sábado, 31 de agosto de 2019

Quedarte en casa es peligroso

Estar en casa es una bendición a la que hay que tratar con cuidado.

Bueno: es una bendición si tú querías estar en casa; si solo estás ahí por desempleo o incapacidad, pues no.

Pero incluso si tú querías y quieres estar en casa, estás en peligro. La casa intenta esclavizar; puede ser un monstruo que devora ganas de vivir. Es así aunque, como yo, estés en casa sin ser "ama de casa"; mucho más cuando sí lo eres (tan devoradora es, que hay personas que no conciben que se pueda una quedar en casa sin ser ama de casa).

Estando en casa es fácil que dejes de ver a quienes no son familia y que vayas aislándote. Si alguien te trae los artículos que necesitas, puedes evitar salir y vas quedándote encerrada. Las tareas por hacer no terminan y a veces las tareas hechas no se notan. Puede desdibujarse el sentido de cuidar tu apariencia. Hay que tener cuidado con todo eso.

Silvia Parque

miércoles, 21 de agosto de 2019

Si no te ocupas, no les amas


Silueta, Día De Las Madres, Mujer, Madre Con Bebé, Mamá

Las mamás nos equivocamos, a veces somos egoístas, a veces maltratamos. A pesar de, el amor hace que te hagas cargo de enmendar errores, sanar heridas en la medida de lo posible...

Creo que es posible amar y hacerlo rematadamente mal. Haríamos bien en darnos cuenta de eso porque como sociedad tenemos una fantasía con el amor que nomás no cuadra.

"Amo a mis hijos, luego: lo que hago es porque los amo".
Y no.

Puede que los ames y que tu motivación esté en tus necesidades de seguridad, de logro, de otras cosas que no son el amor hacia ellos. Puede que tu idea sobre el amor te impida notar que los dañas. Puede que muchas cosas nada buenas, mientras les amas. El amor es de muchas formas y el de las personas rotas a veces está torcido.

Pero no es posible amar y no ocuparte de tus hijos. Si no te ocupas, no los amas. Quién soy yo para juzgar casos particulares; pero en general, creo que el amor está en la medida en que una se ocupa de ellos. No quiero decir que la mamá súper trabajadora que se desvive por cada detalle ame más que las mamás tan flojas como yo puedo ser: cada cual su estilo, valores y posibilidades. También está la imposibilidad física o mental... pero si puedes ocuparte y no lo haces, no los amas.

Silvia Parque

viernes, 16 de agosto de 2019

La maternidad me reforma


He tenido unas semanas muy demandantes.

Como ilustración: apenas B empezaba a hablar de nuevo, dejó de orinar en el baño.

 Tuve que hacerme cargo del hecho de que estuve maltratándola.

Hay un pacto social entre adultos para no llamar "maltrato" al maltrato de mamás y papás que cuidan y dan  afecto; como si cuidar y dar afecto hiciera imposible que maltratemos.

Yo creo que mis esquemas mentales me protegen de pegar o insultar: no está en mi mundo de posibilidades; pero cuando me descontrolaba le hablaba muy feo, empecé a sujetarla con exceso de fuerza y hasta a jalonearla cuando debía moverla. Ella, bendito sea Dios, protestó como pudo. Yo controlé "lo mío" y sigo las indicaciones de la psicóloga para contener y encauzar "lo suyo".

No sé que habría pasado si no hubiéramos buscado apoyo profesional.

En mis tiempos, niñas y niños solían tener pláticas del tipo de:
- Mi papá es muy alto.
- El mío más.

Pienso en eso cada vez que alguien menciona lo inquietas que son sus criaturas. La mía, más. Al menos dos pediatras especialistas y dos psicólogas opinan que es así. Y yo soy la clase de persona que para alcanzar algo se estira hasta casi caer de la silla, con tal de seguir sentada. O era... La maternidad me está reformando.

Silvia Parque