No se puede estar bien con Dios y con el Diablo.
Quien a dos amos sirve, con uno queda mal.
No se puede repicar, y andar en la procesión.
Las personas no somos una
unidad -valga la redundancia- íntegra, sin contradicciones; de la falla originaria que nos constituye como humanos -falla en el sentido geológico: quiebre, rotura- deriva no solamente la falibilidad que hace inevitable el desacierto, sino también la incoherencia, la contradicción, que por una parte enriquece nuestra complejidad, y por otra parte nos boicotea: queremos algo y queremos algo incompatible al mismo tiempo; amamos y guardamos rencor; deseamos una posibilidad desde la más honesta necesidad y andamos pobres de fe.
Creo que quien logra una integridad completa, tiene ya poco que hacer en este mundo material. También creo que hay personas sin mayor complicación, que no necesitan ocuparse de su integridad. Pero quien ha pasado por una experiencia fuerte, de abandono o de enfrentamiento, si se ha sentido "partido en dos", "con el corazón roto", "deshecho", probablemente ha quedado
desintegrado, y si va por la vida sin reconstituirse, probablemente se pierda. Encontrará consuelo en unas voces, apoyo en otras, explicación en otras, y probablemente cada una de estas voces le hará replantearse su posición. Este replanteo es la base de cambios de rumbo, de crecimientos importantes; pero puede ser el origen del caos si nunca llega el momento de una definición, y se toman elementos de un lado y de otro, no para procesarlos y crear con ellos una postura propia, sino evitando asumirla.
La definición identitaria, el asumir un compromiso con una misma respecto a una cosmovisión y un modo de vida, no tiene que ser algo incólume. De hecho, no puede serlo -la
falla está siempre-; la pretensión de que lo sea, genera rigidez, y lo que se requiere para poder estar bien parado en el mundo, es firmeza, no rigidez... Terminando este párrafo, creo que he dejado algo "sueltos" los dichos con los que encabezo esta entrada. La idea en concreto es que no podemos vivir conforme dice el consejero del programa de la mañana,
y conforme dice el libro de desarrollo espiritual que nos prestó el amigo,
y del modo en que estaría bien para nuestra familia,
y según los preceptos de tal religión en el modo en que los aprendimos
y esto y aquello, lo de más alla... al menos, no podemos vivir así, y vivir conforme a nosotras mismas.
Silvia Parque