miércoles, 11 de noviembre de 2020

El amor no es el ingrediente secreto


Violeta Isfel cuenta que pide a sus empleados que, si están tristes o enojados, platiquen con ella antes de empezar a hacer hamburguesas porque la vibra pasa a la comida. Para mí tiene todo el sentido del mundo porque soy de pensamiento mágico -y sé que si hay una embarazada en la cocina, no salen los tamales-. Pero la dulce estampa de que la clave para que un platillo sea delicioso es el amor que se le pone esconde el egoísmo de las abuelas: un egoísmo justificado, pues los conocimientos para conjurar la delicia eran, para muchas, su recurso de poder.

Yo vivo cansada desde el 2015 y soy parte de una red de mercadeo. Las redes de mercadeo son una fuente constante de mensajes de motivación. A mí me gusta. No atiendo los "tú puedes" indiscriminados y me quedo con lo que me viene bien.   

Entre lo que no me funciona en el universo de la motivación rosa, está el tener un motivo importante para despertar y empezar a trabajar. Para mí, el motivo importante no es efectivo. Me motivan las tonterías porque son lo que activa circuitos neuronales de recompensa. La tontería más motivante para mí es el chisme

Hoy, por ejemplo, me propuse madrugar. Necesito ocuparme de un trabajo con el que estoy comprometida y que disfruto mucho hacer. Tengo necesidad de recibir el pago que corresponderá a ese trabajo: una necesidad cercana a lo apremiante, así que no puedo no tenerla en cuenta. Tengo una responsabilidad con mi hija de cubrir sus necesidades y, nada más para empezar, es bien tragona. Además, como dije, disfruto mucho mi trabajo: me da una especie de vitalidad, una sensación de plenitud. Y, como mencioné, estoy comprometida: me importa la persona a quien enviaré corregido, el texto que me ha confiado; me importa el texto mismo. 

¿Pero son mi hija, mi vocación o mis clientas, capaces de hacerme despertar?

No lo son.  

Despierto por los trucos. Me pongo una alarma cuyo sonido necesite apagar, pero que no me irrite. La efectividad subió cuando le puse una etiqueta, es decir, cuando hice que apareciera un mensaje con la alarma. Aún así, a veces la ignoro o no la oigo. Hoy desperté porque una amiga del alma me llamó para ver si había conseguido madrugar. El servicio humano de despertador me funciona mucho mejor que el de cualquier máquina: genera una especie de sensación de "no voy a malgastar tu llamada".

No obstante, al colgar con mi amiga, pude haberme quedado dormida en un parpadeo. Para evitarlo, voy a Facebook, Twitter o Instagram. Las redes están diseñadas para hacer que sigas ahí: ahí-despierta. Una inversión de 20 minutos hace que no duerma 120 minutos más. En ese punto, sí me sirve el hecho de que mi trabajo me gusta y estoy comprometida con él: no me pierdo en la red social; una vez despierta, puedo dejarla. "Una vez despierta" quiere decir: en cuanto me tope con algo que haga a mi corazón bombear sangre más rápido. Hoy, por ejemplo, fue que estando en Facebook, algo me hizo recordar que Rupert Grint se unió a Instagram. Fui a Instagram a seguirlo y a ver a quiénes sigue él. ¡Y listo! Me hice café y vine a la computadora.

Rupert Grint me hace salir de la cama. Mi hija amada, no... de hecho, fue a acostarse conmigo -ella, evidentemente- cuando ya había amanecido, así que su cuerpito generando calor más bien me invita a quedarme ahí, sintiéndola respirar.

Mientras preparo mi café, doy gracias a Dios. Siempre doy gracias a Dios por la mañana y le platico, a veces un par de frases, a veces bastante más.Pero si pretendo amanecer y orar, me quedo dormida. Es leer a Tom Felton comentando a Rupert Grint lo que me hace permanecer despierta, no mi necesidad de comunicación con Dios. 

No acuso de fraude a las invitaciones a trabajar por tus sueños, teniendo en mente lo que verdaderamente importa, ni a tener un tiempo de recogimiento por la mañana. Así como Homero Simpson puso fotos de Maggie en su lugar de trabajo con la frase "hazlo por ella", yo tuve mucho tiempo la foto de mi niña donde pudiera verla al teclear. Solo hago ajustes para funcionar y creo que es importante decirlo porque muchas personas pueden estar "poniéndose tache" porque no les funciona lo que creen que a toooodos les funciona para levantarse, organizarse, terminar lo que inician u otras de esas cosas que nos favorecen. Y lo que pasa es nada más que no han visto cuáles truquitos les harán poder

Habrá quienes lleguen a sentirse hasta "malas personas" porque no les "motivan" sus hijos o la misión que Dios les ha encomendado o cosas así de importantes; pero es que hay diversidad en los motivos. Las causas materiales -diría Aristóteles- son las que producen efecto directo sobre la realidad material. Por eso las operaciones concretas (los trucos) son un mejor ingrediente secreto que el amor para muchas de nosotras. Mi hija es uno de mis "para qué": lo que le da sentido a mis esfuerzos; pero como "por qué directo", el condicionamiento para orinar en el baño y no en la cama es más una respuesta a por qué despierto algunos días.  

Silvia Parque

sábado, 10 de octubre de 2020

Los amigos del asesino


Guernica, de Picasso. Fotografía de Papamanila en Wikimedia Commons.

Un hombre mata a una mujer con la que tuvo una relación sexoafectiva y tira su cuerpo. Tristemente, nada fuera de lo común en este lado del mundo. Pero esta vez la investigación evidencia y los medios comparten cómo reaccionaron sus amigos: vieron una bolsa negra de basura, supieron que ahí estaba el cuerpo y formaron un grupo de WA en el que compartían memes burlándose del caso. Ya sabemos que estos pactos patriarcales sostienen la violencia feminicida, pero leer el relato es horrible. Esperé días antes de escribir esta entrada porque no quería solo vomitar mis impresiones. No es que vaya a decir nada esclarecedor ni mucho menos, pero no quería escribir desde el impacto inicial.

Siempre ha habido asesinatos y de cuando en cuando, asesinatos con características de espanto, pero creo que además del crecimiento de la misoginia asesina, ahora hay reacciones y respuestas hacia los crímenes que dan cuenta de una escandalosa desvalorización de la vida, de una preocupante falta de responsabilidad respecto al cuidado de los demás -aunque lo de "¿Acaso soy el guarda de mi hermano?" sea tan antiguo-.

A este asesino, un amigo le dijo que no lo iban a ayudar con sus "mamadas". Creo que de haber sido ficción, la frase  habría dado profundidad al personaje y habría definido el tono de la situación.

Si un amigo te busca para que le ayudes a recoger su casa porque tuvo una fiesta muy loca, cabe que digas que no lo vas a ayudar con sus mamadas. Pero si te busca porque ha matado a una mujer y tiene su cuerpo en la cajuela del coche, no actúas como si te estuviera mostrando que tumbó el guardafango y aunque tal vez no inmediatamente, le denuncias (no es que tuvieran miedo de represalias).

Las notas también mencionan que una amiga del asesino lo acompaña a llevar el auto a lavar; por lo que se sabe, ella se entera, al menos, de que "algo malo" ha pasado. Tampoco lo denuncia. 

No es nada nuevo que los alcances de la búsqueda de aprobación masculina son palabras mayores; pero no deja de entristecer que una mujer actúe como esta "comprensiva" amiga. Recordé la noticia reciente de un feminicida que cumplió una pequeña parte de su condena en prisión y fue dejado libre -tampoco algo inusual-. El tipo ya tenía pareja... Las personas podemos rehacer nuestras vidas, por supuesto; pero matar a tu esposa y dejar su cuerpo tirado, como hizo este hombre, no es "cometer un error" como quien trató de pasarse de listo con Hacienda.

Ojalá podamos crear espacios, nichos, en donde estas cosas se conozcan como el horror que son. Formar a niñas y niños en estos espacios para que recuperemos lo que se ha roto y perdido.

Silvia Parque

jueves, 17 de septiembre de 2020

De lo que se tratan los días con mi hija

Hay que señalar el afán de muchos adultos por que niñas y niños no hagan "lo que quieran". ¡Las personas más o menos cuerdas queremos hacer lo que queremos! Pero nadie puede hacer todo lo que quiere en todo momento y menos una niña de cinco años con las ideas que puede llegar a tener mi hija... 

Limito su acción muchas veces al día, con el disgusto correspondiente de su parte. Trato de que las reglas sean las menos posibles y, sin embargo, hay más de las que me gustaría. Con el cambio de casa, a las ya conocidas:

La comida se cuida: no se tira.

La comida y la bebida solo pueden estar en el "área del comedor".

El agua se cuida. Cierra la llave del lavabo.

y

Si subes los pies en la cama o los sillones, quítate los zapatos.

Se agrega:

Si hay luz del sol, no prendemos la luz del foco.

No incluyo recoger los juguetes, poner su ropa sucia donde va o su colaboración acomodando los mantelitos antes de comer porque eso es como... orgánico... como cepillarse los dientes u otros hábitos que va aprendiendo y no generan problema. (Alguna vez generó problema la recogedera, pero lo arreglamos). Está siendo difícil que espere a comer cuando toca -que no coma toooodo el día-, yo creo porque nos desordenamos mucho en vacaciones, pero la verdad es que responde bien a lo que se trata de estructura tipo horarios, así que ya irá acostumbrándose.

En cuanto a su cuidado personal o su interacción con otros -aunque ahora trata casi solo con su papá y conmigo-, hemos tenido que reforzar muuucho las variantes de "no lastimar", en esta casa hay que poner más atención que en la anterior con que no abra la puerta y mucho menos se salga, y hace unas semanas se instaló un hábito que está poniendo a prueba mi tolerancia: hacer babas y jugar con ellas.  

Quisiera que hubiera menos de esto a lo largo del día, pero a veces parece que de eso se tratan los días. Siempre tenemos nuestros ratos de besos y abrazos, pero a veces parecen pequeños oasis y no los acentos que le dan tono a la vida.

Les dejo AQUÍ nuestro último video de Opinión manzanas, sobre corregir con respeto.


Silvia Parque

domingo, 13 de septiembre de 2020

Extraño septiembre

Nos cambiamos de casa; esta es más grande y estamos mucho más a gusto. He organizado de modo que nos ahorramos muchos problemas y no hay caos. ¡No hay caos! 

Luego de un inicio terrible, hecha la adecuación pertinente, están funcionando las clases a distancia. La terapia de lenguaje también va bien; algunas indicaciones de la terapeuta de B han marcado una diferencia como de la noche al día en nuestra cotidianidad. De cualquier modo, a veces la cosas se ponen difíciles... Los días previos y posteriores a la mudanza fueron muy pesados... Recuerdo una publicación de Facebook, de hace tiempo, creo que de Alicia Murillo, que decía que cuando le preguntaban "¿cómo estás?", respondía con respecto a la hija: "bien, X no ha tenido crisis", "más o menos, a X le pasa tal cosa"...

 El semáforo de la pandemia va en color naranja por acá. Mi hermana nos recuerda que hay que seguir cuidándonos y sé que tiene razón; reprogramo mis planes para ser responsable... Calculo si estaremos en verde para navidad...

Silvia Parque

domingo, 16 de agosto de 2020

Ir al doctor

Dr House, Calle Arte, Hugh Laurie, Hong Kong
Comprendo al Dr. House.
Mañana voy al médico y me hace gran ilusión. Cero que a la mayoría de las personas no les gusta mucho que las revisen, pero yo pongo a la consulta médica -en cuanto a "gusto"- en la misma categoría de experiencias que el corte de cabello: alguien prestándome atención y tocándome.

Tengo mucho tiempo con dolor en una costilla -parece que en una costilla-. Me sorprendió notar que prácticamente vivo con dolor: notar cuántas veces interrumpo mi actividad porque el dolor me hace detenerme o porque quedo fastidiada después de los ratos de dolor intenso.

Al principio, creí que me dolía una teta, sobre todo porque más o menos coincidió con el destete de B, hace como tres años. Continuó, aumentó, fui a hacerme una mastografía; pero luego descubrí que más bien se ubicaba al costado, más bien atrás, más bien no en mi teta. Mi madrina -que es doctora- me dijo que probablemente sería condritis [ESTO dice Wikipedia] y que podía tomar analgésicos, pero se sorprendió cuando tiempo después le dije que me seguía doliendo -y seguía tomando analgésicos-.

Durante buen tiempo, la astaxantina (un antioxidante) me quitó el dolor o al menos supongo que me lo quitó porque la tomaba y no me dolía; pero dejó de ser suficiente y en esta semana, súbitamente, el dolor fue tan intenso que sentí náusea y creí que iba a desmayarme. En los últimos días siento una especie de "liga" que me oprime no solo donde "siempre" ha dolido, sino de ahí al otro extremo de mi torso.

Había planeado ir a averiguar qué pasa con este asunto cuando terminara la contingencia sanitaria, pero entre el episodio de dolor intenso esta semana y que no se sabe cuándo todo volverá a la normalidad -o cuando acabará de instalarse una "nueva normalidad"-, pues voy mañana. Tengo una amiga doctora que me dice que no parece grave, así que espero no haga falta hacer estudios ni nada porque eso me haría necesitar ir a la clínica de atención pública y eso es un lío en mi dinámica.

Como estoy tratando de salir de casa solo a lo necesario, cada "ida" a algún lado es paseo. B se quedará con su papá, así que caminaré lentamente y quizá compre un agua fresca...

Silvia Parque

viernes, 24 de julio de 2020

¿Más vale una nalgada a tiempo que un delincuente en la cárcel?

Pues si fueran las únicas opciones: sí; pero no lo son. Este falso dilema es parte de las premisas que arman el aparato romántico del maltrato infantil. AQUÍ te contamos lo que Alejandra y yo pensamos sobre el tema, en el último video de Opinión Manzanas.

En otro orden de ideas, pero dentro del mismo gran tema, escribí "Familias con estrés de pandemia: 3 pautas para tratar bien a niñas y niños", que Psicogrupo publicó ACÁ. Es un artículo breve que termina con mi "confesión" sobre cómo vivo el compromiso del buen trato.

Pásenle con confianza :)

Silvia Parque

jueves, 23 de julio de 2020

Julio Covid

Este "quédate en casa " que parece interminable me trae una severa desubicación temporal. De por sí, no soy precisamente la reina de la ubicación... Cada vez tiene menos sentido distinguir "entre semana" y "fin de semana". Cada vez son más relajados los horarios para comer y dormir en esta familia.

También estoy más a gusto cada día. A pesar de que un ventilador murió. A pesar de la plaga de moscas. A pesar de que nada asegura el regreso a clases presenciales en septiembre. De ayer a hoy, no dormí; a veces nada más el exceso me hace posible; pero soy feliz.

Silvia Parque

lunes, 22 de junio de 2020

Los ventiladores


El ventilador negro, delgadito y mono, con actitud de caber en cualquier lado, llegó hace dos años. Me lo dio mi madrina y me salvó. Literalmente, no podía hacer nada en las tres horas de más calor: me echaba, tratando de no dormir para no dejar a la criatura sin supervisión. Y esas tres horas eran de no hacer nada, pero era muy difícil hacer cualquier cosa en toda la tarde, ni soñar con hacer algo que requiriera pensar.

Para entender esto hay que considerar el clima del Estado de Chihuahua. En ESTA página dice que los veranos son muy calientes y que la temperatura llega a unos 31 - 34 grados, en promedio, pero el promedio puede esconder datos extremos y no es la moda, así que créanme: hace más calor que eso. Además, es un calor agobiante por seco, al menos agobiante para mí y sé que no soy la única.

Cuando me habitué a vivir en Querétaro, me empezó a resultar más frío el frío de acá, pero mi problema con el calor no es por haberme desacostumbrado, lo tengo desde niña. Me recuerdo subiendo la escalera, cargando mi mochila como si estuviera subiendo una enorme escalinata de un templo antiguo, con el sol en contra. Ahora creo que mi recuerdo está muy adornado, pero según yo, había un gran ventanal por donde entraba una luz agresiva y un calor abrasador.

Cuando me casé,descubrí que antes no había tenido frío. Es una larga historia, pero el primer día que amanecí casada, no tenía cerillos para encender el calentón ni dinero para ir a comprar unos. Algo así me pasó en esta casa con el calor. Siempre viví en casas cómodas y bien equipadas hasta que me mudé a Querétaro, donde eso no fue un problema en relación con el clima porque su clima es estupendo, al menos para una chihuahuense. Al regresar acá, volví a vivir en casas muy bien puestas, de hecho con aire acondicionado. Luego me mudé aquí y conocí el calor infernal.

Las casas están mal diseñadas o mal situadas, de modo que se ponen muy, muy calientes. La pared que da a la calle se calienta de modo que da miedito. Y no corre el aire.

Como dije, mi madrina me salvó con el ventilador negro. Pasó otro verano y luego llegó este y ella misma me ofreció otro aparato salvador. Pensé agradecer y decir que ya tenía uno, pero luego pensé que con dos podría formar una corriente de aire. ¡Es tan bueno! Transforma el ambiente. Además, si B está en un lado y yo en otro, podemos tener aire ambas.

Benditos ventiladores. Bendita madrina.


Silvia Parque

miércoles, 17 de junio de 2020

Las lindas

Hace poco descubrí a Superholly en Youtube y me he recetado un montón de sus videos; sobre todo, me gustan sus historias de "No seas como Holly", en las que narra consecuencias de sus errores.

Por otra parte, hace unos días vi que el canal de Mis pastelitos celebraba diez millones de suscriptores, me dio mucho gusto y me puse a pensar que me gustan estas dos mujeres jóvenes "lindas", "muy lindas", porque me habría gustado ser como ellas. Y no es que me considere desagradable ni mucho menos: es que entre la amplia gama de características que una puede tener, "linda" no es una de las mías; tengo otras chidas y esta no es una que esté deseando. 

Pero sí la deseé. 

Estuve traumadilla durante años por la forma en que asimilé algunos señalamientos sobre mi forma de ser que hizo reiteradamente quien fue mi esposo y que amarraban bien con cumplidos hacia la forma de ser de otras mujeres que eran justo cómo yo no soy: que eran "lindas".

Silvia Parque

lunes, 25 de mayo de 2020

Tiempos de COVID-19

Les comparto mis últimos dos artículos para Psicogrupo, ambos en relación con la manera en la que estamos experimentando la pandemia.


Fe de erratas: Estaba mal el primer vínculo. Ambos vínculos llevaban al mismo artículo, pero ya lo arreglé.

Silvia Parque

viernes, 22 de mayo de 2020

Las moscas en el fin del mundo


Cada año llegan las moscas a esta casa. Muchas: normales y de las grandes y de las verdes; un asco. Cada año queda menos de los mosquiteros en las ventanas, así que la invasión empeora. Estoy hablando de treinta o cuarenta en una habitación, más o menos después de la hora de comer.

Afortunadamente, conocí el mejor veneno del mundo el año pasado. Siento un gusto morboso por llenar la casa de veneno disparando el aspersor y por barrer los cuerpos, con todo y lo desagradable de recoger cuerpos sobre la mesa o sobre la cama. Lo mejor es que sigue matando al siguiente día y al siguiente, y durante muchos días, en realidad. Claro que nada dura para siempre, así que un día hay que comprar otro bote y hace como una semana, cuando llegó ese momento, no había más botes de veneno en la papelería donde los compro. Conseguí uno diferente, que parece prácticamente igual de bueno, en la tienda de la esquina (un poco más barato).

Pero quiero contarles de esos días sin veneno, cuando ya se había terminado el efecto del anterior.

No me volví loca. No me alteraron. No me impidió nada, ni cuando oí zumbar mientras trabajaba, ni cuando el zumbido estuvo cerca de mi cabeza, ni cuando hacían una fiesta loca en la recámara de mi niña.

No me produjeron ni disgusto.

Bueno... obviamente no me gustó su presencia. Sí dije "moscas feas", "qué horror de moscas", así que en realidad sí me disgustaron; pero quiero decir que era un disgusto... sin alteración. Y no es que la sertralina me tuviera en un momento zen ni nada. Yo creo que es el efecto del fin del mundo.

Las moscas son señal de continuación: moscas igual que el año anterior y como las que habrá el año entrante -aunque se supone que no estaré en esta casa el año entrante-. Moscas porque la vida sigue y nos hace ocuparnos de lo cotidiano, tan poco trascendental y, sin embargo, el contenido de nuestros días: esos días de los que queremos más.


Silvia Parque

lunes, 11 de mayo de 2020

Su gusto

Se enredaron mi llave y el llavero con un delgado hilo elástico que fue parte de un cubrebocas.

B tomó la llave-llavero enredado y lo colgó de la chapa de la puerta, convirtiéndolo en piñata.

"Piñata", dijo, haciéndome feliz con su voz de Xcolcolché. Ha estado hablando desde el viernes: palabras solas, alguna frase de dos palabras: tesoros de mi corazón. 

Le pegaba a las llaves con una baqueta y cantaba "dale, dale..."

Como el elástico se zafaba y se rompía, luego de varias reparaciones, mejor le improvisé una nueva piñata con un globo azul. De antología, su gusto. Amo su manera de disfrutar.

Hoy fuimos a la ciudad a entregar unos productos y hacer unas compras y es una maravilla verla disfrutar el paseo. Cierto que la cuarentena hace que cualquier salida sea la gran cosa, pero ella ya era así. Se detiene a ver una hoja o una flor -y a intentar comérselas-, a sentir la textura de un muro, a contemplar lo que hace un señor. Quiere trepar en cada elemento arquitectónico donde sea posible trepar. Se le ilumina la mirada con una escalera diferente, como quizá a otra niña le ocurriría en un parque de diversiones.

De regreso en la colonia, vamos por frutas y verduras porque es lunes de tianguis. Caminamos hacia allá por una banqueta que está algo elevada respecto al terreno donde se instala el puesto, así que hay una especie de "bajada" de medio metro, inclinada, que ella usa como resbaladero. ¡Hay que ver su sonrisa!

Ya rumbo a la casa, por fin, se detiene unas diez veces en el camino a pararse de cabeza.

Bendito autismo. Bendita ella.

Silvia Parque

viernes, 17 de abril de 2020

Falacias y pandemia

Cuando doy clases, a menudo mis cursos tratan o al menos tocan el tema de las falacias lógicas. Me gusta tanto y me parece tan necesario, que si tiene sentido, aunque no venga en el programa, trato de incluirlo de alguna manera, al menos como mención.

Yo soy buena para detectar lo que "no va" o "no cuadra"en un argumento, así que suelo reconocer las falacias, aunque apenas conozca el nombre de las más populares.

En medio de la epidemia, me llama la atención cómo no se nos ocurre el modo de desterrar de una vez y para siempre las falacias más repetidas en la justificación de que "la enfermedad no existe" o que "no es una epidemia" o que "no es como para cambiar nuestra cotidianidad por ella".

Yo no conozco a nadie enfermo de eso. A ver, ¿quién de aquí conoce a alguien contagiado?

El gobierno siempre nos engaña.

Si así fuera, no estaría la calle llena de gente.

Con todo tanto avance en la ciencia, no puede pasar algo así. 

A ver cómo nos va.

Silvia Parque

viernes, 10 de abril de 2020

Dulces sueños

Ayer tuvimos una rutina de la hora de dormir como para enmarcarla.

Amo cuando estamos en la cama: para dormir, al despertar y cuando nos vamos a hacer arrumacos durante el día. Ayer, creo que se durmió antes de que yo terminara de cantar Los tres cochinitos. Horas después, caminó a mi habitación y se acostó en mi sillón -que es mi cama-. No alcancé a percibir si caminó con los ojos abiertos ni entendí si había despertado; pero se acostó y durmió, gracias a Dios.

En las entrevistas solía decir que B dormía bien, que a veces tal y tal, pero que "sí": dormía bien. Será porque cuando era bebé batallaba mucho más... Tal vez batallaba igual y me acostumbré... Supe que dormía muy mal cuando el paidopsiquiatra le recetó melatonina para dormir mejor y todo cambió: su hora de dormir se volvió algo agradable y predecible, la rutina no duraba hooooras y sobre todo: al día siguiente estaba de mucho mejor humor, más tranquila y más dispuesta a hacer caso.

La primera mañana después de haber tomado melatonina pude vestirla, peinarla, darle de desayunar, etc. ¡Todo bien! Sin drama ni nada. Con sonrisas y cooperación :) :)

Además es económica, duran mucho porque parto la pastilla a la mitad y se venden sin receta, por lo que no necesitamos volver con el médico para resurtir. Una maravilla.

Hoy escribo esto casi a la 1:00 de la mañana, con ella junto a mí, pidiendo atención. La llevé a la cama dos veces y me rendí. Vine a hacer mi pedido de Oriflame y ahora espero que le dé sueño... Justo acaba de ir a su cama...

Silvia Parque

martes, 7 de abril de 2020

Abril


Mi niña cumplirá años este mes, el mes en que se da visibilidad al autismo.

El paidopsiquiatra escribió "autismo atípico" en el diagnóstico. La terapeuta de lenguaje cree que es "autismo desintegrativo". Igual las etiquetas cambian con la vigencia de los manuales...

Ella gira y gira sin marearse.

Mira a otro lado.

Levanta su brazo y mueve su mano como si fuera a bailar flamenco.

Y una lista interesante de dificultades, singularidades...

Y una sonrisa que ilumina.

Y su voz dulce de xkokolché.

Silvia Parque

martes, 24 de marzo de 2020

Marzo

Los días previos al 8 de marzo estuve pensando en un montón de cosas que quería escribir. Desde que estoy ocupadísima, a falta de tiempo de teclear, paso mucho tiempo pensando en lo que querría escribir: esos días de marzo estuve dándole vueltas a temas en relación con la situación de las mujeres. Entonces llegaron la marcha y el día siguiente. Para abreviar, diré lo que estuve diciendo a quienes pudieron oírme esos días: Hay tres momentos que me cambiaron la vida, que marcan un "antes" y un "después: mi conversión al cristianismo, el nacimiento de mi hija y la experiencia de la marcha de este 8 de marzo.

Estaba procesando muchas emociones y sentimientos, en un año que ya estaba siendo bastante intenso en función del reconocimiento del autismo de mi hija, cuando llegó acá la pandemia. Hay quien sigue sin creer que esto sea "real" o "en serio"; pero ayer por la noche, el gobernador de mi rancho anunció que se suspenden las actividades no esenciales y que no habrá más reuniones, independientemente de la cantidad de personas que pretendieran reunirse. Ojalá estas medidas y la determinación de que estamos en Fase II -con lo que impactan las etiquetas- haga que por fin se encierre la gente que pensó que la suspensión de clases era un adelanto de las vacaciones.

Por supuesto, están quienes no pueden encerrarse: los muchísimos que si no salen a trabajar, no comen y los que no tienen dónde encerrarse. Incluso no estando en la situación de vivir al día, la mayor parte de los trabajadores autónomos sabe que si deja de "salir" se va a caer su mundo, y no por la burrada de querer más un coche que a la salud, sino por la legítima necesidad de seguridad para una misma y para la familia.

Están también quienes van a aislarse con gente que les daña, quienes van a pasar la cuarentena solos, tantos y tantos casos en los que ya la vida estaba siendo suficientemente difícil.

Pienso muchas cosas sobre todo esto, pero ahora nada más les mando un abrazo virtual con mucho afecto, con verdadero, profundo afecto, especialmente a mis amigos en España.

Silvia Parque

lunes, 17 de febrero de 2020

Hablemos

Mi tiempo y energía apenas me alcanzan, así que me viene muy bien haberme alejado de discusiones estériles en redes sociales y reservarme muchas de mis opiniones; así, además, no doy material a posturas que considero destructivas y que fácilmente pueden descontextualizar lo que escriba para apoyarse: ya sé que mis palabras no tienen gran repercusión, pero me importa hacerme cargo de lo que ocasionen a donde lleguen, en la medida de lo posible... 

Bueno: pues así hemos pasado de la mitad de febrero sin que yo diga casi nada sobre la violencia que vivimos en este país, donde se siguen sumando casos de niñas y mujeres desaparecidas, torturadas y asesinadas. El Estado sigue siendo tan ineficaz como ha sido desde que nos hicimos famosos por las "muertas de Juárez"; ahora es peor porque se sabe más de lo que debería hacerse y no se hace o se hace tan mal que no es exageración considerarle un Estado criminal.

Al menos en este lado del mundo, todas somos damnificadas por una cultura machista que agarra nuevos bríos de las emanaciones de un tejido social descompuesto; urge que se comprenda que todas estamos en riesgo y, sin embargo, nuestro "nivel" de riesgo es diferente: es peor para aquellas que son consideradas de poco o ningún valor: las pobres, las indígenas, las obreras...

Vivimos entre inmundicia, como cuando ya no percibimos el olor a encerrado de una habitación en la que hemos estado toda la tarde, hasta que un día, el horror nos da otro golpe y, gracias a Dios, las que luchan gritan y rayan paredes. Hoy hay una comunidad enojada por el asesinato de una niña de siete años que fue encontrada desnuda y torturada. Hace días, la noticia era el modo en que un tipo asesinó y trató el cuerpo de quien fuera su pareja, y el modo en que se expuso la imagen de su cuerpo, como si hubiera sido ropa vieja tirada. De cuando en cuando pasa algo así, especialmente cruel, especialmente indignante, y algunas nos ponemos tristes y nos enojamos, mientras otros tantos hacen bromas, exponen su conocimiento sobre formas de matar y deshacerse de las evidencias, culpan a la víctima y le quitan importancia a la tragedia. Da asco.

Tomemos posición. Hablemos. Nuestras acciones posibles en nuestros espacios cotidianos a favor del ejercicio de nuestros derechos, en contra de todo tipo de discriminación y violencia de género, pueden hacer red, nos fortalecen y nos protegen. Y demos gracias porque hay mujeres capaces de convertir su furia en protesta organizada.

Silvia Parque

miércoles, 8 de enero de 2020

Reyes Magos


Hoy llegaron los Reyes Magos :) Mi niña no está pendiente de las fechas ni tiene referentes que le hicieran desilusionarse por no tener regalito el mero día 6, así que no hay problema. De hecho, creo que ella habría estado bien si hubieran llegado hasta el próximo lunes, cuando habrían sido más espléndidos, pero me pareció que ya sería mucho desfase; además, hoy vuelve a la escuela y si la maestra u otros niños dicen algo sobre el tema, quiero que también sea de las afortunadas que recibió algo de los famosos monarcas.

Silvia Parque