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miércoles, 24 de agosto de 2016

Lo que pasa con la falta de Peña

He leído algunos de los comentarios sobre el recientemente documentado plagio del presidente. Me llama la atención que algunas personas le defiendan con dichos que parecen responder a la difusión de una foto embarazosa de su adolescencia, cuando no se trató de eso.

Sí: todos hicimos algo incorrecto alguna vez,  Si tuvimos la suerte de tener una vida académica, también habremos hecho algo incorrecto "ahí". Nadie va a crucificar al buen Juan Pérez, que tiene veinte años ganándose la vida decentemente, porque una vez copió en un examen, en primer semestre de la carrera, cuando sentía que la vida le iba en la calificación que necesitaba. Nadie va a desplumar a María Pérez -la hermana de Juan- porque en quinto semestre, cuando empezó a trabajar, le invitó pizza y refresco a sus compañeros para que pusieran su nombre en el trabajo por equipo, aunque no participó. Requetemal estuvo Juan y requetemal estuvo María, pero las cosas pasan.

Lo que pasa con la falta de Peña es en primer lugar, que es de lo más grave que puede hacerse en la universidad. Y luego: que no era un muchachito "volándose" una clase. Se empieza la carrera con 18 años más o menos, pero se termina años después, cursos después, profesores después, prácticas después... errores y reparaciones después. En ese tiempo, te estás formando. Cuando llegas al final y emprendes el camino de la tesis, ya estás lejos del preparatoriano que fuiste. Si por alguna extraña razón no lo sabías, con los primeros borradores de tu trabajo, te enteras de que no indicar la autoría de los textos que citas, se traduce en que te atribuyes dicha autoría. Suponiendo que Peña no tuviera intención de plagiar, en algún momento se enteró de que no sabía cómo hacer su tesis. Pero no importó y se tituló con un trabajo del que casi la tercera parte resulta "sospechoso" de plagio. Casi la tercera parte. Si compró el texto, peor.

Lo relevante del asunto no es su incompetencia escribiendo, lo relevante es que no importara y que tuviera un pase mágico para la obtención de un recurso que es andamio de su posición actual. Como ese pase mágico, los poderosos en México tienen boletos prácticamente para lo que les dé la gana, porque pueden. Es injusto y peligroso.

Silvia Parque

martes, 7 de junio de 2016

"¿Cuánto cobrarías por...?"

Al trabajar por cuenta propia, el cliente se convierte en "algo" realmente valioso. El prospecto, el interesado, el que simplemente es parte de un público al que va dirigido el servicio, se convierte en alguien a quien da gusto acercarse, conocer y tratar, porque su existencia -eventualmente, su presencia- da sentido a lo que una hace; es así, aunque no contraten el servicio ofertado.

Yo aprecio que hagan contacto conmigo, de cualquier forma. No tengo problema con que me pregunten si hago un trabajo que imaginan que podría hacer, pero no hago (como captura o transcripción de datos); mucho menos me incomoda que me pidan descuentos o plazos para pagar: al contrario -casi siempre hay modo de llegar a un acuerdo-. Pero hay dos cosas que no me gustan:

- Que me pidan una cotización formal con el único interés de conformar la terna que se solicita en muchas instituciones antes de tomar la decisión de a quién se encarga un trabajo; es decir, que me pidan el presupuesto sabiendo de antemano que no están considerando la posibilidad de elegirme. Entiendo que así funciona el mundo: tal vez me disgusta porque si me pidieran la cotización como favor, avisándome de qué se trata, lo haría sin problema.

- Que me pidan que les haga la tesis. Desde estudiantes de licenciatura que en su vida van a volver a escribir un trabajo de más de diez páginas hasta doctores que lucran con sus títulos y son considerados autoridad en sus temas. No es correcto. Y por si mis principios fueran tembeleques, ¡no me conviene! En absoluto. Dependiendo de quién lo propone, hay algo de intento de explotación en eso... de abuso. Yo entiendo al tesista desesperado y tengo una variedad de opciones para quien no puede más: "compongo" trabajos, redacto a partir de borradores, etc.; lo otro no es digno.

Silvia Parque

viernes, 6 de mayo de 2016

Ella abandonó su tesis

Las historias con la tesis de posgrado pueden ser más o menos como las historias de amor. A veces, te das cuenta de que la cosa no funciona, hay que renunciar con dignidad y "dejar ir". Muchas personas alrededor diremos que tú puedes, que persistas, que vale la pena, que ya has invertido mucho y que la recompensa está a la vuelta de la esquina... que sí existe la recompensa. Pero tú sabes que no solamente no funciona, sino que no te interesa hacer lo que es necesario para que funcione. En ese caso, ¿para qué continuar con el "pendiente" en el pizarrón de corcho? ¿Cuál es el sentido de la ansiedad y la culpa, cada vez que recuerdas lo atrasada que estás?

Yo conozco a una mujer capaz, que tenía un gran tema entre manos, que estaba bien formada e informada y que tenía buenas ideas de las que iba a salir una buena tesis. Pero con los meses de no terminar, llegaron los años, con los años llegaron los recordatorios de fechas límite por parte de la administración de la universidad, el cambio de intereses, el absurdo en la relación con la asesora. Y abandonó. Un desperdicio, mirando hacia atrás; pero también una decisión valiente, mirando hacia adelante. A veces, pasa. Mejor no hacernos tontos ni locos.

Silvia Parque

martes, 15 de septiembre de 2015

Fin de la espera

He estado esperando el desenlace de una situación para estar en paz. He temido que no sea el que quisiera. He pensado que bueno o malo, lo mejor es que termine de pasar lo que vaya a pasar, y luego el miedo me ha hecho desear suspender el tiempo. Demasiados días, el tema ocupó todo el espacio mental que encontró.

Pero este sábado decidí poner fin a esta manera de vivir la situación; eso está en mis manos -lo que vaya a pasar, no-. Quiero dejar estar a la vida. Aunque sinceramente pongo todo en manos de Dios, esta necesidad de que "algo" ocurra para entonces estar en paz, me revela falta de confianza en esas manos; así que espabilo.  

Recuerdo los años en que la tesis inconclusa era una especie de tapón que me impedía emprender. No es que fuera a pasar algo específico cuando la terminara, pero debía terminarla para poder pensar en otra cosa; luego llegó el trámite para el título, así que pase de un "hasta que la termine" a un "hasta que me titule". No han faltado otros "hasta que": hasta dejar el trabajo, por ejemplo. Es un modo tonto de desperdiciar vitalidad, de no estar "aquí y ahora".

Silvia Parque

sábado, 13 de septiembre de 2014

El tesista asustado y la visión del vacío

Espacio, Vacío, Imagen De Fondo, Etapa, Escenografía

Algunos tesistas con los que trabajo suelen anunciar en nuestra primera conversación que no tienen "nada" o no entienden "nada", que sus esbozos están completamente mal y no tienen la menor idea de qué hacer. A estas alturas, ya sé que la frustración está hablando y que el panorama no es tan negro; pero sigo sorprendiéndome porque cuando conozco sus archivos: sí hay mucho por hacer y sí necesitan mucho apoyo; pero algo han hecho y hay con qué trabajar.

Qué importante es tener una visión externa; es como abrir las ventanas para que entre el aire en una habitación que ha estado encerrada durante horas con gente malhumorada dentro. El asesor o director de tesis, a menudo no puede hacer esta función si ya se le erigió como monstruo castigador. Creo que las reuniones de trabajo entre pares sí dan buenos resultados en este sentido.

Algunos tesistas asustados, de plano necesitan que alguien les tome de la mano.

Silvia Parque

miércoles, 13 de agosto de 2014

No se dé tanto gusto

En el último mes, he visto un promedio de trece películas a la semana y esta experiencia me ha permitido corroborar que una de las peores cosas que le pueden pasar a un director de cine es tener necesidad de darse gusto.

Me queda claro que los grandes directores hacen a su modo, de ahí que una película pueda identificarse como "suya". Supongo que eso les hace sentir satisfacción. Pero el gusto que se dan es a favor de la obra; la necesidad de la obra es la que determina qué se va a hacer; claro que la visión para detectar la necesidad de la obra está en función del modo de hacer del director, pero el enfoque es diferente al de quien solo se da gusto para darse gusto a sí mismo -y no dar gusto a la obra: darle integridad-. Hay malas decisiones de dirección que se deben a que el director siempre quiso hacer esto o aquello y no quiere perder la oportunidad. 

Me recuerda al tesista para quien resulta imprescindible citar todo lo que ha leído, como los cantantes que por hacer garigoles con su voz, dejan de lado el sentido de la canción. 

Silvia Parque

viernes, 1 de agosto de 2014

Mujeres, madres de familia, tesistas

Todas las mujeres, madres de familia, con las que he trabajado en la elaboración de sus tesis, sea en acompañamiento o consultoría, son interrumpidas por sus hijos y/o marido, en el tiempo que dedican a su labor de tesistas. Todas, han optado en algún momento por la estrategia de empezar a trabajar "hasta que los demás se queden dormidos", lo cual evidentemente resta horas a su propio sueño. Cabe mencionar que en ninguno de los casos ha habido niños pequeños. Afortunadamente, casi todas han llegado también al momento de marcar límites, y decir: "por favor, déjenme trabajar".

Silvia Parque

miércoles, 23 de julio de 2014

TERMINA DE ESCRIBIR

Algunas personas no se sienten cómodas escribiendo. Otras personas se sienten muy bien, pero al valorar sus textos con objetividad, encuentran fallas o carencias.

El redactor, el corrector de estilo y el consultor, ayudan con eso:


Silvia Parque

jueves, 3 de abril de 2014

El acomodo deja cansancio

El lunes presenté mi examen de grado para convertirme en "Maestra". Los sinodales tardaron en dar el "sí" pero lo dieron, y mi porra y yo fuimos a tomar algo y comer algo a un lugar lindo. La vida se me acomoda y cada día amanece más bonito. Estoy al tope y derramando agradecimiento a Dios. ¡Pero muy cansada!

Lo deseado puede cansar casi tanto como lo no deseado.

Silvia Parque

domingo, 30 de marzo de 2014

Las tortugas y la tesis

Preparo la presentación de mi examen de grado, iniciando con una leída en voz alta de la tesis, completa, caminando de aquí para allá. Me llevo algo entre las piernas, y lo devuelvo a su lugar; es el cable del calentador automático del acuario, que como puede suponerse, movió el calentador al ser arrastrado. Pongo el cilindro en su lugar, pegado a una pared de la pecera, y noto el agua fresca. Apenas se estrenó ayer. ¿Será que ya no sirve? ¿Simplemente hay que mover el indicador de la temperatura? No tengo tiempo para eso, apenas en la primera de cinco partes del segundo de cuatro capítulos. Pero ya que he venido a escribirlo, me remuerde la conciencia y voy a averiguar.

El agua está fría. Desconecto, muevo el termostato, recoloco el objeto, vuelvo a conectar, y espero que al rato suba la temperatura, a pesar de que no está iluminado el circulito de "on".

Guardadas las proporciones, imagino que así es con los hijos: la mamá dándole forma a su proyecto creativo o laboral, y el niño se cae de la bicicleta o hay que hacerle un disfraz porque va ser un conejo en el festival de la primavera. Mi reconocimiento a esas mujeres que pueden con los hijos y las tesis, y por supuesto, a los papás apoyadores que hacen su parte y tantito más, para que las mamás de sus hijos puedan realizarse no solo como mamás.

Silvia Parque

sábado, 22 de febrero de 2014

Una tesis como un rompecabezas

Trabajar con la tesis de otra persona puede ser más o menos como armar un rompecabezas, cuando la encomienda es un amplio "hacer que quede bien la cosa". Y me encanta armar rompecabezas.

Hay muchas posibilidades en una ocupación como esta, y tienen que ver con la combinación de los siguientes elementos: cómo escriba la persona (bien, regular, mal, terrible), qué es lo que dice (me interesa, es una buena idea, no me interesa, es una tontería), cuál es la encomienda (corrección de estilo, estructura del trabajo, revisión comentada, etc.), y directamente en relación con esto último: cuál es el grado de libertad que se me ha dado (¿voy a proponer?, ¿voy a cambiar el texto?, ¿voy a cambiar lo-que-sea del texto?).

Es un gusto cuando el usuario del servicio escribe con decencia, ideas valiosas sobre un tema que me interesa. En ese caso, que la encomienda incluya una bandera verde para "hacer que la cosa quede bien", es realmente como trabajar armando un rompecabezas, del que una puede hasta crear piezas nuevas y recrear la imagen que va a formarse.

COMERCIAL: Hago esto bien. Si necesita mis servicios, puede escribir a: silviaparqueaw@hotmail.com

Silvia Parque

miércoles, 15 de enero de 2014

Rumbo al título

El logro concreto de mi rato de trámites rumbo al título, la tarde de hoy, fue: ninguno. Pero debo mencionar que el personal de Posgrado, y de Investigación y Posgrado -que no es lo mismo- de la Universidad Autónoma de Querétaro, se lucen de amables. Una de las secretarias incluso me devolvió la llamada cuando se terminó el saldo de mi celular. Honor a quien honor merece.

Silvia Parque

martes, 14 de enero de 2014

Administración del tiempo: cosas grandes y pequeñas

Una de mis "áreas de oportunidad", como la llamarían en la universidad para la que presto servicios, es la administración del tiempo. Suelo posponer las cosas (procrastinar), las grandes y las pequeñas.

Eso de posponer las cosas grandes es el lobo malo que quería comerse mi tesis. Estas cosas -las grandes- dan miedo por razones poderosas y dan mucha oportunidad de hacer-como-que-se-hace; por ejemplo, una puede decirse a una misma que de verdad es imprescindible hacer fichas de trabajo a la antigüita, en tarjetas, que lo mejor es ahorrar y en vez de comprar las tarjetas, marcar y cortar una cartulina que anda por ahí, que haciendo márgenes de colores se organizan las ideas. Hice un montón de cosas por el estilo -la palabra "montón" queda muy bien: hacen montón y apachurran el proyecto-. Ante los demás, parece que de verdad te estás ocupando; si llegas a creer que de verdad te estás ocupando, el problema es grave.

Luego, están las cosas pequeñas, lo que no cuesta hacer, lo que no da miedo ni nada, pero se pospone porque faltan ganas en ese momento -y muchas veces, en cualquier momento-. Son cosas como guardar un papel en su lugar o pedir una factura por internet. En mi caso, estas cosas pequeñas son la mayor fuente de caos. Lo descubrí porque por necesidad, empecé a dejar de posponer las cosas ordinarias del trabajo y eso ha favorecido notablemente mi experiencia laboral. Las cosas grandes que quedan pendientes pueden interferir con el proyecto de vida, pero a mí no me generan el estrés de las cosas pequeñas pendientes, porque respecto a aquellas soy indulgente.

Silvia Parque

domingo, 5 de enero de 2014

La tenebrosa tarea de ordenar archivos

Pocas tareas más tenebrosas para alguien que trabaja frente a una máquina, que la de ordenar y depurar archivos cuando se han ido juntando versiones y elementos separados de la misma cosa. Pasa con los proyectos grandes (por ejemplos, las tesis); llega el caos cuando se trabaja en varias máquinas, o cuando trabajan varias personas en diferentes copias del mismo documento. Hay que bautizar con nombres claros a los archivos, incluir la fecha de la última modificación en el nombre y, por supuesto, siempre guardarlos en la carpeta correspondiente. Algunas personas lo aprendemos lento...

Silvia Parque

martes, 29 de octubre de 2013

Trámites para obtener un título de posgrado en la UAQ

La serie de trámites para obtener un título de posgrado en la Universidad Autónoma de Querétaro, es largo y tiene varias -importantes- áreas de oportunidad. Pero si se quiere tener un óptimo desplazamiento de un paso al otro, no hay sino que poner atención y hacer las cosas a su debido tiempo.

Conmigo, todo el personal administrativo y por supuesto, el académico, ha sido amable y ha tenido múltiples consideraciones. Lo que complica las cosas es que yo me equivoque en lo que lleva una carta, que olvide el papel X, ¡que haga las cosas en el último momento...!

Pero bueno: si hubo tesis, haré que haya lo que le sigue. Dios mediante.

Silvia Parque

sábado, 7 de septiembre de 2013

Porque no pude

Llegué al límite de tiempo para titularme, y estoy a la mitad del trámite. Corresponde pedir una extensión del plazo, que podría ser hasta de un año, aunque solamente necesito unos meses. Debo escribir una carta que explique por qué no me he titulado. Se entiende que la explicación ha de justificar que no lo haya hecho. Pero no hay algo que lo justifique. En cuanto a lo económico: el dinero sí jugó un papel en el asunto, pero no determinante. A lo mejor de forma indirecta porque es difícil ocuparse de terminar la tesis y hacer trámites mientras una trabaja... y mientras una trabaja y hace malabares con lo que gana. Pero la tesis debí haberla terminado en el curso de la Maestría, y casi todo el mundo debe hacer trámites aunque trabaje -y lo hace-. Todo son pretextos. Lo decente es decir que simplemente no lo hice, y punto; que lamento ser un punto malo en sus estadísticas. Pero haré una carta convincente, porque así necesitan que sea y necesito que funcione.

En lo privado, sé que tuve complicaciones "psíquicas". Un día haré un grupo de apoyo para pasantes que se resisten a dar el paso.

Silvia Parque

miércoles, 28 de agosto de 2013

Un mundo asistido

Voy a informarme sobre el trámite siguiente en mi proceso de check list rumbo al título de Maestría. El día ha sido tan accidentado, que por la mañana llegué dos horas tarde al trabajo, y al regresar a la casa me entero de la turbadora presencia de un ratón, que se me asegura, ha sido aniquilado. Para cerrar con broche de oro, mi única moneda cae y rueda junto a la llanta del autobus.

El chofer de la mole con llantas enormes, se compromete a no matarme mientras recojo mi moneda; abordo, pago, y hago gestos la mitad del camino rumbo a la universidad, en respuesta a los gestos del bebé del asiento de adelante. Amo la universidad pública, autónoma, que se porta como universidad pública y autónoma. Recuerdo, como cada vez que voy, lo mucho que me gusta el ambiente.

Llego con la Coordinadora de la Maestría y descubro que debí haber hecho X y Y, que no hice. En los próximos días habrá que llamar por teléfono, enviar correos electrónicos y hacer una ronda de visitas buscando cartas y firmas. No tengo idea de donde están los papelitos con los números telefónicos necesarios, y procedo a fantasear con un mundo en donde a todo el que termina una tesis de Maestría, se le asigna un asistente.

Silvia Parque 

lunes, 15 de julio de 2013

De pasada por Ortega y Gasset

Lo primero que conocí de Ortega y Gasset, fueron fragmentos de sus textos que revisé al cursar Psicología Social en la licenciatura. Después, dos de mis estudiantes universitarios realizaron una investigación básica en la que Ortega y Gasset era uno de los autores revisados. Ese trabajo fue muy importante para mi formación docente, porque me la pasé un semestre tratando de reducir/moderar las expectativas del par de atrevidos, que a la hora de los resultados/conclusiones alcanzaron lo que pretendían, sorprendiéndome de lo lindo. No hay algo que pueda hacer más feliz a quien "enseña" (nunca volví a poner mis límites a un estudiante).

Hoy disfruté una animada conversación alrededor de una tesina sobre el trabajo de este filósofo español. En este momento de mi circunstancia, nada como hablar del rescate de uno mismo, y de la vocación como finalidad del ser humano... En verdad creo que estamos llamados a cumplirnos, del modo en que una planta es toda ella, esplendorosamente, lo que es.

Silvia Parque

miércoles, 12 de junio de 2013

El resumen: bebé de palabras

Corto un fragmento de la tesis para enviársela al Dr. Luévano, veo el resumen, recuerdo que es prioritario continuar los trámites de titulación y siento el cariño... como con los hijos, no es perfecta, no es la mejor, no es la más bonita, no es lo que podría haber sido, pero es mía. Así que les presento el resumen:
Este trabajo critica una manera usual en que, desde el enfoque psicosocial con perspectiva de género [EPPG], se investiga el objeto violencia en la familia, y se interviene sobre el fenómeno de la violencia en la familia. Se analiza una explicación específica, muy popular, sobre la violencia en la familia, paradigmáticamente representada por el trabajo de Jorge Corsi. El análisis se contextualiza, puntualizando la forma en que se aborda el problema institucionalmente, sobre todo desde organismos oficiales, y describiendo la situación social en la que tienen lugar, tanto el fenómeno de la violencia en la familia, como su abordaje. El procedimiento de la investigación consistió en analizar una serie de materiales, y proseguir con una crítica epistemológica, lógica y política, de la postura que expresan los materiales. Como resultado, se sustentan los supuestos de que la explicación sobre la violencia en la familia que propone el EPPG, es verosímil pero se inscribe en un modelo médico, inapropiado para abordar los fenómenos psicosociales; que los planteamientos del citado enfoque se socializan como una ideología; y que el enfoque trata de manera equivocada los diferentes niveles de realidad en los que se mueve el fenómeno de la violencia. (Palabras clave: enfoque psicosocial, perspectiva de género, violencia en la familia, crítica epistemológica, modelo médico, ideología, niveles de realidad)
Silvia Parque

sábado, 11 de mayo de 2013

Aprendiendo paciencia

La lap se apaga a veces; a veces, muchas veces. Tiene dañado el disco duro, y hace lo que puede para que me siga sirviendo de ella; hace mucho más de lo que debe, después de como la he tratado. Tiene un ventilador porque no puede regular solita su temperatura, no tiene batería hace mucho, y aunque el cargador de energía tiene un cable nuevo que hace que ya no vivamos en riesgo de llamarada, necesita un cargador nuevo. Para terminar el cuadro, le falta una tecla y en alguno de los varios reseteos se quedó sin el programa para usar la cámara fotográfica.

No es queja. Es un homenaje a mi tesoro de máquina, que dio a luz una tesis de posgrado, más de un libro, y tres blogs. Durante un tiempo fue el centro del fin de semana, prendida desde temprano para escuchar música y dándonos Cuéntame para la hora de la comida, que podía durar toda la tarde del domingo. Me acompañó a dar clase y me acompaña todavía al trabajo. Ahora su perseverancia me enseña paciencia.

Silvia Parque