viernes, 31 de mayo de 2013

Verdaderamente les tomamos cariño

Estaba muy ocupada como todos los días, desvelada como casi nunca, pero interrumpí con gusto para oírla con calma y con toda mi atención. Iba a compartirme que le había ido bien en el examen que le preocupaba; me contó lo que ha hecho diferente este cuatrimestre, y lo contenta que está porque ve que vale la pena.

De las tres personas que estamos en el Departamento, soy la que no trabaja directamente con los estudiantes... excepto con los becarios... de hecho, con los becarios se puede decir más literalmente que trabajamos "con" ellos: a los otros les brindamos un servicio. Les decimos zalameramente lo importantes que son para nosotras, les ofrecemos lo que tengamos en el cajón de suministros alimenticios; pero quién sabe si se enteren de que verdaderamente les tomamos cariño.

Silvia Parque

miércoles, 29 de mayo de 2013

La hora de la comida

La "hora de la comida" dice mucho de nuestras vidas. Sea que la comida principal sea el almuerzo, lo que en México llamamos "la comida" o la cena, cómo pasamos ese momento, qué hacemos, en dónde y con quién, dice mucho de nuestro momento vital. Lo que disfrutamos, lo que no disfrutamos y lo que nos molesta o lo que nos preocupa en relación con la "hora de la comida" es una ilustración representativa de la temporada por la que estemos pasando.

Silvia Parque

Agradeciendo

Desde mi puesto de trabajo puedo ver personas luchar para salir adelante, a veces solas, y a veces más que solas, porque sus más cercanos no solamente no les apoyan, sino que representan un obstáculo. De cualquier manera, me rodeo de privilegiados con cierto grado de estudios o con un trabajo.

Todos tenemos cargas y vacíos que nos hacen, en algún momento, tropezar, detenernos, caer, desertar -a veces, desertar de vivir-. También contamos, todos, con recursos; pero algunos tienen apenas poco más que el aliento de vida que les sostiene, y otros hemos sido privilegiados con abundancia de todo lo que podamos necesitar. Ante el tropiezo y la tentación de inmovilidad, es bueno mirar con detenimiento lo que está a nuestro alrededor, y agradecer.

Silvia Parque

Moscas en su lugar

Gracias a una estrategia desconocida pero que tiene que ver con una especie de bolsas con líquido amarillo, las moscas han desistido de su intención de cursar estudios universitarios en la honorable Casa de Estudios donde presto servicios administrativos.

Ahora se comportan como moscas, y toca comprenderlas. Cada mañana, aparecen dos, tres o cuatro en el Departamento, mueren por el efecto del insecticida disfrazado de aromatizante, y son sustituidas por algún pequeño grupo de refuerzos.

Hoy, veo a una mosca tocar con sus patitas una migaja -por acá les dicen "boronas"- de galleta integral. Voy a espantarla, pero me detengo. Si le pongo comida en la mesa, es como haberla invitado. Al final del día, otra mosca -supongo que es otra- husmea acercándose al fondo de mi vaso de agua de horchata. El sedimento que queda en el fondo debe serle irresistiblemente apetecible. La dejo en paz.

Silvia Parque

martes, 28 de mayo de 2013

Lo que tiene la vida

"Vivir es lo más peligroso que tiene la vida". Alejandro Sanz

Explorar posibilidades es abrir las puertas a la vida. Probar cosas nuevas hace que cada día valga la pena; pequeñas cosas nuevas: un nuevo sabor, una variante en la actitud... por probar. 

Correr el riesgo de movernos hacia una vida plena, puede ser como pasear por un parque temático. De todos modos vamos a morir un día; si se le analiza bien, perdemos poco que valga la pena, con intentar vivir como hemos soñado.

El mejor momento es el peor momento: en el que tienta más la cama -no la cama rica sino la cama escondite del mundo-. El momento justo es cuando se puede, y un día se puede; se sabe que se puede.

Silvia Parque 

lunes, 27 de mayo de 2013

Tolerancia

Creo que no hay que ser tolerante con lo que no queremos en nuestra vida. La tolerancia es indispensable para convivir con los demás; sería bueno que la aceptación la hiciera innecesaria, pero basta con que, donde falte aceptación, haya tolerancia. Tal vez yo creo que los niños deben mantener la compostura en el supermercado, pero si los papás del niño de enseguida no piensan lo mismo, puedo cambiar de pasillo, o usarlos como objeto de estudio.

Pero no tiene por qué haber tolerancia en cuanto a lo que "entra" en nuestro mundo: con quién y cómo pasamos los momentos que elegimos compartir, cómo y cuánto comemos, qué le pedimos al día o a la noche que comienza. 

Silvia Parque

A veces sí, a veces no

A veces, contemplando la necesidad de que alguien se haga cargo de alguna tarea, y a falta de mejores candidatos, se le da oportunidad a una persona cuyas características o antecedentes permiten suponer que no podrá con la encomienda. Hay que pensarlo bien: a veces es mejor que algo se quede sin hacer, a que se haga mal; pero a veces, no; hay cosas que tienen que hacerse, como salgan.

Silvia Parque 

domingo, 26 de mayo de 2013

Era un CD

Era un CD con todo Sabina; aparecían las portadas de todos los discos hasta ese año y venían todas las letras. Yo estaba sentada sobre sus piernas.

Fue lo único que puse los años siguientes, así que terminó arrepintiéndose del regalito.

Así es con algunas cosas, no sabemos qué efecto tendrán, en qué van a convertirse.

El disco quedó dentro de una laptop que murió y no recogimos de con el técnico.

Silvia Parque

El domingo: el rey del fin de semana, y el resto de los días

El domingo a veces se convierte en un cajón donde va todo lo que no cupo en otro sitio -es decir, en otro día-. Las dieciocho horas de actividad que puedan caberle, casi nunca alcanzan para palomear los pendientes que guarda cuando se le usa de saco para lo que faltó por hacer en la semana. Y las horas no alcanzan, no por otra cosa, sino porque el día se resiste a ser usado de contenedor de ansiedades de eficencia. Al cabo de un par de domingos en eso, el cuerpo y el ánimo se resienten: necesitan su día de descanso, de despeje. La familia se une al resentimiento, y en cuanto a la pareja... creo que el resentimiento se oscurece.

Así que hay que descansar y/o divertirse los domingos. Pero incluso, puede ser mejor borrar la distinción entre el fin de semana y el resto de los días: tener descanso y despeje cuando hacen falta. Cuando una se ocupa de lo que ama en horarios cómodos, aunque haya temporada de mucho trabajo, no se está en espera del fin de semana como quien espera un sorbo de agua en el desierto. Así era cuando daba clases. Es difícil de concebirlo en jornadas de tiempo completo, con trabajo de oficina; pero es posible si la dinámica de las relaciones laborales es respetuosa de las necesidades de las personas, si se tiene buena disposición de ánimo.

Silvia Parque

Con el gusto

Esta sensación de algo agradable esperando, sin pendientes que vayan a ser atendidos, con los proyectos revoloteando en espera de que amanezca otra semana, nada más la supera esta sensación de descansar después de verdadero cansancio, pero del que no deja exhausta; esta sensación de comer saludable y no más que suficiente, con hambre y casi con el único objetivo de satisfacer el hambre; esta sensación de lo fresco de la piel después de un buen baño no riguroso, y el aroma del bloqueador para el sol, con el sol entrando por la puerta abierta, sin molestarse porque no podría atravesar con confianza las cortinas... ese otro a gusto de haber tenido lo que hacía falta, y no estar ni vacía ni colmada, sino con el gusto...

Silvia Parque

sábado, 25 de mayo de 2013

El juego

Facebook me hace saber que gran parte del mundo de personas a mi alrededor, juega Candy Crush, y lo juega con frecuencia. Yo lo que juego, pero poco, es Nature Park; lo hago sobre todo mientras espero, aunque hubo temporadas en que lo jugaba antes de dormir... llego a ser un modo de controlar la ansiedad...

Pero el juego de mi vida es Tetris. Hoy he jugado después de mucho tiempo, y ha sido como si no nos hubiéramos dejado (en cuanto a los afectos; en cuanto a mi habilidad, hubo que practicar un poco antes de medio acercarme a mi nivel).

Silvia Parque

A las moscas les gusta más el color que comer

Cumpliendo una misión en la mesa del coffe break sin café, decido tapar la caja de galletas para que las moscas no se posen sobre ellas. Pero no lo intentan: están ocupadas con las latas de refrescos, a pesar de que están cerradas. 

Parece que el color les importa más que otras características. No se decepcionan de que las latas no sean comestibles.

Silvia Parque

viernes, 24 de mayo de 2013

Lo que se puede

Al Maestro, con cariño, como diría el declamador.

Se hace lo que se puede. Cuando se puede. Como se puede.

A veces, no se puede. Y es bien lamentable, sobre todo si se ha hecho un compromiso, uno que importa.

Con suerte, puede después. Lo primero siempre es estar, para poder estar bien; luego viene lo demás.

Silvia Parque

Con lo que se me da hablar sobre mí...

Inma, desde su Territorio sin dueño, ha tenido a bien hacerme feliz, otorgándome el "Liebster Blog Award", que a su vez ha recibido de Dessjuest. Toca decir once cosas sobre mí, responder once preguntas, hacer once preguntas, y premiar a once blogs.

Sobre mí, va de nombres...

1. Dejé de usar mi segundo nombre cuando entré a la universidad; estoy congraciándome con él.
2. Mi firma dice "Silvia Abril", aunque no puede leerse porque "Abril" está encima de "Silvia".
3. Me gusta cuando la poca gente que usa mis dos nombres, los pronuncia como una palabra: "Silvia-Abril".
4. Me envanecía llevar el mismo nombre de mi mamá.
5. De niña, me decían "Peque". No me gustaba. Ya crecida, usaron "Pequita", que siempre me ha gustado.
6. Me encantaba el nombre de "Abigail"; me parecía una evolución de mi nombre.
7. Una profesora me llamaba "Abrilito". Me parecía rarísimo. Una amiga a veces me llama así; de su boca no me suena raro.
8. Cuando cambié de ciudad, empecé a ser "Chivis".
9. Hoy mi jefa me llamó "Silvia" y se extrañó; usualmente dice "Silvis". En el Área soy también "Sil", "Silvi", "Silvis" y hasta "Silvita".
10. Descubrí que hay que revisar una relación, cuando quien te llama "Cielo", comienza a llamarte por el nombre de tu acta de nacimiento.
11. Me siento más Silvia Parque que cualquier otra cosa, y amo cuando alguien "en vivo" me llama así.

Como Inma se ahorró las preguntas, sigo su  ejemplo, y premio sin encomendar nada: solamente por el gusto de hacer público -en algunos casos, de nuevo- que los blogs citados son parte de lo que hace bonitos mis días:

Y por supuesto: Territorio sin dueño

Silvia Parque

Vamos a ponernos personales...

A Lydia, Melissa, Hortensia, Inma; gracias.

También las cosas complicadísimas de lo ultra-profundo se pueden simplificar; así: puedo decir que el nudo gordiano de mi existencia es el derecho a "estar en el mundo", con lo que implica: movimiento, respiración, intercambio... Tener una complicación con esto, se traduce para efectos prácticos -sigo simplificando- en una reiterada sensación de estar de más. No es cuestión racional; es, digamos, "inseguridad primigenia ultra básica" -por seguir con lo de ultra-profundo-.

Pero podemos rehacernos; deshacer los nudos y trenzarnos a la vida del modo que nos venga mejor.

En plena faena, el mundo me sonríe como diciendo "puedes estar. Ya estás aquí".

Silvia Parque

jueves, 23 de mayo de 2013

Palabras del teatro

El "marcaje" es la indicación de los movimientos de cada persona, y por lo tanto, de los lugares donde debe acomodarse/quedar, y por donde va a entrar/salir.

Las intenciones son... la impresión de lo que el personaje quiere lograr, en las palabras, gestos y movimientos de la persona que interpreta.

Silvia Parque

Regalos

Recibí Total eclipse of the heart hace muchos años. Siempre que íbamos a la plaza comercial, ponía el megadrama en la rockola. Quería mucho esa canción, y no encontré el CD cuando lo busqué. Fue un gustazo recibirlo. Lo recuerdo especialmente porque lo quería. Ahora quiero así, el Papito y Papitwo, de Miguel Bosé.

Silvia Parque

De ocho a nueve

Saliendo del trabajo, ya después de checar y rumbo al estacionamiento, nos topamos con una de las personas agradables de la universidad. Intercambiamos saludo-despedida, decimos cualquier otra cosa, y comenta que él sale a las nueve.

"¿A qué hora entras?", pregunto, y contesta que a las ocho -de la mañana, se entiende-. "¿No tienes familia?" Sí tiene, hijos crecidos, y esposa. Apenas serían dos minutos de conversación, y aprovecha para decir que ella -o el matrimonio, no queda tan claro- está resintiendo ese tamaño de jornada. Le decimos, con unas palabras y con otras, que no descuide lo que vale la pena, lo que da sentido a su vida.

"Te lo digo por experiencia..."

Silvia Parque

miércoles, 22 de mayo de 2013

¿Quién te enseñó a contar mentiras?

Tuve una relación atípica con la verdad hasta llegar a la adolescencia. Decía siempre toda la verdad. No contaba una sola mentirita, ni piadosa. Podía estar convencida de algo que no era cierto, y en ese caso, lo que saliera de mi boca no sería "verdadero", pero si lo decía, era por creer realmente que era la verdad. Hasta que tuve un novio. Recuerdo la primera mentira, para explicar la luz apagada de mi recámara. Luego hubo otras, pocas. Crecí, y tuve una pareja. Entonces sí: aprendí a contar mentiras. Sigo prefiriendo decir la verdad; no soy mentirosa; pero ahora es por elección y no por incapacidad.

Silvia Parque

Prefiero que queden grumitos flotando

Cenar leche con chocolate es nutritivo, divertido, y después de los treinta, es un lujo considerando la cantidad de intolerantes a la lactosa o de contadores de calorías, que hay en el mundo de los adultos.

Si el polvo está adicionado de nutrientes, es posible elegir, según la marca del producto, entre ser "muy inteligente", "muy activa" o "campeona", lo cual siempre es alentador cuando toca arreglar la vida.

Silvia Parque

Los lentes para ver

Mi abuela mantiene en perfecto estado higiénico la casa en la que habite, la ropa a su cargo, a sí misma, y cuando cuidaba niños, a los niños cuidados; pero solía traer los lentes tan sucios, que hasta llegaban a tener manchas de grasa de la cocina. También solía tener rayado el vidrio -ahora mica- de aumento.

Pienso en esos lentes, y recuerdo los de mi abuelo, mientras limpio los míos con la camiseta de la pijama. Suelo quitarme los de contacto cuando llego del trabajo, y ese no es el mejor momento para buscar las telitas de limpiar sin rayar -ni ninguna otra cosa-.

Cuando era estudiante, creo que desde el bachilleres hasta la maestría, pasé por temporadas con cinta adhesiva en el armazón... Se hereda la propensión a las condiciones físicas, pero en la crianza se maman los miedos; por ejemplo, el de ver la realidad.

Silvia Parque

martes, 21 de mayo de 2013

Twistos

Los Twistos se definen en su empaque, como "botana de harina de trigo horneada". Parecen la evolución de los crutones. Son una gran compañía para el atún y para las tardes.

VEO que en Argentina hay toda una línea de productos Twistos (supongo que allá también son de Pepsico); a este del que hablo, le llaman "tostadita".

Silvia Parque

El espejo

El espejo en la pared viene de un gran espejo que se quebró; ha perdido la memoria: no sabe por qué está sostenido con cinta adhesiva, si está fijo -eso le queda claro- en la pared.

Me reproduce como si me conociera de siempre: un poco más despeinada de lo que debo estar, pero tal como soy para el mundo: casi igualita a la que soy.

Silvia Parque

Personas en la oficina

Es sorprendente la cantidad de drama, tensión, ilusión y gusto, que se cocina en una oficina donde hay más de una persona.

Así sea en el "modo-trabajo" estamos siendo siempre personas, cargadas de afectos, con expectativas y con limitaciones, a veces medio liadas, a veces de un certero que casi asusta.

Silvia Parque

lunes, 20 de mayo de 2013

Madres que lo hacen mal

Empiezo a ver una película en la que hay una mujer con una vida inestable, más bien tendiente al desastre, con una hija adolescente a quien lleva de un lado a otro pero a la cual, básicamente, deja sola.

Hay madres que hacen rematadamente mal lo que les toca.

Cada cual hace lo que puede con los recursos con los que cuenta; no hay por qué convertirnos en jurado ni en jueces; simplemente es posible observar, que a veces lo que alguien puede es menos de lo que se necesitaba, a veces como alguien puede, causa dolor o hace daño a otros.

Silvia Parque

Boletines iletrados

Recibo boletines por correo electrónico, de personas que promueven sus productos o servicios dando alguna información que me sirve. No parecen molestarse de que no compre; de hecho, alguna probabilidad hay de que alguna vez adquiera algún servicio que me interesa.

La mayoría de los boletines son básicamente propaganda, pero algunos traen información que sí aprovecho. No les pido gran congruencia: entiendo que están en su negocio; tampoco les pido fundamentos sólidos: es mucho pedir fuera de la Academia. Pero hoy encontré en un boletín, la tontería de que Darwin, Marx y Freud habían dicho tal, tal y cual cosa, lugares comunes del imaginario. Evidentemente, la autora no había leído a ninguno de los tres.

Sé que para vender, algunos tienen que deshacerse de los escrúpulos, pero ¿cuesta mucho guardar un poco de respeto por el trabajo de los otros? Esas tres personas hicieron trabajo serio y las disciplinas a las que han nutrido hacen trabajo serio; es aceptable que alguien no quiera leerles y quemarse un ratito las pestañas en entender lo que crearon, pero ¿es necesario citar sus nombres para hilvanar sus clichés?

Silvia Parque

Un jardín

Estar con Dios es suficiente, estar con una misma es bueno, pero es un eufemismo decir que eso es estar acompañada; estar acompañada implica a otro ser mortal; no necesariamente de carne y hueso.

Formar un jardín es un poco hacer un paraíso. Las plantas responden a la mano de quien las cuida, sienten la presencia y la ausencia de esa mano; exigen exactamente lo que necesitan, pero no dramatizan, en todo caso mueren para ver si es posible renacer en mejor temporada.

Silvia Parque

domingo, 19 de mayo de 2013

Prisa

Hay cosas que no pueden apresurarse. Hay cosas que se echan a perder cuando se apresuran, pero hay otras que nada más no pueden apresurarse, como las que son cuestión de afecto. Tal vez llevan tiempo porque el hilo afectivo teje lo que somos y "algo" en lo que somos tiene tremendo cuidado de que lo nuevo no nos rompa.

Silvia Parque

Aprovechar la ciudad

Hay rutas del transporte urbano, de las que no tenía idea.

Nunca he sentido que aproveche toda la ciudad. En mi rancho grande me movía en automóvil, y aquí la incomodidad del autobús se me enganchó con mayor edad y reiteradas fases de desequilibrio, ya sea en la administración del tiempo o en la vida psíquica.

Pero habrá que aprovechar lo que hay.

Silvia Parque

Para todo hay una razón: estás donde estás por una razón

La elección cinematográfica del día fue El reino secreto, de los estudios Blue Sky... un poco porque era una de las dos que me llamaban la atención y no me estaban restringidas [véase: "restricciones de la temporada primavera-verano 2013"], un mucho por cuestión de horario.

Elijo un lugar estratégico con adultos en la fila de adelante, adultos y niños mayores en la fila de atrás y un par de parejas, cada cual con un solo niño, en mi fila. Saco mi lata de refresco de la bolsa, tratando de que nadie a mi alrededor la mire, mientras imagino una campaña del cine recompensando a espectadores delatores del contrabando. 

No hago caso a los comerciales y las cortinillas porque tengo más de dos horas pasando de sala en sala a revisarlos. En una de las salas, en uno de los trailers de las películas, un personaje interpretado por Nicole Kidman dice algo como "me he preguntado por qué tenemos hijos" y continúa con la respuesta, que me hace pensar en mi deseo de un bebé. Hubo un momento claro, en el que nada más tenía mucho amor queriendo dar a luz; ahora vuelvo a hacerme preguntas... el comercial de Mundet dice que a veces es bueno no pensar tanto y acto seguido un hombre está a los pies de la cama de quien se asume es su pareja, que carga a un recién nacido. Como debe ser, cuando termina la cortinilla, empieza la película. Va a ser una odisea y las odiseas siempre tienen algo que decir. Como soy egocéntrica y de pensamiento mágico, voy recibiendo mensajes. Un personaje dice: "Si tanto deseas volver a casa, ¿entonces por qué te fuiste?"

Silvia Parque

sábado, 18 de mayo de 2013

Hogar

En algún momento -no a todos les pasa- dejé de sentirme completamente "en casa" cuando era niña. Pero tuve mi recámara, que era mi sitio -completamente mío-, totalmente hecho a mí: gobernado a mis anchas.

Conforme crecía, la recámara iba quedando muy dentro de esa casa, y yo en repliegue me envolvía en las sábanas, a pensar y a sentir hasta volver al lugar de estar a gusto y segura: el sitio de hacer lumbre: un cuerpo. 

Silvia Parque

Muchas temporalidades

En el día que dejo de esperar.

Es muy conocida esa explicación de la relatividad atribuida a Einstein, de que a un hombre sentado una hora junto a una mujer hermosa, la hora le parecerá un minuto, mientras que un minuto encima de una estufa caliente, le parecerá una hora. Sabemos que el que espera, desespera, desde que fuimos conscientes de que había que atravesar todos los días entre el día en curso y el día de navidad. Lo que me llama la atención es que el tiempo pueda sentirse veloz y lento a la vez.

A menudo quedan cosas sin terminar en el trabajo, porque la hora de entrada se ha convertido en la hora de salida, quién sabe cómo, pero de sobra constatado por el cansancio del cuerpo y la mente. Si es temporada de mucho quehacer laboral, el fin de semana pasa lo más rápido que puede: no vayan a quedarse esperando mucho los pendientes... Y sin embargo, entretanto, el mundo parece en cámara lenta, acercándose a una fecha, un evento, una señal que se está esperando.

Silvia Parque

Al pan, pan, y al vino, vino

Las crepas no son hot-cakes envolviendo otro ingrediente. Los waffles no son hot cakes con cuadraditos.

La sopa azteca no es sopa de tortilla. Y no es lo mismo acompañar la comida con tortilla, que comer tacos (si no hay trompo, no son tacos al pastor).

No obstante, que cada cual prepare y coma lo que le dé la gana, y llame a la comida como le plazca. 

Silvia Parque

viernes, 17 de mayo de 2013

Moscas universitarias

El campus universitario sufre una plaga de moscas. Dicen los que saben, que pasa cada año. Cuentan que en Contabilidad no hay porque han puesto medio limón con clavos. Nosotras, como casi todo el que tiene vales de consumo, optamos por insecticida disfrazado de aromatizante.

Los insectos tienen su lugar en el mundo; así es la vida: a veces toca matar una cucaracha, a veces toca matar una mosca. Con suerte, es posible elegir vivir o no vivir en  lugares donde hay más o menos insectos, acudir o no acudir a lugares donde es más o menos probable encontrarlos. Con que solamente tuvieran la consideración de respetar partes del cuerpo como los oídos y la boca...

Silvia Parque

Yo creo que es bueno

Es bueno esperar lo bueno, en general, con apertura para las infinitas posibilidades que no tenemos presentes.

Es bueno recibir lo que llega como algo bueno, con apertura para valorar de diferente manera lo que creemos conocido.

Es bueno ir pasando por donde vamos pasando, con apertura para dejar y liberar, apropiándonos de nuestros pasos.

Silvia Parque

jueves, 16 de mayo de 2013

¿Se puede tener un mejor nombre?


He plantado una suculenta.

Es un pedacito de suculenta en un vaso desechable, pero tiene tierra de la buena, bien húmeda. Le he dado la bienvenida a la vida.

Así he plantado lo que quiero: empezando como puedo con lo que hay, que a menudo es un poquito; generando condiciones para que los proyectos se hagan realidad. Me retraso y a veces, incluso me detengo; pero soy del desierto: resisto.

Silvia Parque

La campaña con imagen

Cristina Sanjosé ha publicado ESTA entrada en su blog IMAGESIMAGENES, con ESTA y ESTA imagen, que me encantan.

Aparte de estar muy agradecida por las menciones, estoy animada a seguir "en campaña". Pienso frecuentemente en escribir en forma un poco más que apuntes sobre la cuestión... o al menos apuntes más extendidos :D

Silvia Parque

miércoles, 15 de mayo de 2013

Una codorniz, muchas codornices

Se dice que el gallo canta. Estando en la ciudad, habrá quien preferiría que su canto fuera menos potente, pero al fin es un canto, así sea a las cinco de la mañana.

Las codornices graznan; habiendo muchas, se hace un sonido fortísimo al que no quisiera describir como "muy desagradable", pero que de primera impresión es... "difícil de escuchar". Frente a estas pequeñas, el gallo es un perezoso: las codornices empiezan su escándalo antes de las dos de mañana.

Que ESTE video se titule "El codorniz nos deleita con su canto", muestra la gran diferencia que hay entre el individuo y el grupo. Así, solito, hasta me parece no-feo su graznido.

Silvia Parque

martes, 14 de mayo de 2013

Favor de tener paciencia con los burócratas de la educación

Es increíble lo mucho que se puede trabajar en el trabajo, valga la redundancia si la hubiera. Trataba de encontrar un momento para encontrarme con la líder del cuerpo colegiado al que pertenezco. Le digo que estoy haciendo el cierre del cuatrimestre anterior, y me dice que ella también; puesto que estamos en la tercera semana del cuatrimestre en curso, estamos algo atrasadas.

Me hace gracia porque muchas veces dejamos sonar el teléfono en el Departamento, y puede dar la impresión de que estamos tomando café con galletitas... sobre todo porque en nuestro Departamento hay café y galletitas, y los aprovechamos... pero si dejamos sonar el teléfono es porque no podemos despegarnos de lo que estamos haciendo. 

Aunque nunca me ha causado molestia esperar un turno, o ir a una ventanilla para una cosa y a otra para otra, ahora que estoy en la administración escolar, soy completamente comprensiva con la burocracia. Llego a una ventanilla donde me recogen un formato con la lista de documentos que debo entregar para titularme: la señorita encargada me dice que mi formato no es vigente, y me da otro. Lo reviso, y encuentro que la lista es igual. Le digo que es lo mismo -en referencia a la lista-, y me dice que sí, pero que el formato que me está dando es el validado. Tiene un par de diferencias de tipografía, y una clave de control. Creo que muchas personas pensarían que es lo mismo, pero yo sé que no, y entiendo perfecto la necesidad de cambiarme "la hoja" que traigo por "el formato" que es.

Silvia Parque

lunes, 13 de mayo de 2013

La gata me mordió

No me gustaban los gatos, pero conocí a un pequeño cara de tierno del que su mamá-humana habla con mucho cariño, y empezaron a gustarme.

Entonces llegó esta gata a las cercanías de mi vida.

Me aseguré de que  no pudiera entrar a mi habitación. Solíamos encontrarnos en una escalera, y parecía tenerme miedo. Alguna vez le dirigí la palabra, y fue dejando de "irse-rápido" cuando yo pasaba. Así las cosas, ni fu ni fa, creí que nos llevábamos bien... o no mal. Pero hoy se puso loca. No me dejaba pasar por la escalera. Pasé y me mordió. Solamente un poco, supongo que si hubiera querido atacar me habría hecho daño. Creo que está enojada porque su dueña empezó a caerme mal.

Silvia Parque

El voto del SSS

La mejor parte de los trámites de titulación es recopilar los votos aprobatorios de los sinodales. Me las he arreglado para repetir esfuerzos, equivocándome en la redacción del documento que da fe del voto, pero la cosa marcha...

Hoy llegó el día de ver a un sinodal en un salón 4A; pero encontré que no hay salón 4A. Llamé al Maestro desde el salón que sería el 4A si existiera, y me dice que están -él y el grupo- en el 3C: que en la puerta está escrito "Fulano De Tal" (nombre de un Maestro que también me dio clase -nada más se ausenta una, unos añitos, y la gente se vuelve bien importante: hasta puertas con sus nombres tienen-).

Llego al 3C que, en efecto, tiene el nombre mencionado en la puerta. No hay nadie. Atravieso el pasillo, asomándome por las ventanas de los salones, escuchando... y escucho su voz; hay cortinas muy gruesas contra intrusos, pero esa es su voz; apenas entiendo algunas palabras, pero es su voz.  Me abre un estudiante. Puedo oírle hablar de los naturalistas por medio minuto, en lo que atraviesa el frente del salón y me saluda. Le digo que me encanta oírlo. La verdad es que me encanta él. Recuerdo por qué amo ir a la escuela, y porque mi estimado sinodal fue mi querido SSS.

Habrá doctorado. Qué se la va a hacer...

Silvia Parque

sábado, 11 de mayo de 2013

Decenas de horas y me acuerdo...

Sí hago un primer juicio de las personas basada en su apariencia, como hace todo el mundo; es un juicio que ofrece una impresión no duradera, lista para cambiar a partir de la nueva información que se genera a partir de la interacción con la persona o la mera observación.

Por apariencia no me refiero solamente al aspecto físico, sino también a la forma de hablar; por supuesto, la imagen se combina con la información que tenga de su "perfil": estudios, ocupación, filiaciones, etc. No tengo un código simplón que traduzca "abogado con reloj grande y ropa nueva" = "superficial". Sé que somos mucho más complejos que eso. En general, no "meto" a la gente en cuadritos definitorios, sino en la medida en que es necesario para entablar relaciones seguras.

Entonces, aparece alguien cuya parafernalia lo haría la persona apropiada para hacer un anuncio comercial representando una forma de ser. Hago mi juicio rápido que va enriqueciéndose en lo que le conozco... y una tarde, digo algo, dice algo, digo algo, y se me revela que mi juicio estaba bastante equivocado.

Silvia Parque

Aprendiendo paciencia

La lap se apaga a veces; a veces, muchas veces. Tiene dañado el disco duro, y hace lo que puede para que me siga sirviendo de ella; hace mucho más de lo que debe, después de como la he tratado. Tiene un ventilador porque no puede regular solita su temperatura, no tiene batería hace mucho, y aunque el cargador de energía tiene un cable nuevo que hace que ya no vivamos en riesgo de llamarada, necesita un cargador nuevo. Para terminar el cuadro, le falta una tecla y en alguno de los varios reseteos se quedó sin el programa para usar la cámara fotográfica.

No es queja. Es un homenaje a mi tesoro de máquina, que dio a luz una tesis de posgrado, más de un libro, y tres blogs. Durante un tiempo fue el centro del fin de semana, prendida desde temprano para escuchar música y dándonos Cuéntame para la hora de la comida, que podía durar toda la tarde del domingo. Me acompañó a dar clase y me acompaña todavía al trabajo. Ahora su perseverancia me enseña paciencia.

Silvia Parque

Ver películas

Uno de mis principales entretenimientos es ver películas; me gustan casi de todo tipo, incluidas las malas. No me gustan las de acción, pero varias me han gustado. Tampoco me gusta cualquiera en cualquier momento; por ejemplo, si requiere atención y no tengo ganas de poner atención, no la quiero.  

Dado el "momento" de las últimas semanas, no son aceptables películas que den miedo, que directa o indirectamente traten sobre cuestiones de pareja, o que anteriormente haya visto en pareja. Aplicados tales filtros y sin considerar a las de acción, quedan pocas opciones -he comprado Ángeles y demonios-.

Así las cosas, como caricia para abrir mi corazón, me llega la oferta de un empleo temporal de ir al cine. Una vez a la semana, ir al cine, constatar que haya tal y tal cosa en su sitio, y nada más: salir o quedarme a ver lo que se me antoje. Parece que si le sonrío al encargado, puedo tener palomitas.

Silvia Parque

viernes, 10 de mayo de 2013

Tele de los años ochenta

Cuando era niña, veía mucha televisión. Me emocionaba; era importante para mí, por ejemplo, si estrenaban un programa. Lo que veía, me gustaba mucho. Ahora, gracias a los canales de "clásicos" y a Youtube, puedo volver a ver algunos de esos programas. Les encuentro cuarenta defectos a cada uno; usualmente no me parece que los "actores" actúen y encuentro sosas las anécdotas. Del mismo modo, viví una impresión desagradable cuando volví a oír la radio comercial, después de mucho tiempo. Dice Sabina que "al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver".

Silvia Parque

Digno Día de la madre, para las madres de desaparecidas y desaparecidos


Si muere una hija o un hijo, la madre típicamente enterrará también un pedacito de ella. Cuando la muerte es a causa de la violencia, debe desgarrarse el corazón como si al mismo tiempo se detuviera y se precipitara a una barranca enorme. Pero la madre entierra el cuerpo, entierra el pedacito de sí misma, y puede vivir un duelo.

Cuando una hija o un hijo desaparece, no por su gusto -que ocurre-, sino porque hay alguien con fuerza para sacarlo de la vida de los suyos... cuando eso pasa no entiendo cómo hace una mamá para seguir viviendo: nada más que se alimente de coraje. A las que se ven, parece que no les falta.

 Silvia Parque

Momento en blanco mate

A veces, de la falta nace algo interesante. La mayor parte de las veces, si quien va por ahí con su falta, la mira de frente, se abren opciones insospechadas que pueden ser de lo mejor. El reto en esto, para los ansiosos, es vivir el momento de no saber, vivirlo en blanco en lugar de en negro, en blanco mate y no en blanco brillante.

Silvia Parque

jueves, 9 de mayo de 2013

Hay que tener maletas

Un juego de maletas bonito promete viaje. Dicen que es útil, por ejemplo, para mover las cosas al gimnasio, y me queda claro que es útil en las mudanzas; pero lo importante es que atrae viajes.

Creo que en la vida, hay que ir a la playa cuando pasan muchos años sin que una haya ido a la playa: es una necesidad de los ojos y de la piel. También creo que es necesario, para poder tener una estructura cognitiva completa, conocer un clima en el que una no haya crecido ni vivido. Y para el alma, es muy enriquecedor probar diferentes cielos en el atardecer.

Por eso hay que tener maletas.

Silvia Parque

Insultos originales por arcaicos y decentes

García Lorca hace a Bernarnda, de La casa de Bernarda Alba, regañar a su hija Angustias, llamándola "suavona" y "yeyo", porque se ha pintado la cara para salir en un día de luto -salir a buscar al novio, de seguro-.

Mi suegra contaba que sus cuñadas -que serían muy "de camisa bordada", como diría La Poncia- tenían como insulto mayor para ocasiones especiales: "coconeta". Según entendí, es un modo educado de decir "puta", pero suena simpatiquísimo: como el cocorocó de una gallina.

Silvia Parque

Consejos en relación con la picazón

Si tiene gran picazón en algún sitio, no se rasque ni pellizque, al menos hasta averiguar la causa de la comezón. Si observa una roncha muy probablemente resutado de un piquete presuntamente de mosquito, es mejor que otras posibilidades.

Si tiene gran picazón en el cuero cabelludo, a pesar de que no se lava el cabello con agua muy caliente, ¡aguante!, no se rasque en la calle: se va a despeinar y pueden pensar que tiene piojos. Use un shampoo hidratante.

Silvia Parque

miércoles, 8 de mayo de 2013

Baile de cruces en la cancha de futbol

Quedo frente a una pantalla de televisión donde se ve un partido de futbol. Cada jugador tiene cuatro sombras, que forman una cruz cuyo centro son los pies.

Tardo medio minuto en entender: ¿les estará dando el sol justo desde arriba? En ese caso no habría sombra. Y es de noche y parece en vivo. ¡Lámparas! Tienen lámparas por todos lados: o más bien: por cuatro lados. Hay un baile de cruces en el pasto, que se acercan, se cruzan, se alejan.

Silvia Parque

Escena en el día de tramites

Entro al baño. Se ve diferente. Es curioso porque el resto de la universidad se ve igual que la última vez que la vi. Se ve "descuidado", no precisamente sucio sino "feo", excepto las tazas del baño que sí están sucias, y me hacen preguntarme cuánto pueden cambiar los hábitos de una generación de estudiantes a otra. Salgo del espacio del fondo, que era el único limpio y con puerta que cerrara bien... ¿no había espejo? Un hombre orina, afortunadamente dándome la espalda.

No es que fuera diferente; es que ese baño de hombres no lo conocía.

Silvia Parque

Día de trámites

Amaneció sin que me hubiera informado sobre qué exactamente tocaba hacer, con quién y dónde; pero enciendo la lap, pongo manos al teclado y, como siempre, resulta más sencillo de lo que suponía. Es que le huyo al tema porque tiene múltiple implicaciones. Ya hace cuatro años terminé la Maestría, y se supone que el título se obtiene unos meses después. Así le huí a terminar la tesis... cuando la retomé: la terminé: rápido, casi sin dolor; el problema fue que me senté muchas veces a hacerla, antes de sentarme y hacerla.

Embolso todos los papeles que tengo, por si alguno se ofrece, y llevo dinero, también por si acaso. El camino es camino de pensar; bajo del autobús en la misma parada donde bajé y subí muchas veces cuando cursaba la Maestría, y me acuerdo... tengo "échame a mí la culpa" en la cabeza. Imprimo formatos y un diagrama de flujo del trámite, que habría convenido revisar antes de salir de la casa.

Voy a las oficinas correspondientes. Todas -todas son mujeres- son amables. Mis formatos y mi diagrama de flujo no están actualizados. La lista de documentos para el expediente no es terrorífica. Siguen las ventanillas del dinero. Puedo saltarme un papel que sería complicado conseguir. La cantidad no es catastrófica. Dios proveerá. [Pienso en opciones para que mi  mamá no sea la representante de Dios que provea eso.] Gestiono un descuento. ¿Mi carta debería sonar "realmente necesitada"? Me decido por la verdad objetiva: gano tanto, el pago es de tanto y me faltan más pagos. Reconozco al hombre sonriente: lo acabo de ver en una foto. "¿Usted es el Director? Qué suerte encontrarlo, vengo a traerle una carta". La secretaria le explica. Yo le explico. Él comenta, lee, pregunta por mi promedio. "Podemos apoyarte con..." No puedo estar más contenta.

Voy al centro de cómputo y corrijo dos cosas en la lista de referencias de la tesis; calculo si conviene ir a imprimirla o primero pasar con mi Directora de tesis. Mi Directora escucha la síntesis de mis complicaciones amorosas, me da sus saberes, me da su firma, me dice dónde/cuándo encontrar a una de las sinodales; voy a buscar a otra...

Después de la comida, toca otro campus para recoger el certificado de comprensión de textos; pretendía estudiar mis líneas -de la obra de teatro- en el camino, pero estoy procesando sentimientos, y en menos de lo que me doy cuenta, llego. Me falta un papel. Me indican dónde puedo imprimir. Lo saco del correo. Listo. Sería bueno tomar un curso de inglés... Pienso en si el sol se siente más donde está más despoblado, por alguna otra razón que por la falta de sombra... Una jovencita me indica cómo llegar a la parada de autobús: hay que pasar por un puente enorme. Lo intento. Entre el riesgo real de la carretera y la impresión de riesgo que me da el puente, prefiero el riesgo real.

Silvia Parque

martes, 7 de mayo de 2013

Cosas que no dejan descansar cuando te has metido a la cama, cierras los ojos y eventualmente, duermes o medio duermes

1. Sueños perturbadores.
2. Ganas de orinar.
3. Mal colchón.
4. Calor o frío, y calor con frío.
5. Diálogo interno.
6. Trabajo -sí: es posible "trabajar" dormida-.
7. Fiebre.

Silvia Parque

Detrás del telón

Detrás del telón, a un costado del escenario, cuesta creer que el público de verdad no te está viendo. Es el fenómeno contrario a la seguridad del niño, que sabe que no lo pueden ver cuando se cubre la cara.

Silvia Parque 

Por qué postergamos lo que nos hace bien

La gente se pregunta por qué las personas, por ejemplo, no dejan de fumar cuando tienen problemas pulmonares o no dejan de comer grasa cuando tienen colitis y saben que los taquitos de carnitas van a doler. Ahí se alcanza a ver que lo que daña produce un gusto o placer inmediato por el que se está dispuesto a pagar el precio, con menor o mayor conciencia.

Más difícil es entender cuando las personas no hacemos eso que es bueno y no causa dolor; eso que es conveniente y no significa gran esfuerzo o dificultad, al menos no gran esfuerzo intelectual ni físico, no gran dificultad en las "operaciones" o "tareas" necesarias para llevar a cabo la actividad.

Es que a veces es un nudo psíquico el que no nos deja hacer, es un mandato de muy-muy atrás, de cuando ya no recordamos, que nos hace asegurarnos de que no nos vaya a ir muy bien.

Silvia Parque

lunes, 6 de mayo de 2013

El amor, dar gracias y pedir disculpas

Hay amor cuando no hay que dar las gracias. Hay tranquilidad cuando no hay que disculparse.

Me gusta dar las gracias. Disminuyo la frecuencia de mis disculpas.

Silvia Parque

Homero

No suelo comprar libros, pero ayer compré dos. Uno que me trae una presencia y otro que me explica una ausencia. El segundo es La Odisea. Conozco la historia, como casi todo el mundo; vi una película, leí una adaptación del texto y después, en la escuela, fragmentos; nunca tuve intención de leerlo completo (disfruté mucho La hija de Homero, de Robert Graves), pero mi analista me trajo a Ulises al diván y resolví ir por él... por el libro.

Silvia Parque

De una conversación pública


Ninguna canción sabría decirnos.
Te amo.

Hay personas inteligentes, sensibles y perfectamente capaces, invalidadas por algo que no las deja vivir en paz; hacen de sus vidas un infierno y amarles es entrar en una espiral que invariablemente duele y daña. Pero con esa manera tan femenina de intentar "curar" y exprimir todo lo bueno que aplaque lo malo, pensamos que somos justo lo que ellos necesitan -ahora "las personas" son "ellos": masculino-de una manera retorcida y extraña ocuparse de "la falta" del otro, ayuda a olvidar la propia, que es la que nos atrajo y ata a la espiral enferma de un amor que no tiene condiciones para estar bien.  

Ellos tienen que curarse, pero solos. Las personas cercanas, que están demasiado involucradas, pueden terminar representando otra carga más. Hay que dejarles buscar su estar-bien, y una habría de dedicarse a lo mismo.

* Lo que ha dicho Inma, modificado para caber en la redacción, para decir un poco más lo que quiero decir. **Lo que ha dicho Analogías. [AQUÍ, en Territorio sin dueño.]

Silvia Parque

domingo, 5 de mayo de 2013

La vida en la década de los treinta

Entrar en la vida.
                            Hacer mi vida.
                                                     Dar paso a la vida.

Silvia Parque

Mucho amor

Un día tendré un hijo. O una hija. Un día no muy-muy lejano. Tendrá un nombre bonito. Recibirá mucho amor. No sé mucho más. Sé que estaré realmente interesada en conocerle, y en su felicidad. Sé que no repetiremos patógenamente lo que mi pasado haya pretendido destinar para nosotros(as); sé que lo que repitamos le hará especial, en un buen sentido. No muy especial. Haré lo que esté en mis manos porque no sea "muy" especial, para que pueda ir por ahí libre.

Silvia Parque

Wings Army

Si un día comienza con mantecadas de chocolate, sigue con enchiladas verdes e incluye crepa salada, no se espera que concluya con alitas y papas a la francesa... tal vez no debería concluir con algo más. Pero yo podría comer todas las alitas no picantes con todas las papas francesas que sean capaces de preparar y servir en Wings Army. Es un poco conflictuante porque no me gusta la ambientación del lugar -que hasta le da nombre-; pero amo su comida. Hay comida que me gusta más: la casera -por ejemplo, de mi abuela- o la de restaurantes en serio. Pero ningún lugar me atrae para comer, como Wings Army. Sus alitas me embrujan. Todo mi cuerpo las quiere.

Las que venden adobadas en el supermercado ya son la gran cosa para mí; pero no tienen lo que tienen las que están fritas por todos lados... recuerdo la pena de ser arrastrada a un enorme plato lleno de alitas en la fiesta de XV años de una de mis amigas... Era superior a mis fuerzas. Amo las alitas con la intensidad que amo a la pizza, pero diferente; puedo comer una pizza grande yo sola, pero la pizza siempre parece tener superioridad y mirarme desde la caja diciendo: "esta rebanada ya es un exceso". Las alitas, en cambio, parecen felices de que las devore, entregadas a su destino, sencillas, humildes, sin hacerme sentir mal después; parecen llamarme y gozar de estar en mis manos.

Silvia Parque

sábado, 4 de mayo de 2013

Lo mejor del amor no es el gusto

Lo mejor del amor no es el gusto, sino la gracia.

El amor es más que un sentimiento. Los sentimientos son más estables que las emociones, pero cambian, se ausentan.

El amor es un vínculo especial, de los que, para romperse, rompen el alma, lo cual casi nunca es buen negocio.

Silvia Parque 

El análisis y yo

El análisis -psicoanálisis- ha sido la cuerda que tomé para salir de un hoyo y reconstruirme de forma que pudiera vivir conmigo.

Ha sido una cuerda resistente.

La experiencia ha sido excepcionalmente buena para mí.

No facilita la vida, al contrario. Me recuerda eso de:
[...] no he venido a traer paz, sino espada. Pues he venido a enfrentar al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra. Cada cual verá a sus familiares volverse enemigos. El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o hija más que a mí, no es digno de mí. El que no carga con su cruz y viene detrás de mí, no es digno de mí. El que antepone a todo su propia vida, la perderá, y el que sacrifique su vida por mi causa, la hallará. (Mateo 10:34-39)
Es un llamado al "hacerse cargo", y aunque de lejos no lo parezca, es un llamado a la vida y al amor: a la posibilidad de vivir en lo que pasa el tiempo, y a la posibilidad del amor dentro de las relaciones.

Silvia Parque

Antefrustración angustiosa

Llamo antefrustración angustiosa a lo que se vive cuando descubrimos que un acto o decisión no ha resultado garante de lo que pretendemos obtener con él, y revisamos con detenimiento qué hicimos, justificando ante nosotras mismas por qué lo hicimos, entre lamentos y reproches por no haberlo hecho de otra manera.

Silvia Parque

viernes, 3 de mayo de 2013

El dinero es para hacernos la vida agradable

De compras, busco una blusa, unos zapatos, unos aretes -los otros-, un collar... pero elijo una experiencia: elijo que me hagan sentir bien. Siempre pago con gusto, pero las experiencias las pago con más gusto.

Silvia Parque

Defensas anímicas

Cuando una persona tiene "las defensas bajas", debe cuidar lo que come, los cambios de clima, y dependiendo del caso, hasta a quién saluda. También pasa con el ánimo: hay que controlar cuáles estímulos se dejan pasar. Es genial oír canciones para cortarse las venas cuando se trata de hacer show, pero a las heridas reales no hay que estarlas rascando. Podemos querer a gente con las más diversas personalidades, pero si andamos con tendencia a ir para abajo, mejor no pasar mucho rato junto a quien tiende a lo mismo.

Silvia Parque

Prefiero los blogs personales

Prefiero leer blogs personales. Sobre Psicología tengo mi formación, a las psicólogas de mi alrededor y a los libros (además, en realidad, leo más bien artículos y textos varios sobre las áreas / disciplinas en las que me muevo ahora). Pero no niego la cruz de mi parroquia; creo que el primer blog que seguí fue Psicoletra, de Rodrigo Córdoba, y hoy he marcado como "favorito" en Boosterblog ha "Empatía y Libertad", de Olga Pujadas.

Me gusta lo que dice esta psicoterapeuta -desde Barcelona- y cómo lo dice; pero me lo quedo más bien por lo que me dice, digamos... en lo personal.

Cito, de "Ni contigo ni sin ti", que está en la sección de "artículos":
Desde mi punto de vista, el mundo es un gran hospicio. Salvo afortunadas excepciones, todos hemos sufrido importantes carencias afectivas en nuestra infancia. Por eso, hombres y mujeres buscamos un sueño, una fantasía que alivie ese malestar que no nos deja vivir y que suponemos se curará cuando encontremos el "amor de nuestra vida".
Silvia Parque 

jueves, 2 de mayo de 2013

Rendición por límite de fuerzas

¿Han estado en esos pleitos que no se acaban más que por el agotamiento de las partes? Como esos niños que no terminan el berrinche sino que el berrinche termina con ellos. En el pleito y en el berrinche la cosa es crítica y extrema; pero pasa en otras situaciones.

Creo que Dios puso límite a nuestras fuerzas para que pudiéramos rendirnos y entonces pudiéramos, con humildad y sin expectativas caprichosas, pero con esperanza -quien puede, con fe-, abrir la puerta a las posibilidades de lo que no está en nuestras manos.

Silvia Parque

Favor de no pedir peras a los olmos

Que una se cansa, se frustra, y de seguro los olmos se fastidian y habrá algunos que se sientan mal.

Para eso hay perales.

¿Sabía usted que el olmo común es una especie en peligro de extinción?

Silvia Parque

Dejar en paz a los haraganes

La cultura nos anima a estar haciendo algo; algo de provecho, de preferencia; pero de perdida, "algo".

He visto y oído a mamás muy preocupadas porque sus hijos pasan las vacaciones desocupados. "No hace nada", dicen. Aquí puede haber un mal uso de la palabra "nada", como cuando se aplica en alusión al hecho de ver televisión veinte horas al día, seis días a la semana, en cuyo caso, bueno fuera que la persona no hiciera "nada". Pero también hay casos en los que la mamá ocupada de toda la vida, no soporta que el otro no quiera ocuparse y que de hecho lo consiga. Claro que hay un desentenderse que carga al otro de tareas extra y eso no es justo; pero mientras la falta de hacer de alguien no haga que yo tenga que hacer más, ¿cuál es el problema? Aquí entra la necesidad de control: si el chico ya está grande para que le laven su ropa y la madre no deja de lavársela porque sabe que entonces su cría irá sucio por el mundo -o sucio de la cama al sillón-, es más importante que la madre entienda que el hijo no es extensión suya a que el chico grande aprecie la ropa limpia.

Cuando la criatura ya tiene unos años más que la primera década, habría que irle dejando en paz; la vida se encargará de moverle de su comodidad. Y si no se encargara, ¡pues que suerte!

Silvia Parque

miércoles, 1 de mayo de 2013

Estación temporal

Que las cuatro cosas que tengas que decir deban esperar, y se junten con diez cosas más que querrías decir y es mejor dejar guardadas, hacen que te plantees si no corresponde cambiar de estación temporal. Miras alrededor y ves que lo único que puedes hacer es cambiar de espacio, y esperas que el tiempo haga lo suyo por sí mismo.

Silvia Parque

Finales

Los finales llegan por muchas razones. A veces un día laboral termina porque es la hora de salida; a veces no termina hasta que concluye la última tarea; a veces el final es independientemente de la hora y la tarea, y llega porque la persona no da más; a veces son cuestiones de la "realidad material" las que causan el final, como que van a cerrar las puertas y hay que salir. Del mismo modo caben muchas posibilidades de finalización: se termina una jornada, una quincena, un curso; se termina "mi ciclo en este lugar", dicen los que se van.

Así pasa también con otros finales, en otras cosas. Llegan para que pueda haber inicios.

Silvia Parque

No más riesgo ni culpa

El cargador de la laptop llegó para salvarme con algo que tenía que hacer, cuando el cargador original murió. La batería ya había pasado a mejor vida antes, así que sin cargador, como si no hubiera lap.

Seguramente por algo de lo que soy responsable, el cable que conecta a la energía eléctrica se fue deshaciendo, de modo que la electricidad tenía desvaríos con tronidos y olor a quemado -pasó un buen tiempo antes de que descubriera que el olor a pólvora en la oficina provenía de mi maquinita-. La lap se apagaba de improviso, o había que apagarla rápido cuando la situación se hacía crítica. Como tentempié, el hombre restauró el cable con cinta de aislar, pero luego de unas semanas, empezó a haber un falso contacto entre el cable restaurado y la cajita con su lucesita de tengo electricidad dentro.

Fui advertida de que había que cambiar el cable antes de que se quemara el resto del cargador, y cada uso de la lap se convirtió en un episodio de riesgo, con su tajo de culpa.

Unos dos minutos habrá durado la compra-venta del muy citado cable, en el primer stand de la plaza. Salí pensando que hay cosas que se arreglan tan sencillamente...

Silvia Parque