Yo encontré en la Iglesia una comunidad que me hacía falta, así que vivo con gusto no solamente lo espiritual, que es lo fundamental, sino también lo "social". Ahora estoy rodeada de gente con un modo de andar por el mundo, que me viene bien. No me causa conflicto descubrir sus defectos e inconsistencias porque siempre me ha quedado claro que somos una parvada de pecadores.
Más de una persona me ha preguntado "cómo puedo creer", considerando lo que he estudiado y por donde he andado. La respuesta es que vivo mi cristiandad como una relación personal con Dios; no me conflictúa -tampoco- lo que no creo, y que sí creen otros cristianos. Sí llegué a temer el momento en que se notaran mis "discrepancias"; pero hace rato me siento segura en la congregación a la que pertenezco, y más segura de que mis asuntos con Dios son con Dios, no con personas.
Ya me han dicho "muy cristiana y tal cosa" en medio de un pleito. Nada más me hace gracia. No se puede ser "muy" cristiano, para empezar. Yo estoy en un camino que a veces parece no solo lleno de errores, sino lleno de los mismos errores, e incluso, de los mismos errores que cometía antes de "recibir a Cristo en el corazón". No es que me haya hecho buena de pronto... lo que pasó fue que Dios me sacó de un infierno en el que me metí y me recompuso; pasó que desde entonces todo es diferente, aunque a veces me enoje, desespere, desesperance, etc. .
Tengo temporadas en las que no "siento" que sea navidad ni semana santa; pero sé que Dios me ama y estoy bien, incluso cuando están las cosas mal, incluso habiéndome portado mal.
Silvia Parque
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