B tomó la llave-llavero enredado y lo colgó de la chapa de la puerta, convirtiéndolo en piñata.
"Piñata", dijo, haciéndome feliz con su voz de Xcolcolché. Ha estado hablando desde el viernes: palabras solas, alguna frase de dos palabras: tesoros de mi corazón.
Le pegaba a las llaves con una baqueta y cantaba "dale, dale..."
Como el elástico se zafaba y se rompía, luego de varias reparaciones, mejor le improvisé una nueva piñata con un globo azul. De antología, su gusto. Amo su manera de disfrutar.
Hoy fuimos a la ciudad a entregar unos productos y hacer unas compras y es una maravilla verla disfrutar el paseo. Cierto que la cuarentena hace que cualquier salida sea la gran cosa, pero ella ya era así. Se detiene a ver una hoja o una flor -y a intentar comérselas-, a sentir la textura de un muro, a contemplar lo que hace un señor. Quiere trepar en cada elemento arquitectónico donde sea posible trepar. Se le ilumina la mirada con una escalera diferente, como quizá a otra niña le ocurriría en un parque de diversiones.
De regreso en la colonia, vamos por frutas y verduras porque es lunes de tianguis. Caminamos hacia allá por una banqueta que está algo elevada respecto al terreno donde se instala el puesto, así que hay una especie de "bajada" de medio metro, inclinada, que ella usa como resbaladero. ¡Hay que ver su sonrisa!
Ya rumbo a la casa, por fin, se detiene unas diez veces en el camino a pararse de cabeza.
Bendito autismo. Bendita ella.
Silvia Parque
Precioso paseo, con la sonrisa de quien es feliz, en ese mundo propio, donde las palabras son tesoros excelsos.
ResponderEliminarUn abrazo y por las sonrisas. Felzi día
Así es :) ¡Un abrazo, Albada! ¡Feliz día!
EliminarLos niños son las principales víctimas del confinamiento.
ResponderEliminarLos mayores también estamos valorando, como ellos, esas pequeñas cosas motivo de felicidad y que no apreciábamos por tenerlas incorporadas a nuestra rutina.
Así es. Ellos necesitan salir y moverse como solo pueden en lugares como el parque o el patio de la escuela (digo, para quienes no tenemos patios grandes con columpios y cosas así).
EliminarCómo se renueva la mirada con situaciones como la que vivimos.
Un paseo que puede resultar maravilloso, como escapadade la rutina encerrada.
ResponderEliminarAbrazos.
La primera vez que salimos después de unos diez días en los que estuvimos totalmente encerradas, sin ir ni a la tienda (porque B tenía tos), sus ojos se abrieron enormes y parecía querer devorarse la calle :D
Eliminar¡Abrazos!
Bendita su mirada... bendita su sonrisa... bendita ella, siempre.
ResponderEliminarUn beso.
Amén. ¡Gracias! Un beso :)
EliminarQué bello momento; esos son los que se guardan como un tesoro en el tiempo.
ResponderEliminarMe alegra leerte.
Tengo mala memoria: realmente espero siempre poder recordar estos momentos; me da gusto saber que escribiéndolos, puedo volver a ellos :)
EliminarMe da gusto leerte, también, Ojo humano.
¡Un abrazo!