martes, 31 de mayo de 2022

Buena memoria

 Yo tengo una memoria normal para unas cosas, mala para otras. Tengo problemas regulares para recordar a las personas y problemas serios para recordar los nombres de las personas -con mis estudiantes, es penoso-. Además, vivo esos despistes de llegar a la cocina y no saber a qué iba o no saber dónde dejé algo. Sobrevivo, con metidas de pata importantes, del tipo de olvidar una cita médica de la niña. Afortunadamente, en cuanto a la esencia de mi trabajo, todo funciona bien.

Aparte de eso, tengo una memoria privilegiada para recordar "de dónde vengo". 

Hay una canción cristiana llegadora de Nancy Amancio, que fue muy importante para mí. Dice: "Nunca olvides a qué Dios te llamó / de dónde te sacó / y qué te prometió". Y yo puedo olvidar qué me prometió; llegó a olvidar a qué me llamó; pero tengo clarito y fresco, siempre, de dónde me sacó. Y creo que sobre todo por eso, todo lo vivo como la gran cosa: muy agradecida.

Silvia Parque

domingo, 22 de mayo de 2022

Enferma

Tuve una infección en la garganta. Creo que ya pasó porque hoy termina el tratamiento (antibiótico), pero todavía no me siento bien-bien. Al principio, creí que estaba pagando por una noche de desvelo; sin embargo, al día dos de sentirme mal, me di cuenta de que era el malestar de enfermedad. Eran los días de mi menstruación, que nunca me da mucha lata, pero seguro colaboró para noquearme. Además, ya había iniciado el calor y a mí el calor me afecta la presión. 

Gracias al ibuprofeno y a la amoxicilina, fui medio pudiendo con la vida -tengo mucho trabajo atrasado-; pero entre una cosa y otra, no compré sertralina a tiempo y llevo unos diez días sin ella. NO DEBO QUEDARME SIN SERTRALINA. Ya le he dicho a mi hija que le cambiaré a su madre por un gran perro San Bernarndo y, así como creo que cuidar un perro no es ser mamá, tampoco un perro puede ser la mamá de mi hija. Es solo que por momentos siento que lo haría mejor que yo.

Pero ya mañana compro la cordura.

Silvia Parque

sábado, 14 de mayo de 2022

El día de la madre y los perros

Fue el día de la madre y en esta casa se vivió casi exactamente como quise. Fue muy bonito. Podría hablar de eso o de mi maternidad, pero en su lugar, vengo aquí a dejar lo que pensé después de leer un tweet sobre las madres de macotas.

Cada persona ama a lo que se le da la gana: seres vivos, objetos, ideas. Allá cada cual.

Cabe la posibilidad de que los animales sean parte de la familia. Hay quienes les humanizan. A mí me parece que esto último es malo para los animales; en principio, irrespetuoso.

Así pues, no es raro que se ame a un animal. Y si alguien le siente como "hijo", pues bueno -faltaba más, los sentimientos son los que son-. Que los animales domésticos vivan a su humano como "mamá", también lo entiendo. 

Pero eso no es la maternidad. Ni de lejos. Por más amor inmenso que sientan por sus perros, gatos o lo que tengan. Por más que den su vida por ellos. Por más que esos perros, gatos, conejos, patos sientan, demuestren, valoren o lo que sea...

La maternidad implica hacerte cargo de la formación de una persona. 

Si alguien cree que quiere a su perro tanto como una mamá quiere a su niño, puede ser, tanto porque se puede amar a un perro con toda el alma, como porque hay niños poco -o nada- amados. Pero eso no la hace una mamá. 

El hecho de que el perro, el gato, el conejo o el pez no van a interactuar con su humano con la complejidad y el sentido de las interacciones humanas, nada más lo anoto porque no quiero dejar de mencionarlo; pero basta con lo que ya dije:

La maternidad implica hacerte cargo de la formación de una persona.

Así que no: el día de la madre no es para las que se asumen "mamás" de perros y gatos. Me parece una grosería que piensen que su hacerse cargo de un animal es maternidad: su amor podrá ser muy valioso, sus cuidados podrán ser muy valiosos: aún así, eso no es maternidad.  

Silvia Parque

martes, 10 de mayo de 2022

"Formas infalibles de mantenerse pobre", dice Vázquez

Soy psicóloga social: ni de chiste me subo al tren del mito del hombre que se hace a sí mismo; nunca dejo de ver las condicionantes a partir de lo histórico, cultural, social, etc. Eso no me impide creer en la libertad posible y el alcance de la actividad que parte de nuestra voluntad, capacidad, etc.

Esto como contexto del modo en que leo, cuando me doy tiempo, los correos que me llegan de Jessica Vázquez, que habla y forma en relación con el dinero. Me gusta su estilo. Me gusta cómo piensa. Me es útil lo que comparte.

Hoy leí un correo en el que puso como asunto: "28 formas para ser pobre". Comparte una lista, que tradujo de un señor Hormozi, que a su vez se basa en un Charlie Munger. A mí no me interesa como para ir a las fuentes. Incluye cosas como gastar más de lo que se gana, que no por ser evidentes deja de ser necesario que se mencionen y se pongan sobre la mesa. Yo me he quedado con: "Evita trabajar en lo que importa más". Esa fue mi pedrada.

Silvia Parque

lunes, 2 de mayo de 2022

Ni tan tan ni muy muy

El papá de B y yo estamos de acuerdo en las cosas importantes, pero tenemos estilos muy diferentes. 

Hace unos días, preparé unas papas fritas en cuadritos, las dejé reposar unos minutos, las serví a B y se quemó. Hay un sillón cerca de la mesa: corrió a echarse ahí a renegar-medio llorar. Yo seguía en la cocina. El papá, que estaba en la mesa junto a ella, exclamó que se quemó, llamando mi atención hacia la criatura en el sillón. Yo la vi, le dije a ella que lo lamentaba y alguna cosa cariñosa, pero no me acerqué: seguí con lo que estaba haciendo. Él repitió que se quemó, como si yo no hubiera entendido y le aclaré que me daba cuenta de lo que estaba pasando. Él ya estaba junto a la niña, que expresaba su malestar con movimientos y a él le cayó encima una pierna, en algo así como una patada que no pretendía ser patada, solo era una niña desahogándose. 

Para no describir acto por acto, palabra por palabra, resumiré que él piensa que es necesario acercarnos y acompañar con proximidad física el malestar, contener y consolar ahí junto. Yo pienso que, dado que no pudo ser una quemadura grave, hay que expresarle "condolencias" y dejarle desahogarse por su cuenta. 

Es representativo de cómo vemos y hacemos. Cuando B no come, lo cual es raro pero llega a ocurrir, él busca qué otra cosa darle y repasa lo que pudo hacer para que sí comiera. Yo pienso que ya comerá cuando tenga hambre, no se va a desnutrir por una vez, dos o tres que no coma. 

Silvia Parque