Ahora que volvió a la escuela, me impactó oír a las niñas y los niños de su salón. No es que yo no tuviera conciencia clara de la situación, pero oírles me hizo querer más oírla a ella.
Y esto no se puede apurar. Así que me puse algunos puntos sobre las íes.
He estado queriendo a mi niña "de regreso": a la que yo tenía; como si la que tengo no fuera quien es.
Pero nuestra vida no es un proyecto. Me detuve.
Ayer la pasamos bien.
En la tarde, ella andaba vestida de Mowgli y le pregunté si era una niña o una salvaje. Fue a subírseme encima y le pregunté si era una niña o una calabaza. Lo pregunto desde que era bebé. "¿Eres una niña o una calabaza?" "¿Una calabaza naranja o una verde?" Por lo de "¿qué te pasa, calabaza?" Es algo festivo.
Y respondió: "niña".
Silvia Parque
Yo a mi madre tampoco la llamo "mamá" desde hace muchos años, sino por su nombre.
ResponderEliminarMuy buena la reacción de la niña. Ellos cambian, evolucionan, y a veces no nos damos cuenta.
ResponderEliminarUn abrazo
Es verdad.
EliminarUn abrazo, Albada.
Qué curioso, la mía puede decir “mamá” tres millones de veces al día, y digo yo que ni tanto ni tan calvo :)
ResponderEliminarLos dos mayores también me llaman mamá.
¿Te llama por tu nombre?.
Un beso
No me llama. Dejó de hablar y no me dice de ningún modo. Agita la mano para que le haga caso y si quiere que vaya a algún sitio, me toma de la mano y me lleva. Sin embargo, antes de que dejara de hablar, usaba "mamá" para referirse a mí, pero no para hablarme; era muy raro que empleara un vocativo conmigo.
EliminarUn beso, Matt.
"Niña", qué bella definición.
ResponderEliminar:) :)
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