martes, 30 de marzo de 2021

Apuestas en la crianza

Usualmente, mi hija se queda dormida junto a mí, en mi sillón; cuando según yo, ha llegado al sueño profundo,la llevo a su cama. Soy buena para hacer ese cálculo; sin embargo, puede pasar que esté bien dormida y se queje cuando la muevo; entonces, a veces la dejo en mi sillón; a veces, como hoy, me la juego. Y ha sido malo. Despertó, lloró, lloró, lloró, pataleó, se retorció, me empujó, me atrajo hacia ella... Sufrió bastante.

Mi ser mamá es un continuo tomar decisiones que son una apuesta. Trato de tener información suficiente, de poner atención, de reflexionar, pero de cualquier manera podría equivocarme... o elegir bien e implementar mal...

No me atormento cuando fallo porque una golondrina no hace verano; pero es tan malo que ella sufra, que me importa mucho no añadir posibilidades de que la pase mal a todas las que ya vienen con la vida. . 

He puesto música relajante y funcionó. No sé que tan dormida está, pero duerme. 

Silvia Parque

lunes, 15 de marzo de 2021

Los anuncios que me tientan

Tengo dos perfiles de Facebook y en ambos me encuentro con la famosa Thermomix. ¡Qué cosa más chula de bonita! Tengo más de un contacto mostrándola y yo podría ver 500 fotos de platos lindos antes de aburrirme, así que ahí me tienen, tratando de no detenerme a ver qué más se puede hacer con el electrodoméstico de moda.

Por otro lado, se incrementó exponencialmente la cantidad de personas en mi vida que venden Betterware y yo, que amo los catálogos de artilugios para la vida doméstica, ahora me topo por aquí y por allá con imágenes de las novedades que compraría si mi presupuesto lo permitiera.

Y están los postres. Le doy "me gusta" o "me encanta" a cada postre anunciado que se me antoja y Facebook, supongo que creyendo que eventualmente compraré algo, hace que aparezcan en mi muro una serie de delicias que me motivan a hacerme rica para encargarlas todas. De algún modo, es como si Facebook tuviera fe en mí... en mi capacidad adquisitva... es alentador.

Silvia Parque

jueves, 18 de febrero de 2021

Ya no es un honor...

Me gustaría vivir en un mundo donde solo se me ocurriera publicar sobre mi crema de día, el aroma de mi café y la belleza de mi hija, pero pues no. Hay una pandemia, lo vecinos tienen un clima terrible y las noticias... Retomaré mi sana práctica de evitar los noticieros: estar tanto en casa me hizo volver a ellos, pero es suficiente. No falta el día en que algo impactante me genere una opinión, pero estoy muy ocupada y hay bastantes opiniones mejor formadas que la mía, así que lo dejo entre yo y yo. Sin embargo, antes de interrumpir mi contacto con las noticias, me parece importante "actualizar mi declaración pública de principios".

Ya no considero "un honor estar con Obrador". 

Si pudiera regresar al pasado, volvería a votar por él, dadas las opciones; pero qué pena me daría hacerlo sabiendo cómo sería su gestión. Sí sabía que era una persona terca, autoritaria y, digamos, de "moral conservadora"; pero pensé que el movimiento, que toda la gente alrededor e incluso su vocación de servicio, contendría eso. Puedo estar o no de acuerdo con algunas de sus ideas o acciones y, bueno... No he participado en críticas a lo que dice y hace porque creo que se van por donde no es... Sin embargo, sus dichos sobre la candidatura de un tipo formalmente acusado de violación son la gota que derrama mi vaso. 

Cuando se vuelva a corear "el violador eres tú" y se llegue a la parte de "el presidente", va a quedar clarito por qué.

Silvia Parque

sábado, 30 de enero de 2021

Cuerpo entero

Ayer, en medio de todo el trabajo del mundo, me di vacaciones. Se presentó la oportunidad y, sin haberlo planeado, me di la tarde y la noche y me sentí feliz -muy consentida- y reconstituida. La última vez fue después de navidad, así que estoy calculando que requiero una escapada al mes...

Tanto entonces como esta vez, me vi de cuerpo completo. En casa no tengo espejos grandes, así que no puedo verme entera. Fue como volver a ver a alguien querido después de mucho tiempo. Me llama la atención que recordé mi imagen de un mes atrás, cuando pude verme de cuerpo entero; pero durante ese mes transcurrido no tuve mi imagen en mente... Cuando iba a casa de mi abuela, antes de la pandemia, sí tenia mi imagen "fresca". O sea: me olvido de cómo me veo.


Silvia Parque

viernes, 22 de enero de 2021

La sertralina y yo

 


Esta es una captura de pantalla de la página de "PLM", una editorial médica (https://www.medicamentosplm.com/Home/AboutUs), en la entrada que dedica a la sertralina.

Cuando estaba en la universidad y empecé a estudiar sobre la violencia, evidentemente me topé con la violencia de género; así conocí una idea que entonces me revolucionó el entramado sobre el tema: el consumo de alcohol no causa la conducta violenta de hombres contra sus parejas mujeres, como era común creer. Una vez que entiendes cómo funciona, parece de lo más evidente; pero si tienes mi edad o más años, habrás crecido escuchando que Fulano le pegó a su novia o a su esposa porque estaba borracho. Me recuerdo como de 19 años, leyendo que una persona tan borracha como para realmente no saber de sí, no tiene capacidad motriz para pegar -y atinar-; el borracho está desinhibido, pero ningún borracho come lumbre y, en todo caso, el hombre que sabe qué efecto tiene el consumo de alcohol en él y lo consume, está decidiendo ponerse en la situación de vivir ese efecto -si no puede evitar consumir, sí podría evitar consumirlo estando con su pareja-.

Siempre pienso en eso en relación con mi necesidad de sertralina.

Una tarde, hace como dos años, llamé al número de emergencias porque no podía más. Mi hija lloraba y yo estaba a punto de estallar. Me dieron una excelente atención de primeros auxilios psicológicos y casi al colgar comencé a buscar un psiquiatra o un neurólogo para hacer una cita. Ya había ido con un neurólogo años atrás; me diagnosticó Trastorno de Ansiedad Generalizada, me recetó medicina carísima y yo salí de un hoyo de aquel momento. Esta vez, la receta fue mucho más accesible: neupax y sertralina; pero el neupax me duerme y eso no es compatible con cuidar una niña y trabajar, así que solo tomo la sertralina. Luego, B tuvo su propia receta y estuvimos bien... Tan bien, que a veces olvido cuánto necesitamos, las dos, tener lo que nos han recetado.

A veces, me quedo sin sertralina un par de días y no pasa nada; pero esta vez me quedé sin sertralina como una semana y coincidentemente, B se quedó sin lo suyo. Malo. Muy malo. Ella de lo más irritable y yo de lo menos paciente al mismo tiempo. Le grité en más de una ocasión cada uno de estos tres días. Cada vez me disculpé con la consciencia de que la disculpa, cuando no hay cambio de conducta, es manipulación: cada vez sentí que "me ganaba" la desesperación. Le pedí a gritos que por favor dejara de quejarse y de llorar. ¿Y saben cuánto le hace daño la sobrecarga sensorial a una niña autista? Bastante. ¿Y saben qué tanto sobrecarga sensorialmente una mamá gritando? Mucho. Gritar es maltratar por más que lo hayamos normalizado. Si yo necesitaba gritar, podía salir unos segundos y gritar al aire, pero todavía no consigo construir ese muro infranqueable que me impida el grito, como sí hay un muro infranqueable que me impide pegar -ni se me ocurre, vaya: no tengo que proponerme no hacerlo porque no está en mi universo de posibilidades-.

Habrá ese muro, como que me llamo Silvia. Y no vuelve a faltar sertralina en esta casa, haya que hacer lo que haya que hacer.

Silvia Parque

martes, 12 de enero de 2021

Economía doméstica

Una configuración de variables me convirtió en una persona que economiza súper bien en cuanto a la comida. Me hace sentir satisfecha de mí misma, aunque me queda claro que a mi mamá le daría pena verme envolver el picadillo que salió del burrito de mi hija para llevármelo. ¡Pero le preparé un huevo increíble con ese picadillo!

Me molesta desechar lo comestible, así que trato de no hacerlo. ¿Ramitas de las espinacas?, ¿un bocado que sobró? En algo podrá aprovecharse; por ejemplo, en un caldo. ¡Amo los caldos! Son de lo más barato, sustancioso y nutritivo. Teóricamente, podrías hacer un caldo con agua y un pedazo viejo de cebolla... no saldría bueno, pero podrías. 

Nunca necesito los ingredientes exactos o completos para preparar algo; tal vez lo preparado ya no pueda nombrarse "X", pero será comestible y a veces la nueva versión es realmente buena. Me asombra todo lo que lamenta, el papá de mi hija, no tener un ingrediente u otro cuando va a cocinar.

Silvia Parque

miércoles, 6 de enero de 2021

Muy regaladas este Día de Reyes

Nunca en la vida había estado tan ocupada como ahora, por eso hace tanto que no escribía aquí; pero esta es como una "mi casa" virtual, un espacio muy mío. Una vez alguien dijo que era como un diario público y no en mi caso, pero entiendo esa impresión porque aquí vuelco intimidades. El caso es que es aquí donde puedo y quiero publicar lo MUY FELIZ Y AGRADECIDA que estoy por el desarrollo de B; no solo aquí, sino con ustedes, mis amigos blogueros, que tanto cariño nos han dado.

Como saben, B tiene Síndrome de Turner. Hace ya años, cuando su pediatra endocrinóloga indicó iniciar el tratamiento con hormona de crecimiento, no respondió bien y, como a pesar de la disminución en el ritmo de crecimiento seguía creciendo, la doctora consideró prudente suspender las inyecciones y esperar. Luego, vino lo que podríamos llamar el "shutdown" que nos llevó al diagnóstico de autismo, así que pensamos que era mejor no agregar el elemento hormona a lo que estaba viviendo, dado que, gracias a Dios, seguía creciendo.

Ayer la llevé al consultorio particular de la doctora porque ya tenía más de un año sin que la viera presencialmente. Con la pandemia se suspendió la atención que recibía en el sistema de salud pública y habían pasado como nueve meses de una consulta telefónica. Yo sabía que crecía por la ropa y los zapatos; pero ¿sería significativo?, ¿suficiente? ¡Pues crece bastante! Los genes de la familia de su papá le ayudan con la estatura; pero por esa vía o la que sea es Dios encargándose, como se encarga siempre de todo lo que pongo en sus manos

La doctora me advirtió que, en general, como a cualquier niña con ST, estaría indicado hormonarla; pero sugirió seguir esperando porque su tamaño la coloca en el percentil 75 de niñas con ST . Eso la deja en el percentil 5 de niñas sin ST, pero ser la más bajita de su salón no es discapacitante. Por lo demás, sus varios exámenes -análisis de sangre- dicen que es una niña saludable. Y siempre recuerdo la lista de las comorbilidades posibles, de todas las complicaciones de salud recurrentes en las niñas con ST, que ella no padece.

De Dios es la honra, la gloria y el poder.

Silvia Parque