 de diciembre de 2012

No soy una blanca paloma

Paseando por la blogósfera, me topé con "La blanca paloma" y dos entradas dedicadas a lo que entiendo como una decepción amistosa, derivando la expresión de lo que se entiende como decepción amorosa. Quise hacer un comentario, pero están reservados para miembros del blog, así que lo hago aquí; así termino de sacar lo que quede del asunto en mi sistema, antes de que empiece otro año.

<< Cambiaría eso de "A cada uno nos toca hacer un papel en la vida", por algo así como que nos toca desempeñar papeles por momentos... También tuve una amiga con la que acabó todo mal. Nos portamos mal una con la otra. Al final, fui claramente mala con ella. Nada más pude defender mi casa y mi persona, de ese modo; de haber podido, lo habría hecho de otra manera; nada más pude así, y volvería a hacerlo. >>

Silvia Parque

Un artículo sensato sobre las redes sociales

Recibo con frecuencia publicaciones gratuitas de la Watchtower (la organización de los Testigos de Jehová). Siempre encuentro algún artículo interesante en su revista ¡Despertad! No me detengo en los argumentos que se sostienen en premisas que no comparto, ni en los que tienen la lógica adolorida. Me gusta su exposición clara sobre temas de actualidad y cultura general.

Ojeando el número de febrero (de 2012), encontré "Lo que debe saber sobre las redes sociales". Ya en un ejemplar anterior me había topado con un artículo lúcido sobre el tema. En este, de febrero, se invita al lector a preguntarse cómo las redes afectarán su privacidad, su tiempo, su reputación y su elección de amigos. Sobre cada una de estas cuestiones se hace una sugerencia, como la de hacer un "presupuesto de tiempo" para determinar de antemano cuánto es razonable invertir en la red social.

Silvia Parque

El sabor del té negro

Sé que me falta vocabulario cuando para tratar de describir el sabor del té negro que estoy disfrutando, debo decir que es "dulce", en referencia al sentido en que se usa la palabra para describir a una persona; debe haber una palabra para decir eso en referencia al paladar.

Como sea, es un té estupendo.

Silvia Parque

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Otro ratito, o Del equipo de San Agustín

Era tan egocéntrica que me era imposible ser egoísta. Como ahora soy una persona considerada con los demás, no volveré a comerme todos los arándanos de la granola, así como ya no me como el relleno de todas las galletas. No hace falta esperar a que sea año nuevo, puedo empezar en cuanto se terminen los arándanos de este paquete.

Silvia Parque

Buenos días, querido profesor

Le decían Tizoc, por el corte de cabello. Para mí era un cum laude, y en ese entonces me importaba eso. Me enseñó que "ilación" con "h" causa hilaridad, y que la ciencia es algo que se hace. Le mostré cosas que había escrito y dijo que le gustaron. Casi inmediatamente después, me dejó la sensación de que una debía irse a hacer posgrados lo más lejos posible.

Como era uno de los orgullos de la escuela, tuvimos noticia de su ingreso en el SNI, y como era una comunidad pequeña, sabíamos también cuando llamaba por teléfono. Dijeron que preguntó por mí. Y como siempre se cumplen mis deseos, una tarde apareció y preguntó "¿qué lees?" Literalmente, no dije nada, y pasaron años antes de que el internet fuera algo cotidiano donde encontrar a todo el mundo.

Silvia Parque

Inmediatez

Creo que la recurrente exposición a una acelerada sucesión de datos puede producir el efecto paradójico de cohibir la acción inmediata.

La prisa contando los segundos que le faltan a eso que se cocina en el microondas, o la extrañeza de que solamente haya cuatro tweets nuevos en más de diez minutos, produce una actitud expectante en la que cuaja bien la desidia.

Silvia Parque

martes, 25 de diciembre de 2012

El recalentado

La actividad predominante del día del recalentado es convivir alrededor de la comida. Si estás dentro, deberías vestir ropa holgada -que puede ser la pijama-, y es mejor que sepas que será difícil lavarte los dientes, porque para eso se necesita haber dejado de comer. Se valen y son parte del ambiente, las frases como "¡qué barbaridad, cuánto hemos comido!", que no dicen nada y nos colocan a todos en el mismo conjunto: no es oportuno hacer comentarios sobre especificidades calóricas, o datos varios que indiquen con realismo lo que está pasando en nuestros cuerpos.

Silvia Parque

El efecto de mi abuela

Mi abuela intentó hacer varias cosas conmigo. Intentó que fuera una muñeca que no se moviera, para que no le pasara nada y gracias a su relativo éxito, salí de mi casa sin saber cruzar las calles y el día que me encontré con la vida, le tuve miedo. 

También intentó convertirme en "una señorita"; por ejemplo: que me parara derecha, que no hiciera ruido al beber agua y que controlara mi risa y la desviación de mi ojo derecho. En eso no le fue bien; pero ¡más vale tarde que nunca! Ahora trato de "comportarme".

Hubo, sin embargo, otra cosa que se propuso y en lo que puso todo su empeño: quiso hacerme una niña muy querida. Me dio tanto amor, tanta dedicación, que cuando me contaron los cuentos de todo lo bueno: todo estaba hecho para mí. No puedo desconocer la presencia de la Gracia, después de tanto amor -no digo que no se pueda: digo que yo no puedo; ni querría-.

A menudo le extraña a algunas personas que me conocen, que sea creyente y entienda a Dios como creación humana, que mi Navidad de verdad se trate del nacimiento de Cristo, teniendo una postura crítica sobre muchas cosas. Ayer a medianoche, acostando al "niñito Jesús", supe que es, en parte, por el efecto de mi abuela, y lo agradezco.

Silvia Parque

lunes, 24 de diciembre de 2012

Luces

En mi casa, como en la antigüedad, las luces de navidad son luces de velas; de veladoras, para ser precisos. Son tres, cada una sobre papel dorado, atado con un lazo de color. Las tres llamitas nacen en azul, y brillan entre el anaranjado y el amarillo, protegiendo de cualquier contacto al rojo intenso del pabilo.

Silvia Parque

Los regalos

Los regalos tienen de bueno, que se les aprovecha de todo: la ilusión de dar uno, la ilusión de recibir uno, haber pensado en lo que puede querer la otra persona... la cosquilla de que no sea un regalo sino dos, envolver, esperar, descubrir, agradecer, recordar cuando uno lo usa o lo ve, que es un regalo de tal persona, por tal ocasión -o sin ocasión-. 

La envoltura puede tener efectos impresionantes, literalmente; su cometido es causar impresión. Esta mañana, colores, brillos y moños alrededor de mi árbol de navidad, me han impresionado... Cuando era niña, envolvía cajitas para figurar regalos, con mi mamá. ¿Qué mejor regalo que los momentos?

Silvia Parque

domingo, 23 de diciembre de 2012

Tepache

Según Wikipedia, así sin más comillas que las que transcribo:
La palabra tepache procede del náhuatl "tepiatl", que significa bebida de maíz, ya que [...] era elaborada con este cereal aunque hoy en día su versión más conocida es la producida por la mezcla de piña y azúcar.
Como nota: no estoy de acuerdo con la manera en que el artículo lo equipara con el tesgüino, pero no soy una conocedora del tema.

Gracias a una condición anormal de mi columna vertebral, entre otras singularidades puedo sentir el efecto del menos de uno por ciento de alcohol por volumen que tiene esta popular bebida de las esquinas. Pero aunque no produjera mareíto -y hoy me ha tocado lo que quedaba en el fondo del barril-, me gustaría con gusto porque tiene un encanto brillante.

Silvia Parque

Woody Allen

Después de ver Medianoche en París, la semana pasada, y Si la cosa funciona esta semana, declaro que no es posible ver una película de Woody Allen en la que no actúe Woody Allen. No importa si él no está en los créditos como actor; el personaje principal será interpretado de modo que sea Woody Allen. En Medianoche en París consigue que Owen Wilson incluso hable como él.

Silvia Parque

sábado, 22 de diciembre de 2012

La maravilla

Yo comprendo que el enamoramiento nubla la razón; es una cosa de la evolución para fomentar el apareamiento o más románticamente: es un velo en la mirada que permite nacer al amor (parafraseando algo que leí en algún lado -no recuerdo escrito por quién-). También sé que parte del truco está en no creer que hay truco. Así que ahí están las siete maravillas que hacen de mi marido la séptima maravilla. No las voy a publicar, pero ahí están y hacen maravillas conmigo.

Silvia Parque

La silla como todo en el mundo

Mi silla es pequeña y dura; es una silla en versión básica: elemental. La hizo algún carpintero con madera de pino, y el artesano de la casa decoró una de las tablas del respaldo con dos hojas de árbol, y cubrió todo de laca.

A nadie le parece cómoda. Es incómoda y fría. Pero es del tamaño para mi cuerpo y es buena para sentarse en ella a trabajar. Si fuera cómoda, me pondría cómoda y querría solo husmear en las entradas viejas del blog de Inmagina, en lugar de aumentarle reactivos a la lista de reactivos que será mi regalo de año nuevo para el mundo. Además es muy bonita, haciendo juego con la mesa-escritorio-de-trabajo, también de pino y laqueada.

Ahora que... la silla del lugar en que me pagan por hacer lo que hago por mi cuenta en esta sillita, es confortable y apta para girar en ella cuando una se está concentrando. Y ahí trabajo... cómoda; aunque sin posibilidad de subir los pies, como acá que tengo otra silla -enfrente-, para tal efecto.

Pura falta de perspectiva; de visión. Si lo que quiero es una silla que no produzca la tentación que produce un reposet, podía pedir una buena silla para oficinista; pero no: pido una silla incómoda. Y al cliente, lo que pida.

Silvia Parque

El niño del tambor

En un pasado muy-muy lejano, encontré un librito que me presentó la idea de "orar sin cesar"; la frase es un versículo de la Epístola a los Tesalonicenses (5:17), pero yo la encontré en mi librito. No me resistí. Tenía pocos años, y entre menos edad, más se acepta por entero lo que se acepte. Luego, a veces se medio enturbia lo que una tenía claro, pero siempre es posible espabilar...

En el mismo orden de ideas, en un pasado cercano, leí sobre una serie de ritos judíos para hacer la comida. Me pareció maravilloso. Lo tomé como una inspiración a ofrendar a Dios cada acto, pero sobre todo, los que producen: los actos de trabajo; ahí donde se despliega el talento que recibimos de regalo. Por eso me gusta especialmente el villancico del tamborilero: porque el ronco acento del ro-po-pom-pom  es de verdad lo mejor que tiene para ofrecer, y lo ofrece a Uno que está esperando justamente eso.

Silvia Parque

viernes, 21 de diciembre de 2012

Lo desconocido

Dice el catedrático Ferro Gay, en la Introducción de "Décadas de la Historia Romana I", de Tito Livio:
[...] por mucho que se haya planificado, por mucho que se haya atesorado una experiencia, siempre está ahí, imponderable, la presencia de lo desconocido.
Silvia Parque

Diez años y todo sereno

Hace diez años, después de un pequeño drama pre-nupcial, me vestí de novia, me trencé el cabello y llegué -una hora tarde- al lugar donde me esperaba el hombre del que ya era la mujer. A pesar de que tuvimos la intención expresa de no dedicar al rito más atención de la necesaria, me molesté porque varios detalles no fueron como los quería. Tuve, sin embargo, un hermoso pastel de chocolate que no probé.

Es muy diferente ahora. Celebro cada caricia, cada conversación, cada comida compartida y hoy celebro estar. No importa cómo vaya el día, la celebración es continua. Íbamos a ir a almorzar, pero iremos a comer; pensé en un sitio, pero será en otro; contemplamos la opción de pedir la comida para quedarnos en casa y habría sido estupendo. Todo está bien.

Creo que es el mayor aprendizaje de estos diez años de compartir la vida: que si estamos juntos, todo está bien.

Silvia Parque

Ni se suman ni se restan

Los años son unidades distintas a cualquier otra. Las manzanas siempre suman dos, cuando se juntan una manzana y otra. Un palito, otro palito y un palito más, hacen tres palitos. No hay operaciones básicas con los años.

Silvia Parque

jueves, 20 de diciembre de 2012

Diez años

¿Qué puede pasar en diez años, en la cama, en el rostro, en los sueños? Seguro que cambia la percepción de lo que es un lapso de diez años. En mi caso, cambia el orden en la lista de lo que es importante. Algunas semillas, germinan. El amor ocupa su lugar.

Silvia Parque

Cuestión de estrategia

Hace falta estrategia para que cambien actitudes y hábitos.

Una buena estrategia es a la medida, puesto que la estrategia es la clave que adecua el proceso de cambio, a las necesidades de la persona. Finalmente -y como principio-, el cambio es un regalo que una se hace; vivir el cambio como una meta para la que se trabaja, agobia.

Silvia Parque

Alteración de la conciencia por apretamiento

En principio, sostengo que uno de mis dos pantalones de mezclilla encogió en la lavandería. El hombre que atestigua mis mañanas, escamoteó el asunto. La amiga, sin embargo, rió todo lo que pudo, asegurando algo así como que "eso decimos todas".

La verdad es que empiezo a dudar de mi conclusión...

El pantalón fue apretando más y más, a medida que avanzaba el mes; pero hoy, cuando lo vi, realmente pareció mucho más pequeño que antes de mandarlo lavar. No por eso iba a dejar de ponérmelo...

Casi al final de la comida, voló una servilleta y supe que no podría agacharme a recogerla; pero hace años no puedo moverme mucho cuando estoy recién comida, así que no me preocupé. La cosa empezó cuando salimos del restaurante: prácticamente dando tumbos, traté de cubrir el vientre con los brazos, meditando si era mejor o peor que mi blusa tuviera un vuelo como el que tendría una blusa para embarazada.

Al ratito, empezaron las palabras mayores: falta de aire, mareo, sensación de exterioridad; la certeza de que "ya no me queda".

Silvia Parque

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Crema de avellana

Si hay algo mejor que el chocolate, en la familia de las combinaciones con cocoa, es el sabor de la crema de avellana.

Muchos crecimos creyendo que esta delicia era chocolate; pero un día, la verdad resplandece en una etiqueta.

Y qué bonito suena la palabra: "avellana".

Silvia Parque

Cosas buenas también para "los crecidos"

Entrada inspirada en: "Cosas de niños", de El blog de Dolega.

Alguna vez, mi marido vendió libros de casa en casa; más de una vez, los no-compradores le dijeron que ya no tenían niños o específicamente que no tenían niños en la escuela; los libros, se asume, eran algo para niños: para que los niños hagan la tarea -sucedió antes de que los libros fueran desplazados por Wikipedia-.

Lo anterior no es raro en un país que no es lector; para mucha gente leer no es un placer. Vale. Me acordé del asunto porque un estudiante que realiza su servicio becario en el Departamento donde yo juego con Excel, comentó emocionado que habían puesto un arbolito de navidad en su casa: tenía un sobrino y la llegada del niño había motivado la decoración navideña. Mi pregunta es: ¿por qué no lo hacían antes del niño? Si no les daban ganas, me parece perfecto. Pero el estudiante del que hablo estaba tan emocionado, que no creo que fuera por falta de ganas... al menos, no falta de ganas de él.

Creo que muchos padecemos desidia para darnos gusto. A mí me pasa además otra cosa: cuando empecé a pensar en tener hijos, quise para el niño o la niña que llegara, condiciones de vida diferentes a las que tengo. Me sorprendió porque me gusta cómo vivo: me gusta mi casa, mi alrededor, mis cosas. Sin embargo, quisiera que un hijo o hija mía tuviera ciertas comodidades que ahora no tengo y no tuviera algunas incomodidades por las que  paso. La pregunta es: si eso me parece mejor, ¿por qué no quererlo para mí? ¿por qué no dármelo?

Silvia Parque

El ponche

Al invierno navideño le hacen falta ponches. Este año, la temporada no inició con el tradicional de fruta surtida, sino con una novedad de guayaba.

Gracias a un chorrito de tinto avinagrado, cuartos de guayabas y tejocotes hicieron su fiestita en la pequeña olla de aluminio. Ya servido en la taza, trocitos de nueces ponen el toque de lujo.

Silvia Parque

martes, 18 de diciembre de 2012

Seguridad en el hogar

1. Para saber si un aparato eléctrico que calienta está funcionando, no es necesario tocar la parte que debería estar caliente.

2. Cuando una está sentada en una silla inestable, así el acomodo del cuerpo haya sido estratégico, no conviene arrastrar la silla. 

Silvia Parque

La arquitectura

Para mí fue difícil entender a la la arquitectura como arte, cuando aprendí la letanía de "las bellas artes son siete: música, pintura..." Hoy conocí el trabajo de Oscar Niemeyer, y terminé de entender.

El plátano



Mientras la fresa se parece a la frambuesa, a la zarzamora y hasta a la cereza, y la naranja se parece a la mandarina, a la toronja y hasta al limón, el plátano no se parece a otra fruta que conozca. A juzgar por Wikipedia, mi apreciación cae en lo cierto, pues se reconoce "un único género" en la familia de las platanáceas.

Comúnmente los como solos, pero me gustan en rodajas con chocolate en polvo; también -especialmente-, con crema. Nunca los he comido fritos; me pregunto si pierden el sabor dulce.

Cuando di clases de inglés en jardín de niños, tuve un alumnito que se negaba a decir que comería "banana", porque las bananas eran para los changos: él comía plátano.

Silvia Parque

lunes, 17 de diciembre de 2012

Tan diferentes

Es más o menos sabido que al conocer al otro se terminan los prejuicios y la discriminación; pero lo mejor para no solo terminar con los prejuicios y la discriminación, sino además generar empatía, es conocer "lo diferentes" que son los que tenemos cerca, a los que queremos; entonces si opera la transferencia del conocimiento, se va a entender que todos los otros, tan diferentes, no son más que iguales a ese primo, amigo, vecino, abuelo, compañero, que es nada más, una persona.

Silvia Parque

Un café

Buena comida. Suficiente. Pero sin café. Sin postre, café, té o algo ritual que permita interpretar la conclusión del acto de comer.

Hago el camino a la casa, pensando en mi café.

Mi café es un buen grano "con el sabor de bien tostado". Pero las tortugas no han comido. Hago una llamada telefónica. Hay que quitar la ropa del tendedero o el fresco de la tarde la va a humedecer.

Termino un plátano del que había dejado un pedacito.

Voy por la olla para hervir agua: es la corona de una pila de trastes limpios -todos lavados: una maravilla-; hay que guardarlos o se quedarán ahí por una semana.

Por fin: sirvo agua en la olla; derramo un poco, limpio; pongo el agua a hervir.

Huele a quemado. Algo le pasa a la parrilla; espero. No calienta.

Caliento una taza de agua en el microondas.

Vierto el agua caliente en la prensa francesa.

Silvia Parque

1DMX

Siguen presos varios de los detenidos en el operativo policiaco del primero de diciembre, en el Distrito Federal. Los testimonios orales, las fotografías y los videos que circulan en las redes sociales hacen pensar que las detenciones fueron arbitrarias; parece que entre los detenidos, hay quien simplemente se portó como persona, usando su voz, al ver a otro ser objeto de un abuso.

Este es un mensaje, en voz de algunos de quienes ya fueron puestos en libertad:


Silvia Parque

domingo, 16 de diciembre de 2012

Miradas

Escribe Héctor Alvarado, en "Miradas".
Cuando el padre de un hombre muere, su mirada es algo que permanece. Quién sabe si para las mujeres sea lo mismo, pero para un hombre la ausencia se siente como si alguien nos mirara siempre.
AQUÍ el texto completo, en Livieradas.

Si nos miramos como las personas que somos, todo se llena de ternura.

[Y no: creo que no es lo mismo para la mujer; no lo sé de cierto, pero creo que no es lo mismo.]

Silvia Parque

Mosquitos en el vino

Cuando el corcho ya no tapa bien la botella de vino, la botella queda abierta. Cuando la botella queda abierta, los mosquitos pueden entrar. Si pueden entrar, algunos entran y van a quedar en el fondo del vaso.

Cuando alegre y calientita, una se detenga a ver el parecido del color rojo del vino con el color de la sangre y de las cortinas, ahí van a estar los mosquitos: en el fondo del vaso.

Silvia Parque 

Un cuento de navidad

Cada año, veo alguna versión de Un cuento de navidad, en película -nunca lo he leído; tal vez este sea el año...-.

Conozco esa sensación del señor Scrooge, después de su "fin del mundo" personal; también he despertado -aunque no fuera por la mañana- rebosante del profundo agradecimiento por otra oportunidad.

Silvia Parque

sábado, 15 de diciembre de 2012

Mateo 5:37 y que sea como lo recuerdo

Estaba replanteándome la vida, a propósito de terminar un ciclo con el año viejo, y se me metió en la cabeza: "Digan sí cuando es sí, y no cuando es no..." Fui a buscarlo.

"Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; No, no; porque lo que es más de esto, de mal procede". En el Nuevo Testamento de Los Gedeones Internacionales.

"Simplemente signifique su palabra , Sí, su No, No; porque lo que excede de esto proviene del inicuo".  En la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, de la Watchtower...

Pero buscaba la vibración de los sonidos de aquellas palabras -esas-, y fui a la versión en línea que ofrece Catholic.net [aquí el enlace]

"Digan sí cuando es sí, y no cuando es no; cualquier otra cosa que se le añada, viene del demonio".

Será por algo, que volvemos al origen de una experiencia.

Silvia Parque

No será en vano

Ha muerto el recipiente para llevar el almuerzo. Ha muerto por obra de la indiferencia y de la apatía de quienes debieron conservarlo con vida y sin restos de pollo frito. Ha muerto lentamente, denigrándose mientras le invadían cuerpos de vidas extrañas que le negaban la oportunidad de llevar un siguiente almuerzo. No estuvimos a su altura, pero juro que ningún otro recipiente, nunca más, recibirá un trato similar en la casa donde yo viva.

Silvia Parque

Vuelve el calentador

Los calentadores de agua que se usan para las peceras, deben conectarse estando ya dentro del agua; si se han conectado antes de meterse al agua, no deben meterse al agua. O truenan. Algunos vendedores, lo advierten.

Luego de una semana sin calentador de agua, las tortugas de esta familia, vuelven a dejar de depender de que nos acordemos-podamos templarles su agüita. Seguro pasaron frío, en sus pequeños cuerpos sin termostato interior. Pero ya estamos en paz.

Silvia Parque

viernes, 14 de diciembre de 2012

Jugar

Volvió a mi casa un libro que hacía ronda por otros lados, los últimos años. Nada más de verlo, se me refrescaron las ideas que expone sobre el juego. Estoy convencida de que esto de vivir se trata nada más de pasar, pasándola bien, y creo que eso se consigue jugando. Hay juegos de adultos, juegos interesantísimos; pero por más que se ponga en juego, la cosa es tener presente que es un juego.

"La vida es demasiado importante para ser tomada en serio".

Silvia Parque

La piñata

No me podía mover con ese pantalón.

El "ya casi no me queda" se volvió "ya no me queda" a lo largo de la tarde.

En realidad, lo que no podía era emular ejercicios aeróbicos sosteniendo un palo decorado. Pero podría ir hacia abajo -pensé-, podía arrojarme al suelo...

Silvia Parque

Navidad en el trabajo

¿Qué es el último día de trabajo, antes de las vacaciones, sino el último día de trabajo, antes de las vacaciones? También es el día de la comida navideña, y eso significa abundancia de cosas ricas y regalos para todo el mundo.

Como siempre, sin embargo, lo mejor es la gente. En un mundo donde los intereses contrapuestos articulan relaciones complicadas -por decir lo menos-, puedo rodearme de personas con las que la navidad en el trabajo, es de verdad navidad.

Silvia Parque

jueves, 13 de diciembre de 2012

Truco para no parecer loca perdida

En las películas usan ese recurso, de hacer que el tipo que ha estropeado algo -puede ir desde quebrar un jarrón hasta matar a quince personas-, cuente la verdad con total franqueza, y no le crean; al menos, que no le crean en ese momento, en que dice todo "como si tal cosa".

En las películas, al tipo se le escapa la retahíla de verdad; yo uso el recurso premeditadamente. Veo salir al hombre, para mi gusto hermoso, y le digo: "¡Te ves guapísimo! Casi no me gusta que salgas así, porque creo que alguien va a quererte, y te van a querer llevar con ellas -en este punto, ya es plural-. Te ves guapísimo -repito-. Quisiera colgarme encima de ti -abro más los ojos-. Tal vez deveras no te deje salir... -creando la atmósfera de insinuación light- y luego tan tarde que regresas: tantas que van a verte en la calle, y van a querer llevarte..." Y se va sin creer que estoy loca de remate, con la seguridad de que todo es broma o cumplimiento.

Silvia Parque

Todo tiene que ver


Llego a la conclusión de que "X" es la clave de "Y". El compañero dice que lo concluyo así por haber estado leyendo lo que estoy leyendo. Le digo que habría creído que lo concluyo así a partir de conocer la forma en que trabaja la empresa "Z".

Podría rastrear exactamente de donde viene la conclusión, pero llevaría tiempo, tal vez mucho tiempo; numerosos encuentros, acontecimientos e imágenes se cruzan como insumos de información para llegar a "saber algo".

Silvia Parque

Simple y llana franqueza del hombre de la casa

- Espero poder solucionar eso, Cielo, pero si no, tú concéntrate en... ser feliz. 

Silvia Parque

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Que el fin del mundo apenas empieza

He recibido con sorpresa la noticia de que el mundo no ha terminado hoy. Creí que los pronósticos del próximo apocalipsis se referían al 21 de diciembre. No creí que algún adulto cercano a mí pudiera tomar en serio los artículos de entretenimiento sobre el tema, pero hace poco supe que sí... es una persona ni más ni menos inteligente que otros, con más educación formal que muchos, y con mucha más cultura general que la mayoría... cada vez me convenzo más, de que la diversidad en el entendimiento es algo respetable.

Silvia Parque

Esta es una entrada obscena

Si se terminan la ropa limpia y los trastes limpios, si la cama llega a la noche sin haber sido tendida, si pasa más de una semana sin que el pobre baño sea lavado, es indispensable contratar servicio doméstico. O empezar a mover el trasero de la silla.

Silvia Parque

Dulces nombres, no

El nombre es muy importante; marca, permitiendo a la persona diferenciarse de las otras y determinando la configuración de la identidad. Las historias detrás del nombre dan cuenta de una "etimología emocional".

Cuando era niña, lamentaba que no tendría tantos hijos como buenos nombres podía imaginar. Varios años pensé en nombres que me parecen hermosos, pero que asocio con personas que me importan y ahora no quiero hacer eso: no quiero "vincular" a los recién llegados con la identidad de amigos o familiares. No sé si lo sugirió el hombre o si llegué sola a esa idea. Lo que sí sugirió él, fue el nombre de niña que va ganando. Sería "Bianca" porque tienes que sonreír cuando lo dices.

Un niño llevaría el segundo nombre de su papá.

Silvia Parque

martes, 11 de diciembre de 2012

El imperio explicado por Robin Jú

El 27 de noviembre, Robin Jú publica Robin Ju vs Wall Street, en "Las nuevas andanzas de Robin Jú". La entrada honra su título, con fotos expresivas y pocas palabras. El 8 de diciembre, responde a un comentario, con lo siguiente:
[...] en la teoría todo es muy bonito, el mundo funciona con el actual sistema financiero y los mercados se autorregulan y todas esas historias, el problema es que desgraciadamente en la práctica [...] junto con otros factores este sistema nos ha llevado a donde estamos. 
[...] Por poner un símil con lo que comentas, los coches son un buen invento, te transportan de una forma más rápida entre dos sitios, la bolsa cuando fue creada sería así. Para mí, ahora se asemeja a un coche en una autopista que va en sentido contrario a 200 km por hora, donde lo único que prima es llegar antes y ganar más, sin importar los riesgos y a quien dejas por el camino.
Silvia Parque

Hay "orfandad", "viudez", pero no hay palabra para la condición de aquellos cuyos hijos mueren*

Ya se sabe que la vida es como es, y que si algo no se sujeta a un "deber ser", es la vida. Pero como somos como somos, buscamos regularidades y nos hacemos a la idea de que la vida debería ser como creemos que es mejor. Yo creo que deberíamos vivir muchos años, y morir de viejos; pero mueren las personas que no son viejas -muchas-, así que a veces, los padres entierran a sus hijos; no creo que pueda haber dolor más grande, excepto el dolor que produce el dolor de un hijo -al menos, la muerte termina con el dolor-.

* El título es el parafraseo de algo que leí alguna vez en alguna parte.

Silvia Parque

La última fecha límite

Quiero morir vieja, sana, consciente de lo que está pasando, y junto al hombre de mi vida. En realidad, no quiero morir, pero sé que la única forma de no dejar pasar de largo la vida, es con "fecha límite", igual que me pasa con el estudio o el trabajo. Así que visualizo:

Quiero que sea en mi casa, en mi cama, en brazos del hombre que me quiere. El dolor me asusta, y detesto la falta de privacidad de los hospitales (puedo ser hasta exhibicionista, pero a partir de mi gusto, no de una imposición).

Quiero morir con la sensación de estar palpando la vida, y con la sensación de la cercanía del hombre con quien comparto la vida. Me mueve el placer, el gusto, el goce -tan diferentes, los tres-. Nada más patético que sentir que los días se pasan de largo. Puedo pasar el tiempo en mera contemplación, pero estoy en eso: no dejo que pase de largo.

Silvia Parque

lunes, 10 de diciembre de 2012

Economía doméstica

A menudo, los productos que encarecen según las publicaciones, no son los que encuentro caros donde compro.

Escribo esto después de la sorpresa ante el precio del atún que estoy por cenar, del cual no he oído quejas.

Silvia Parque

Almanaque vital

Hace apenas un par de años que memoricé en que año me casé; a partir de esa fecha estoy anclando las fechas en las que inicié y terminé la licenciatura.

Todavía no memorizo el año en que vine a vivir a esta ciudad, ni los años en que inicié y terminé el posgrado. Los registros del tiempo se me complican un poco. Creo que podría cargar con un pequeño almanaque de mi vida; al menos, podría hacerlo.

Silvia Parque

Me puede que muriera

Los medios masivos apelan a la sensiblería para hacer de eventos personales y familiares, a veces trágicos, un espectáculo que vende productos. Lo consiguen especialmente en el caso de famosos porque en las figuras públicas se depositan afectos, de manera que a veces interesa más su vida, que la del vecino con quien se comparte el espacio comunitario. Viene a colación porque ayer se dio por muerta a una cantante famosa y estoy en el conjunto de quienes se han sentido apenados.

Resulta que un año de estos, la vi en una entrevista. Contó una de sus experiencias dolorosas y su descripción de lo qué pensó y sintió, me hizo sentir identificada. Los dramas, diciéndose van curándose y pueden decirse mejor cuando han sido dichos por otros. Fue a ella a quien escuché, y su voz, pública, fue un soporte para la articulación de mi propia voz.

Silvia Parque

domingo, 9 de diciembre de 2012

De viaje

Estoy en La Hermana República de Monterrey. En casa de mi hermana, para más señas. Ayer festejamos la navidad. Esta mañana se ha caído un avión. Mi madre, en la recámara de al lado, habla del sermón del sacerdote, en la misa. Mi abuela, en la cocina, lava platos. Haré la maleta. Iré a mi casa. Abrazaré a mi marido cuando llegue. No habré dormido bien en el camino, por lo que pasaré el día medio adolorida. Tendré un montón de cosas que hacer. Tengo una vida.

Silvia Parque

jueves, 6 de diciembre de 2012

Diciembre

Hoy me han felicitado dos veces por las próximas fiestas -navidad y fin de año-. Me gustaría responder "todavía no, esperen un poco; calma", pero este sábado festejo la navidad con mi familia de origen, así que lo acepto: llegó diciembre: el año está terminando.

Silvia Parque

Días muertos

Para los mexicas, entre año y año había unos "días muertos". No recuerdo si los llamaban de esa manera, pero sí recuerdo que eran unos días -creo que cinco-, en los que nadie hacía nada, ni siquiera comida -se preparaban platos simples que no se descompusieran, con anterioridad-. Hacen falta días muertos de cuando en cuando.

Silvia Parque

Fuerza, palabras y una firma

Mi maestra de español, en la secundaria, iniciaba la clase anotando una frase notable en el pizarrón. Una vez, el Director de la escuela llegó a interrumpir nuestra clase y despotricó sobre no sé qué cosa. Frente a un montón de adolescentes a punto de contestar el agravio, la maestra, pequeña y bonita, señaló al pizarrón. Estaba escrito: "La fuerza es el Derecho de las bestias". En silencio, dejamos que el hombre se evidenciara a sí mismo y se fuera. Creo que ni siquiera dijimos algo cuando se fue. La maestra continuó su clase, aunque la lección importante ya la habíamos aprendido.

AQUÍ puede firmarse una petición de Amnistía Internacional para que se investigue la actuación policial en los disturbios del pasado primero de diciembre -en el DF- y para asegurar el respeto a los derechos humanos de los todavía detenidos. Me acordé de mi maestra porque un día anotó en el pizarrón: "Una injusticia hecha a uno es una amenaza para todos". Lo tengo presente y cada día me queda más claro.

Silvia Parque

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Ida y vuelta

Hoy tuve una reunión con una docente, que me cae bien, en principio, porque me recuerda a una muy querida amiga. Dicen que con los años, todos nos recuerdan a alguien.

Cuido cómo me porto, cuando alguien me recuerda a una persona de la que tengo un mal recuerdo; a veces me porto, digamos, más amable con esa persona, y por consiguiente, recibo un buen trato. Entonces, la buena intención reverbera, y mejora mi recuerdo de la persona original. Es un ida y vuelta.

Silvia Parque

martes, 4 de diciembre de 2012

¿Qué sería de la vida académica sin cafeína?

Si revisaré unos nueve trabajos hoy, tardo aproximadamente una hora con cada uno y van a ser las nueve... es necesario un estimulante.

Silvia Parque

El inicio

Yo tenía catorce años. Él veinte. Yo no había dado un beso. Según yo, me dejaba rondarlo. Me mantenía por ahí, enganchada. Crecí bajo su gabardina.

Tuvo una novia, tuve un novio. Acabamos en algo como amarnos. Me empeñé en que quería un anillo.

Silvia Parque

Esto sí es de miedo en serio

Luego de un rato, se incomodó y lloró; nada del otro mundo: una mujer-mamá llegó al quite, la cargó con su modo de mamá para cargar y la durmió.

Seguro que el toque para el modo de mamá llega con la práctica y si no llegara, ya se acostumbrarían mis hijos a los cuidados de su madre sin toque...

Hasta ahí: yo fascinada por los cachetes y todavía con la sensación de su cuerpito sobre mi pecho.

Entonces tuve una revelación. Yo que estaba tan segura de que me había llegado el momento de la maternidad, tragué saliva despacio.

Dijo mi compañera: "es que ya fue mucho", refiriéndose al tiempo que la niña había aguantado sin su mamá. Se hicieron las cuentas. "¡¿Cuarenta y cinco minutos?!", pregunté. "¿No puede vivir sin su mamá cuarenta y cinco minutos?"

Claro que entiendo las respuestas: que apenas tiene los meses que tiene, que habrá que irla separando despacio, que la mamá es su alimento -porque la amamanta-, etc. Pero a mí me llegaba una sola idea: esa mujer-madre tiene una niña pegada. Pegada. Siempre. Todo el tiempo.

Mi primera reacción fue: no quiero.

Luego volví a querer.

Silvia Parque

lunes, 3 de diciembre de 2012

Unos días y otros

 Soy de hitos: de marcas. Tengo conciencia de qué días cambió mi vida y de qué eventos conformaron la persona que soy. Sé que esos días y eventos se anclan en procesos largos y se abren camino a través de la cotidianidad, pero me viene bien pensarme a partir de ellos.

También aprovecho los días feriados; me pregunto cómo estaba celebrando, por ejemplo, la navidad anterior y la anterior y la anterior. Me sirve de referencia. En más de un momento me ha abrumado sentir que el tiempo corre, pero hace rato agradezco tener presente y fresca la idea de que -como todos- voy a morir: la oportunidad de hacer, estar, sentir, es ahora.

Silvia Parque

domingo, 2 de diciembre de 2012

Aviso a la comunidad:

No se preparen infusiones de hierbas para la bilis, aunque les digan que es un buen remedio para mejorar la digestión. El sabor debe ser parecido al sabor de una bola de bilis negra. Preferirán estar en un calabozo los siguientes tres días y medio, antes de dar un segundo trago.

Omitiré la descripción del efecto de la amargura sobre el estómago, porque pueden imaginarlo al leer que omitiré la descripción.

Silvia Parque

El tiempo se inventa

El tiempo se inventa. No hay modo de que haya tiempo para lo que una quiere, esperando que sobre una hora o media hora, de una mejor organización.

Inventar tiempo es el acto por el cual nos apropiamos de nuestra vida. Implica renunciar a los sujetadores que nos colocan en la línea de producción de la vida social, y eso es un riesgo: puede una quedarse sin identidad, puede una dejar de pertenecer. No podía ser barato -el tiempo-.

Silvia Parque

El miedo malo

Hay un miedo que advierte del riesgo de esto o aquello; podríamos llamarlo "miedo bueno". Pero hay otro que pone muerte en los días que vivimos: un miedo que saca de vivir. Y no es que la muerte en sí misma sea un problema: la muerte nos hace humanos vía la conciencia de muerte; el problema es que esté donde no va.

Otro problema es que el miedo malo se disfraza de bueno.

Silvia Parque

sábado, 1 de diciembre de 2012

A propósito de la nueva administración en México

Aunque "ellos" se hayan evidenciado sordos...


Silvia Parque

El que espera

Hay esa leyenda urbana del hombre que va por cigarros y no regresa. AQUÍ, El Piporro y Jaime López, en una gran interpretación de la genial "Por cigarros a Hong Kong".

Para esperar sin desesperar, no hay como tener cosas que hacer, y cosas en qué pensar... aún así, hay veces que una se pregunta, si el que ha ido por la leche fue a buscar una vaca y está ordeñándola.

"Está bueno para traer la muerte", oí de niña, y me impresionó. Me explicó mi abuelita: quiere decir que se tarda mucho...

Silvia Parque

Ahora está bien

Una prepara el terreno, abre los ojos, suelta la carga, extiende la palma de las manos para recibir. Una mira hacia el cielo, da una vuelta, se marea con la extensión de aquí al cerro que está allá, y recuerda que el mar es profundísimo.

Una está bien; se queda quieta; sonríe, y el mundo sigue girando, con sus cobradores, sus maestras de kinder, su contaminación y todo lo que pueda caber antes de otro holocausto.

Silvia Parque

viernes, 30 de noviembre de 2012

Engranaje

He recuperado mi tiempo. Tener pendientes me permite apreciarlo mejor... lo estaba palpando, poco a poco, sin atreverme a declararlo con todas sus letras y me encontré con la pizza de mi cena. Quién sabe por qué o cómo, la recuperación de mi tiempo ha regulado mi apetito.

Silvia Parque

El aborto no es cualquier cosa

Primero, declaro estar a favor de la procuración de condiciones dignas para el aborto decidido por la mujer. Luego, doy cuenta de dos cosas:

1) Hace unos días -o semanas, no estoy segura- "sí al aborto" fue TT en Twitter, en México.
2) La forma en que esta consigna sintetiza un discurso, no me parece bien.

Creo que decir "sí al aborto", sin más, no tiene sentido, puesto que el aborto en sí mismo no es algo deseable. Entiendo que las consignas son parte de estrategias, gracias a las cuales, el activismo abre paso a los cambios. Pero con la facilidad con la que se trivializa cualquier cosa, creo que es necesario decir que el aborto no es cualquier cosa.

El embarazo significa la posibilidad de tener un hijo e interrumpir el embarazo significa terminar con esa posibilidad, en ese momento. Suele ser un alivio. No es la panacea, ni una monstruosidad. De ninguna manera es matar a un niño. Pero tampoco es cualquier cosa.

Silvia Parque

¿Cuál es la prisa?

Se ven conductores que exceden el límite de velocidad y rebasan a los otros, siendo que segundos después se verán obligados a detenerse en un semáforo, junto o apenas delante del coche rebasado. Creo que así se le mete prisa sin sentido a la vida.

Lo veo en los jóvenes que, sin necesidad económica, adelantan materias o buscan alguna otra estrategia para terminar antes la escuela, de manera que puedan pasar rápido a lo siguiente y llegar -supongo que más pronto que otros- a la meta del "éxito"... como si el éxito fuera un sitio real, donde podrán echarse a disfrutar placeres creados para los diligentes.

Silvia Parque

jueves, 29 de noviembre de 2012

Timing

"El momento oportuno es una puerta abierta hacia infinitas posibilidades; aprende a conocer este momento". Pítaco de Mitilene

Silvia Parque

Más tiempo que vida

Las cosas, las personas, las situaciones, llegan siempre a tiempo. Cada vez me convenzo más de que presionar no solamente no sirve, sino que estorba.

Si una se tarda quince años en aprender algo que los demás aprendieron en cinco meses es porque una necesitaba quince años para aprenderlo. Como se dice: "hay más tiempo que vida".

Y es que la vida no se trata de mucho, ni de algo muy profundo, se trata de estar y de pasar; no hay una meta suficientemente valiosa como para dejar de vivir por ella.

Silvia Parque

Ni lo primero ni lo segundo

En cierto sentido -no en otro-, todo me parece bien.

Por congeniar, fui uniéndome a quejas populares de las que no participo. Terminé asumiendo las quejas como propias y perdiendo mi bobo disfrute de todo: eso me protegió del alcance de mi conformismo, que puede ser escandaloso (no me da mucho por "querer más" o "ir a mejor").

Silvia Parque

miércoles, 28 de noviembre de 2012

¿Cuántos objetos caben en una casa?

Responder a la pregunta que titula esta entrada requiere respuestas previas; por ejemplo, a la pregunta: "¿casa habitada o dehabitada?"

Mientras él escribe: "A los que me juzgan inferior / por tener objetos; / que me juzguen"*, yo pregunto "¿Dónde vamos a poner eso?"

* En: "Objetos", de Luis Kimball
Silvia Parque

El momento indicado

Que mi marido sostenga el cuello de un alien, debe ser señal de que es hora de ir a dormir.

Que mi cuello esté duro y mis hombros se alcen solitos, es meramente una señal de apoyo.

Silvia Parque

Conveniencia

Me preparo para la revisión de las carpetas de evidencias y los trabajos finales de uno de los grupos a los que di clase este semestre. La pila es aparatosa. Me preparo, pues, para concluir el ciclo escolar.

Como diablito tentador, una amiga me invita a una exposición; quedamos de vernos en el museo; llego primero, y en lo que la espero, se me acerca una estudiante -la reconozco-; me pregunta si soy Fulana de Tal, si doy en clases en Tal sitio; me dice que a ella todavía no le doy clase, pero que sus compañeras de generación están en mi grupo de Tal-materia. Sonrío, saludo, nos despedimos. No iba a decir: "y ya no te voy a dar clase, porque con este semestre me despido de Tal-sitio".

Lo mío - lo  mío es conocer, y para eso leo, escribo, converso; como profesora, me pagan por hacerlo. He ido agarrándole el modo a la práctica, de modo que me siento como pez en el agua. Además, con los universitarios se trata de compartir un interés común: de platicar de lo que a una le gusta, de contar lo que una ha estado pensando -encima, se puede hacer con una taza de café-. No obstante, para conocer hay otros espacios, y se me abrió la puerta de uno de ellos, donde hago cosas que disfruto tanto como lo que más disfrute de la docencia. Las tareas en sí mismas, pues, son tan buenas en un lugar como en otro; pero con las clases me doy un gusto redondito porque en eso estoy en mi zona de confort y soy tratada como una invitada.

Ahora, sin embargo, pienso "qué me conviene", además de en "cómo estoy más a gusto".

Silvia Parque

martes, 27 de noviembre de 2012

¿Cómo se llamarán mis hijos?

Aunque cuando era niña no me imaginaba haciendo de mamá, sí empecé a pensar desde no sé que edad, en cómo se llamarían mis hijos. A Dios gracias, no habrá niños que carguen con mis ocurrencias adolescentes.

Dejé de nombrar por adelantado por unos años, y luego volví a hacerlo. Mucho antes de que llegara el momento de la maternidad -del deseo de hijo-, me llegó la cosquilla por escoger nombre. Un jueguito muy cultural.

A veces me pongo a escribir los nombres elegidos, dibujando la letra. Una niñería, como escribir el nombre "del niño que te gusta" en la última hoja del cuaderno de matemáticas... casi exactamente lo mismo, porque parte del disfrute es escribir el supuesto apellido paterno, junto al mío.

Silvia Parque

Pausas

Me he traído a la casa un vaso con el segundo chai de la tarde, que apenas había empezado a beber cuando terminamos la sesión de asesoría.

La canela me pone nostálgica.

Voy a dejar la docencia por un rato, y por primera vez lo he comentado con uno de mis estudiantes. Fue una decisión difícil, porque después de escribir, es lo que más amo hacer. Pero toca movimiento.

Van a empezar las despedidas.

Silvia Parque

Programa estadístico

Después de meses de jugar al Excel, tengo por fin la versión de prueba gratis del SPSS... catorce días de hacer click donde se pueda. Luego, espero tener el programa en la PC del trabajo, y divertirme ahí.

Kerlinger tiene razón cuando defiende al análisis estadístico, de las críticas que se basan en esperar de él, cosas que no tiene por qué dar. Claro que tiene razón Pablo Fernández cuando dice que los resultados de una encuesta no expresan el pensamiento colectivo... nadie debería suponer que una encuesta pueda hacer algo como eso. Para mí, las encuestas y muchas evaluaciones son, sobre todo, divertimentos; pero sí, sirven para cosas, unas cosas, bien delimitadas... algunas pueden venderse caras... vergüenza le debe dar al que compra lo que no sabe qué está comprando, si es un comprador con títulos académicos.

Silvia Parque 

lunes, 26 de noviembre de 2012

No es lo mismo

En mi casa se recuerda con cariño la canción "La basurita" porque pasamos un buen momento con un par de amigas y esa canción. Aunque no es la única letra de canción mexicana que habla de llorar y llorar, creo que pocas cosas pueden rayar tanto en el patetismo como decirse a sí mismo "basura" y, sin embargo, la canción es alegre y bonita. Finalmente, no es lo mismo "basura" que "basurita".

Silvia Parque

Sentido de la duración

La caja japonesa está lista. Impactante. Bella.

No debo tocarla de arriba -de la tapa restaurada-, sino de los lados, porque la laca tardará en secar como un año.

Ahora comprendo el sentido del tiempo.

Nuestra edad -de la caja y mía- es diferente. Yo estoy viva. Ella permanece.

Silvia Parque

domingo, 25 de noviembre de 2012

De preguntas y respuestas

Fermina, que vive aquí al lado entre los gadgets del blog, es la marca visible de que he recibido el Premio: Si lo quieres lo tomas, y si no, lo dejas [AQUÍ la explicación].

Yo a mi vez, he premiado a los bloggers que más leo:

Susana, que escribe Mi nueva vida.
Dolega, que hace El blog de Dolega.
Rodrigo Córdoba, autor de Psicoletra.
Taty, de Taty y punto.
Otsoa, que escribe GoodPay.GoodFood.GoodFriends.
Jesús Tadeo Sila, autor de De mil humores.
Dana, que escribe Cuaderno azul.
Los hermanos Go y Bri, de Por fin GoBri.
Jesús Chávez Marín y Neb, de Auraed.

Y por último en la lista: Inmagina, quien me había premiado a mí, y quien cumplidamente ha respondido a mi cuestionario, en ESTA entrada, que lleva el título: "Más premios, más preguntas. Las de Silvia y Teo".

Silvia Parque

Expulsión de publicidad

Una semana sin antivirus y mi mundo virtual se llena de recuadros publicitarios. Yo entiendo lo de los comerciales en Youtube -la mayoría dan la opción de quitarlos después de los primeros segundos-; también entiendo que Facebook tenga su columna de anuncios; pero esto es demasiado invasivo.

LOS EXPULSO.

Silvia Parque

Trámites

Domingo con cielo abierto; pasta, carne, fresas; compañía; siesta sin prisa... casi al final de la segunda película: tensión en la espalda subiendo al cuello: gesto fruncido.

No he hecho las cartas para lo de mañana. No están en el correo. No están. Esto no es. ¿Seguro? Es que no entiendo. ¿Cómo se pone esto? ¿Seguro que así es?

Silvia Parque

sábado, 24 de noviembre de 2012

Once preguntas para once bloggers

Inmagina me ha concedido el Premio: "Si lo quieres lo tomas, y si no, lo dejas", honroso galardón ilustrado con la figura de Fermina, a quien pueden conocer en la columna de gadgets, aquí al lado.

Las reglas son: escribir once cosas acerca de una(o), responder once preguntas hechas por quien nominó, y por último, crear once nuevas preguntas y pasarlas a 11 bloggers con menos de 200 seguidores. Yo cumplí las dos primeras tareas en las entradas anteriores, y aquí van mis preguntas:

1. ¿Cantas villancicos en diciembre?
2. ¿Cuánto mientes?
3. ¿Qué es lo que menos te gusta hacer?
4. ¿Cuál es la peor canción que hayas oído?
5. ¿Qué personaje fantástico te gusta?
6. ¿Cómo te consientes?
7. ¿Cuál es tu comida favorita?
8. ¿Cuánto tiempo pasas conectado a Internet?
9. ¿Cómo es tu teléfono celular?
10. ¿Qué es lo primero que te viene a la mente cuando escuchas "México"?
11. ¿Qué hay debajo de tu cama?

Mis once premiados son los once blogs que más leo. Hay varios a cuyos autores no imagino siguiendo el juego, pero no importa, estoy aprovechando la ocasión para decir que me gusta leerlos. El premio se llama "Si lo quieres lo tomas...", porque tomamos la encomienda quienes nos divertimos con ello.

Mi nueva vida, de Susana.
El blog de Dolega, de Dolega.
Psicoletra, de Rodrigo Córdoba.
Taty y punto, de Taty.
De mil humores, de Jesús Tadeo Sila.
Cuaderno azul, de Dana.
Por fin GoBri, de Go y Bri.
Auraed, de Jesús Chávez Marín y Neb.
Y por supuesto: Territorio sin dueño, de Inmagina.

Silvia Parque

Once preguntas respondidas

Como he dicho en la entrada anterior, estoy en pleno ejercicio de las funciones que corresponden a una ganadora del Premio: Si lo quieres lo tomas, y si no, lo dejas.

A continuación, respondo el cuestionario de Inmagina:

Uno.- No fumo; he dado un par de fumadas a algún cigarro, alguna vez. No me molesta que fumen; al contrario: tengo asociado el cigarro con mi abuelo, y mi abuelo me gusta mucho, me habría enamorado de él. No me gusta, sin embargo, que fume mi marido, en su actual condición de flaco desvelado -eso no impide que me encante verlo sostener el cigarro en la mano, llevárselo a la boca, dejarlo en el cenicero-.

Dos: Bebo de tal forma que siento que es mentira si digo que bebo, y si digo que no bebo. De cuando en cuando un poco de vino, sobre todo esos vinos generosos que son para señoras de antes. Me embriago muy fácilmente, así que lo dejo para cuando estoy en casa -me encanta la sensación-.

Tres: Creo que mi único sueño incumplido es de esos que no se cuentan en público, y tiene como protagonista a Joaquín Sabina. Como muy pronto dejó de interesarme cumplirlo, puedo decir que todos mis sueños se han hecho realidad.

Cuatro: Mi tendencia política es de izquierda y hacia el feminismo. No milito ni me identifico con ningún partido, ni soy feminista. Suelo estar en "la oposición".

Cinco: No tengo religión. Mi religiosidad se desprende de la tradición cristiana, e incluye prácticas del catolicismo. Creo en un Dios que es la mejor de las creaciones humanas -no recuerdo de quién es la idea-. Así que soy creyente -en serio-.

Seis: No sé de géneros musicales; me gusta alguna música clásica, pero casi todo lo que escucho es pop.

Siete: El último libro que leí fue, por enésima vez, "Puros de amor", de Luis Kimball.

Ocho: Mi mayor afición es ver películas; aunque prefiero el teatro, al cine lo tengo más cotidianamente presente; veo pelis buenas y malas, nuevas y viejas, de todos los géneros. No me digo cinéfila porque con dificultad recuerdo los títulos, pero me encanta el cine.

Nueve: ¡No puedo escoger una película favorita! Si pudiera, creo que sería Fanny y Alexander, de Ingmar Bergman.

Diez: Estoy casadísima. Nunca firmé un papel. No dije "sí" frente a un altar. Nos casamos a nuestro modo, y este diciembre habrán pasado diez años.

Once. Este cuestionario me parece el cumplimiento de una fantasía infantil, en la que yo era invitada en El Show de Cristina, y me preguntaban sobre mi vida :)

Silvia Parque

Once cosas acerca de mí

Inmagina ha tenido la amabilidad de concederme el Premio: Si lo quieres lo tomas, y si no, lo dejas. Eso me ha puesto contentísima y provoca esta entrada y las dos siguientes.

Mi premiadora ha publicado once de sus manías -o sus once manías-. Yo haré saber al mundo, once cosas que no sé.

1. No sé anudar las cintas de los zapatos.
2. No sé a dónde van las cosas que se pierden.
3. No sé si tendré un Gol blanco o un Bora negro.
4. No sé calcular la raíz cuadrada, ni cúbica, ni de otro tipo.
5. No sé cuándo estará mi casa limpia y en orden, más de cinco días seguidos.
6. No sé usar el delineador de ojos, menos sí es líquido, y mucho menos si tengo prisa.
7. No sé si debería tratar de recuperar mi cuenta de Skype, o abrir otra -ya van como cuatro-.
8. No sé por qué me dan ganas de orinar justo cuando me acabo de acomodar bajo las cobijas.
9. No sé qué va a ser del país en el que vivo, pero si sigue por el mismo camino, huiré en cuanto sea posible.
10. No sé cómo voy a recibir el siguiente capítulo de Cuéntame; es demasiado esperar... ya habrá crecido la niña.
11. No tengo la menor idea de qué puedan pensar o sentir las tortugas (o el equivalente en tortuga de pensar o sentir).

Silvia Parque

viernes, 23 de noviembre de 2012

Amistad

Tengo una amiga que suele llamarme por teléfono cuando sale del trabajo. Vivimos cerca, pero nos vemos poco para poder quejarnos de que nos vemos poco y reclamar a la otra lo ocupada que está y su poca disposición para desplazarse a visitar. Por su plan tarifario, conversamos en lapsos de cinco minutos (cada cinco minutos, colgamos y me marca de nuevo). Hay dos o tres temas a los que damos vueltas; nos ponemos al tanto sobre lo que está en curso, nos enviamos besos y nos deseamos buena noche.

Es uno de los panes nuestros de cada día, por los que doy gracias a Dios.

Silvia Parque

Comiendo limón

Si la vida te da limones, aprende a hacer limonada.

Me entretengo viendo videos de bebés, y caigo en uno de los tantos que muestran la reacción ante el primer limón. No me simpatizan los papás que usan a los niños como juguetes, pero esta gracia sí me gusta, porque de todos modos, los niños habrían de probar el limón algún día, y no es algo que vaya a hacerles daño o que sea doloroso; el limón es bueno.

Este es el video. Me llama la atención la diversidad de actitudes, que resumo en tres: aunque para todos, el sabor es más o menos sorpresivo, algunos viven la experiencia con alegría, otros se recomponen de inmediato y se alegran; otros, en cambio, están molestos o quedan molestos. Creo que así mismo enfrentamos lo ácido en la vida.

Silvia Parque

Llorar

Yo no lloraba cuando era niña; habré llorado cuando tuviera que, pero en general no era llorona. No sé de bebé, porque fui dificilita; pero de niña grande: no.

Me volví llorona en la edad adulta. Pasé un rato adolescente llorando por mi amor platónico, pero era un llanto muy provocado, muy de performance vital. Ahora no: brota como broma hormonal. Hay canciones que de rigor me sacan lagrimitas (pocas veces me pasa con las personas -intimo poco y con pocas personas-).

Qué extraño gusto, poner canciones o películas para llorar; qué extraño que se sienta tan bien. Supongo que es el gusto por la intensidad; nos hace sentirnos vivos.

Silvia Parque

jueves, 22 de noviembre de 2012

Regular la venta de churros

Esta tarde no pude resistir la tentación de un churro calientito, recién hecho. Como solamente vendían la bolsita con varios, terminé comiendo unos tres churros y medio. No puedo estar más llena, y sin embargo, querría cenar. Mientras decido entre la pieza de pollo frito -gracias a Dios no pedí más que una-, y las manzanas y mandarinas sobre la mesa, termino con la mitad que hacía falta para decir que comí cuatro churros.

Ante el peligro que esta situación representa para mi vientre y mis muslos, propongo que alguien con menos sentido común que yo, envíe una iniciativa de ley a la entidad que corresponda, para regular la venta callejera de churros. Cada churrero debería ubicarse a suficiente distancia de donde yo pueda pasar.

Silvia Parque

Casi un héroe

Necesito un asistente. En realidad: un empleado doméstico, un asistente, un masajista, y un mecenas que les pague. En lo que llegan, mi amante esposo cumple con las funciones que ellos tendrían -no hace de mecenas, pero no me cobra-. Ahora tiene la encomienda de entregar los papeles del primer trámite rumbo a mi título de Maestría. Hoy nos los han devuelto. Se acerca peligrosamente el plazo límite. Me dice que todo saldrá bien, que él se encarga. Es casi heroico.

Silvia Parque

Palabras difíciles

Cuando era niña, la palabra "inflamable" me confundía; mi lógica decía que lo que causa flamas es "flamable", pero esa palabra no existe.

Cuando era adolescente, en un concurso de ortografía, escribí mal la palabra "mojiganga": en el concurso de mi escuela y en el concurso entre escuelas. No tenía idea de qué sería eso.

Cuando empecé a dar clases, a pesar de que sabía perfectamente cómo se escriben "exento" y "excelente", las revisaba cada vez que las escribía.

Silvia Parque

miércoles, 21 de noviembre de 2012

O con mala reputación, pues

He visto varias veces "Lo que el viento se llevó". Tuve el libro en una edición muy bonita, pero no lo leí -ahora no lo leería-. En la película, dice un personaje que: "con valor, se puede morir sin reputación"...

Silvia Parque

La memoria selectiva y las etapas vitales

Es común que los adultos hablen de la niñez como un periodo casi sin nada más que "contento"...  lo que me parece realmente llamativo es que hablen de las experiencias de la adolescencia y la juventud, como si fueran, digamos... poca cosa; como si, por ejemplo, los amores de ese tiempo, frágiles y en gran medida imaginarios, no hubieran calado hondo y no hubieran significado mucho.

Sin estar preparados, empezamos a vivir por nuestra cuenta, a los doce, trece, catorce años, en la medida en que vamos teniendo una verdadera vida privada. Muy pronto, alrededor de los dieciséis, decisiones y actos van marcando un rumbo. Una década más tarde, vemos a los muchachos y nos parecen nada más niños. Claro que son niños en un par de sentidos, y que no tienen idea de mucho -ni nosotros de tanto-, pero ya están metidos en la vida: completitos.

Silvia Parque

Lo que me gusta del vino

Del vino me gustan, primero, las botellas; algunas me parecen estupendas. Además, me encantan los corchos; más los que están super-sujetos con una estructura de metal.

Del vino en sí mismo me gusta el aroma, y el efecto. Sobre el sabor puedo decir que apenas me mojo los labios: disfruto solo unos pocos vinos baratos, y poco. De cualquier forma, creo que hay momentos que van mejor con un vinito.

Silvia Parque

martes, 20 de noviembre de 2012

La ropa no se lava sola

Hay tres opciones cuando se descompone la lavadora: lavar la ropa a mano, llevar la ropa a lavar, o usar la ropa sucia.

Después de varios meses con la lavadora descompuesta, puedo agregar que no hay más que agregar: hay tres opciones cuando se descompone la lavadora: lavar la ropa a mano, llevar la ropa a lavar...

Silvia Parque

Yo creo que hay más gente de su lado...

Cuando dejé el rancho grande en el que pasé toda la vida, sabía que me iba a instalar en la región más conservadora del país. Pero vivirlo es diferente. Como persona adulta adaptable, cambié algunas formas de conducirme; por ejemplo: allá coqueteaba sin cuidado -¡Ave María Purísima!-; acá, no...

Buscando espacios donde caber mejor, encontré la virtualidad. Me acomodé. De cualquier forma, de tanto en tanto me siento apretada en unos... digamos... parámetros culturales que no me parecen.

Hoy, un acto de conservadurismo me hizo recordar una idea que tuve a raíz de leer el blog Mi nueva vida, de Susana y un periódico católico que se llama El Observador. Creo que liberales y conservadores* nos sentimos igual de rodeados por una mayoría opuesta a nuestra postura, a la que consideramos poderosa. Me llama la atención. Susana y yo estamos literalmente en lados diferentes del mundo, así que podría ser que ella estuviera realmente rodeada por una mayoría progresista y que yo estuviera realmente rodeada por una mayoría conservadora; pero la publicación católica que he citado es mexicana y ellos también sienten que van contra corriente de un modelo predominante, ¡igualito que como yo siento!

*Las etiquetas son un facilismo: este es un blog personal donde prefiero la velocidad de la escritura al rigor conceptual. Estoy lejos de convenir con el liberalismo económico, por ejemplo.

Silvia Parque

Razón para posponer

Es interesante considerar las razones por las que posponemos cosas importantes, que nos interesan o convienen. Me pasa con las cuestiones alrededor de la titulación de mi Maestría. 

Podría ser que me titulara, y no pasara nada más que el hecho de que cuando me digan "maestra" -por querer decir "profesora"-, estén literalmente en lo cierto. Pero también podría ser que aprovechara algunas ventajas que da el grado, y sobre todo, que cerrara un ciclo y comenzara otro: nuevo. 

Yo creo que -muchas veces- posponemos cosas como esa, por miedo a perder los pretextos que nos mantienen detenidos, o caminando en círculo.

Silvia Parque

lunes, 19 de noviembre de 2012

El día libre, en un trabajo administrativo de tiempo completo

Este feriado ha sido un poco un oasis, y no me gusta mucho vivirlo así. El tiempo que solamente di clases, los días libres caían bien, pero no los esperaba con necesidad. La docencia puede ser muy absorbente, pero cuando apasiona, no cansa: claro que el cuerpo desvelado o desmañanado puede pedir más horas de sueño, pero no hay fastidio. Al menos, en mi caso, era tan bueno que fuera lunes como que fuera viernes, porque estar frente a grupo, revisar trabajos, cenar o ver una película, entran en el mismo buen paquete. Un trabajo administrativo de tiempo completo, cumpliendo un horario de tal a tal hora, es otra cosa... al menos para mí. Las tareas que desempeño me gustan, pero la dinámica es tal, que hace desear el fin de semana y los días libres... y no me gusta mucho vivirlo así.

Silvia Parque

Junkie

En algún sentido, he sido como una junkie sin droga. La imagen es suficientemente ilustrativa para transmitir cabalmente quién o qué he sido.

He hecho lo que me ha dado la gana, y muchas veces no ha sido lo conveniente. Ha estado bien, porque me gusta mi vida; pero me ha metido en líos, sobre todo psíquicos, y a veces los precios los he pagado con intereses.

Diría que es una suerte encontrar compañía para un camino como el que era posible para mis pies -con dedos en forma de garra y que se tuercen-, pero la verdad es que el que pudo enredarse en mis piernas, formó el eje de este sentido-dirección, por el que vamos yendo. [De cualquier forma, para él: gracias]

Silvia Parque

Lo que me rodea

Junto a mí, un hombre restaura una antigüedad japonesa: una caja como la que recibiría una concubina -me cuenta-.

Huele a esmalte. No es una reparación profesional -me advierte-.

Es una caja para mis cosas.

De estos objetos se llena mi casa; la recámara.

Hace un par de días, una visita declaró que aquí no hay lo que debe haber en el hogar de una familia. Hay una mesa, donde comemos -respondí- y una cama.

Pero hay más que eso, en realidad, y esas cosas me hacen feliz.

Silvia Parque

domingo, 18 de noviembre de 2012

Aquí se rompió una taza

Una de las dos tacitas de mi casa perdió su asa. Fui a reponerla al negocio de donde salió, y ya no había. Pude haber comprado otra, pero no quise; no quiero de otras.

Así que ahora hay una taza nada más, por lo que falta una. Hay también una taza térmica con tapadera -de las que son para transportar la bebida-; pero no es lo mismo.

Silvia Parque

Ser princesa

Dice Sabina en "Pongamos que hablo de Madrid", que "las niñas ya no quieren ser princesas". A mí ya no me tocó querer. Nunca cupe en los modales que mi abuela hubiera querido que tuviera y más o menos pronto preferí, digamos, recorrer el mundo a pie, en lugar de tomar el té en un saloncito.

En México, esta decisión -ser o no ser princesa- culmina en la celebración de los XV años. Tradicionalmente es una gran fiesta donde -ahora figuradamente- se anuncia a la sociedad -constituida por parientes, amigos, conocidos y amigos de los conocidos- que la niña creció. Yo preferí un coche. 

Ayer, la última princesa de mi familia se vistió de rosa y fue más princesa que nunca, mientras todos veían lo hermosa que ha crecido. Sus amigos le desearían felices XV; nosotros -que la amamos-: feliz vida.

Silvia Parque

sábado, 17 de noviembre de 2012

Compiten por mí, después de la medianoche

Cuando pasan las doce de la noche -y formalmente cambio de día de la semana-, el sueño y el antojo compiten entre sí por apoderarse de mi cuerpo (mi voluntad, bien mustia, se les entrega desde que aparecen -al fin ya sabe que tiene las de perder-).

Le dejan bien poco a la tímida conciencia del "ve a lavarte la cara". No queda nada para el escondido conocimiento de que "hay que limpiar la mesa". Gana el sueño.

Silvia Parque

Cada oveja con su pareja

Un hombre se instala como medida de lo bueno, y el resto del mundo queda en condición de exceso o deficiencia. 

Ya no es posible saber si una quiere al tipo con todo y defectos, o a los defectos en sí mismos, por contribuir a que sea él. Tan bueno es que sea él.

Silvia Parque

Querétaro... la leyenda

Estoy impresionada con "Querétaro... la leyenda", obra de Luis Rabell que se presenta en el Corral de Comedias... y en los callejones de alrededor.

Los diálogos de los personajes son fascinantes. Los personajes a la manera de Rabell, son fascinantes. Las imágenes logradas...

Si ya tiene lo suyo nada más estar en el Corral, no se diga con la puesta de "Querétaro..."

Silvia Parque

viernes, 16 de noviembre de 2012

La jamaica

El sabor de la jamaica me recuerda el de la granada. Si su aroma me parece una invitación, su color me parece claramente excitante... Me gusta comer las flores que quedan en la tacita de mi té; muchas, porque lo preparo intenso.

En cambio, preparo agua de jamaica desabrida, apenas coloreada -sin azúcar-, y disfruto mucho la experiencia, sin que me guste mucho la bebida.

¡También están los ponches de diciembre! Jamaica, piloncillo, canela, nuez...

Silvia Parque

Niños pequeños

Las crías de cualquier especie me resultan interesantes y conmovedoras.

Siento un interés especial por los cachorros humanos. Creo que viven en la intensidad: sus dramas y su alegría son totales, sus descubrimientos son terribles, sus días pueden ser una odisea y sus esperas, eternas. No tienen pasado, que es casi como no tener nombre.

Cuando empiezan a ser civilizados, entre que se resanan y los barnizan, van perdiendo la gracia.

Silvia Parque

Ausencia

Algunas cosas están por ahí, te acostumbras, las quieres, te gustan; pero no sabes que te gustan, que las quieres y qué tanto han sido parte de tu vida, hasta que no están.

Me pasó con la música.

Silvia Parque

jueves, 15 de noviembre de 2012

La edad adulta

"Dicen que soy..." Mala hierba

La edad adulta es un descanso. No es necesario impostar, ni hay que estar preparándose; se instala el tiempo presente.

No me gustó ser niña. Tuve una niñez con Barbies y comida de la abuela, pero quería crecer. Fui feliz de vivir la pubertad y la adolescencia, y aunque en ese momento la explosión cotidiana de maravilla no me habría dejado creerlo, fue mejor pasar a la década de veintitantos, y llegar al lujo de cumplir treinta, treinta y uno, treinta y dos; como ser fruto.

Silvia Parque

Si el amor fuera un objeto que se toca

Si el amor fuera un objeto tangible no sería una esfera sólida, brillante, de superficie lisa, de material incorrupto. Sería un plasma bullente, escurriendo, engullendo cualquier cosa para reconstituir su desgaste,  ensuciándolo todo. Le diríamos a los niños que no se acerquen. Nos esconderíamos después de haberlo llevado a donde no pudiera regresar: como a un perro muy querido que hay que abandonar en un lugar donde pueda morir sin que lo veamos.

Silvia Parque

Traducción al mexicano

Tengo una amiga, Ro Blasto, que está convirtiéndose en oncóloga; parte de la transformación tiene lugar en la Madre Patria. Hoy ha comunicado lo siguiente en Facebook:
Después de todos estos días, ya voy entendiendo el lenguaje gachupe... Yo a mesero: ¿Dónde puedo encontrar un baño? Mesero: ¿Para qué queréis un paño? Yo: Quiero orinaaaar. Mesero: Ahhhh, ¡queréis un "ASEO"! Yo al que sirve la comida en el hospital: ¿Qué son escalopines? -Cerdo... -Ah, ¿y el lacon? -Cerdo. -¿Y el pote? -Costillas de cerdo... 
Me recordó a un buen amigo cubano, para el que los tacos, las gorditas, los huaraches y comer la comida con tortilla es exactamente lo mismo... Sigue con un glosario:
Calcomanía = "pegatinas". Imanes para el refri = "pegatinas". Volante de huelga = "pegatina". Volante publicitario = "pegatina". [En este punto, inevitable pensar en Berto y las pegatinas] Huelga = "destruyamos todo". Cojonudo = carajo. Jolines = carajo. Me cago en la leche = ¡con un carajo! 

Silvia Parque