El cabellito de B huele a shampoo de bebé. Su cuello -por atrás- huele a jabón de bebé. El resto de ella está envuelta de un aroma a ajo. Ya le lavé la boquita; pero supongo que su aliento seguirá así de poderoso hasta que acabe de digerir la carne de hoy. No me molesta ni mucho menos, solo es... peculiar.
Silvia Parque
A ver si en un descuido se ha comido unos tostadas de ajo con aceite de oliva, que están buenísimas aunque a mi entender un poco pronto para ella todavía.
ResponderEliminarBesos.
Pues es capaz, Macondo, porque esta niña come lo que se le ponga enfrente, y ahora ya se arrastra y extiende hasta alcanzar lo que quiere (gracias a Dios). Pero bueno, la verdad es que no hay aceite de oliva en casa, así que se perderá ese manjar por un buen tiempo... dice mi abuela que mi abuelo nos daba media cucharadita de aceite de oliva cuando éramos bebés (a los bebés que tuvo a su alcance), así que ése será el primer aceite que pruebe, en unos meses.
Eliminar¡Besos!