Hace muchos años, me tomé unas chulísimas fotos sin ropa, que acabaron en una página de Internet cuyo propósito era hacer escarnio. Y me quise morir, literalmente.
Mi mamá por primera vez en la vida no me apoyó, más bien al contrario. Años después, mi analista me dijo, "¿y qué esperaba, que la felicitara?" No contesté... Ahora sé que esperaba apoyo y contención porque fui objeto de violencia. Ahora me queda clarísimo que quien está mal es quien se apropia de imágenes que no son suyas, quien las comparte o difunde sin permiso para ello o bien, quien señala, acosa o denigra a una persona a partir de que su imagen, la que sea, esté donde esté. Aunque en aquel entonces lo sabía, no lo tenía tan asumido como ahora.
Las mujeres somos libres de tomarnos las fotos que nos dé la gana, compartirlas con quien nos dé la gana, sextear o lo que decidamos hacer. A cambio, debemos recibir respeto. Lo mismito que debemos recibir cuando andamos por la calle en minifalda, cuando cocinamos, cuando nos embriagamos, cuando dibujamos o cuando bailamos cha cha cha. (Y si dejas tu coche con el vidrio abajo y las llaves puestas, el que se lo roba es un ratero; tal vez fuiste imprudente, pero el único señalado debería ser el ratero).
Cuando digo que me quise morir, refiero un episodio singularmente crítico. Después viviría temporadas muy difíciles -por otras razones- en las que iba a desear estar muerta, pero casi metafóricamente: era querer dejar de sentirme mal, querer estar en paz por fin: no iba a matarme. En cambio, cuando tuve esos minutos de fama consideré fríamente cómo matarme: un cálculo, digamos, racional, serio. El papá de B, que entonces era mi esposo, se ocupó de que no me quedara sola ni un momento. .
La ideación suicida pasó relativamente rápido, pero tardé años en dejar de sentir angustia en relación con el asunto. Cuando pienso en esta joven que se acaba de matar, se me estremece el corazón de suponer que tal vez no tuvo, como yo, un compañero al pie del cañón, una amiga dispuesta a quedarse a cuidarme, un amigo y otro explicándome que la cosa pasaría y se perdería en el mar de imágenes del Internet.
Quisiera poder compartir a esa mujer de 19 años, una de las enseñanzas que me dio la más superficial cultura pop: "Tu peor humillación no es más que una diversión momentánea para otra persona". Los que te señalan no valen la pena. Tu vida vale esta pena. Pero nadie le puede decir nada porque está muerta.
Me choca que esto se use para aleccionar a las mujeres en relación con limitarse. Claro que conviene pensar dos o tres -o veinte- veces sobre el riesgo que conlleva cada cosa que hacemos y de hecho creo que conviene abstenernos de lo que implica riesgos que no estamos preparadas para sobrellevar. Claro que hay que cuidarnos mejor. Pero son los que se apropian de lo que no es suyo y los que dañan quienes deben parar.
Silvia Parque
Es triste que incluso los seres queridos de la víctima se centren en criticarle su imprudencia que en apoyarle cuando más lo necesita.
ResponderEliminarSeguro que no solo no caerá sobre los verdugos de esta pobre chica el peso de la ley, sino que ni siquiera se sentirán culpables de su fechoría.
Sí, Macondo es triste lo primero y es seguro lo segundo... Al meno es seguro que no serán llamados a cuenta ni castigados: ojalá sí les remuerda la conciencia; ojalá si se les ocurra pensar que sus actos tuvieron algo que ver con la muerte de alguien.
EliminarQué triste lo de esa chica y qué pena lo que te pasó a ti.
ResponderEliminarYo creo que tu mamá(y perdona que me meta donde no debo) debería haberte apoyado, yo mataría a quien le haga algo así a mi hija, de verdad.
Me alegra que estés mejor y desde luego los culpables son los qu ecomparten imágenes provadas y que no son suyas.
Muy feliz sábado.
Fue muy impresionante para mí porque mi mamá siempre me apoyo antes de eso y de hecho lo ha hecho siempre después de eso; en esa ocasión estaba muy enojada, supongo que preocupada, pensando que mis hermanas pudieran ser molestadas... Recuerdo colgar el teléfono y sentirme como abandonada en la luna. Afortunadamente mi pareja estaba ahí e hizo todo lo que pudo por hacerme sentir mejor. Es bueno saber que tooodo pasó :) Gracias por tu empatía.
Eliminar¡Feliz sábado!
Por hacer un poco de abogado del diablo, cuando en estos casos las personas cercanas recriminan al que ha pecado de imprudente, creo que lo hacen porque al entir que no pueden afectar o corregir el comportamiento de quien realmente lo hace mal, al menos se intenta influir en la persona cercana sobre la que tienen ascendente.
ResponderEliminarQuiero decir, es más fácil que yo le diga a mi hija ten cuidado o cuidate no seas imprudente, y que ella me haga caso, aquel yo convenza unos violadores o unos delincuentes de que no hagan lo que no tienen que hacer.
Dicho esto, solo tiene justificación o más que justificación entendimiento en un nivel de Consejos en la intimidad, pero para nada puede ser el mensaje que llegue a la sociedad . Hay que tener claro quién es el que realmente lo ha hecho mal.
Besos
Sí, entiendo lo que dices. Y también entiendo que hay mucha tristeza o preocupación que se expresa como enojo, como cuando un niño se cae y la mamá lo revisa mientras lo regaña con malos modos por andar trepándose en donde era peligroso.
Eliminar¡Besos, Matt!
Cuando se es mayor una entiende que el mundo ESTÁ así, pero que no DEBE ser así. Cuando se es muy joven eso ni se sospecha, todo se aprende con dureza. Mi madre me prohibía reírme o que mirara a los ojos (tal vez tenía temor que me embarazara como ella). Cuando se logra aprender se puede ser más libre aunque una tenga que romper paradigmas ancestrales, al final te tildan "es loquita", o "ella es así" o "es rebelde", o "etc". Se le da un mote despectivo a lo diferente y eso es muuuuy difícil cambiarlo. Solo hay que tener el coraje de resistir y darle importancia a los que amas. No se le podrá dar en el gusto a todo el mundo.
ResponderEliminarLástima por la joven, aquí también sucedió eso, de hecho se estudia una ley contra el mal uso de fotografías y datos en las redes. Al final nos llenamos de leyes cuando sería tan sano educar desde niños a no abusar de otros y a aceptarlos como son. Tremendo tema pusiste hoy.
Y también, como aprendemos sobre el mundo, vamos aprendiendo sobre nosotras mismas y sobre las demás personas. Yo no ignoraba que esas fotos podían acabar andando por donde yo no controlara o que se pudiera hacer mal uso de ellas; creo que sobrevaloré mi capacidad de gestionar la situación si ocurría... y nunca, nunca, nunca se me habría ocurrido que mi mamá pudiera no apoyarme en algo.
EliminarEs verdad: tan sano que sería educar en no abusar, no dañar y aceptar a los otros con su singularidad. A mí me puede tanto pensar en que esta joven tenía 19 años y que pudiera pensar que la situación fuera más grande que lo bueno que pudiera haber para ella en el futuro.
Estoy contigo. Nuestra fotos deberían ser vestidas como queramos, o sin ropa, por qué no, y que diera lo mismo. Quien no actúa bien es quien agarra esas fotos y las da un uso, que nunca será el que impulsó esa sesión de fotos. Ese es que ha de mirarse al espejo y sentir que ha obrado mal.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo
Los has dicho más claro que el agua.
Eliminar¡Abrazo, Albada! ¡Feliz semana nueva! :)
Esta sociedad necesita urgentemente recordar y poner e practica el RESPETO, la IGUALDAD y la EMPATÍA . Y sin esos pilares básicos, nos hacemos daño tanto físico como mental.
ResponderEliminarMe sobrecoge que destruyan la vida de alquien, robandole pedazos de intimidad que sólo le pertenecen a ella.
Como cuando dices, por favor esta foto no la publiques en redes... y te miran extrañados!
Que? tooda nuestra vida debe quedar documentada al mundo? Debe estar expuesta sin nuestro consentimiento? SIn que podamos ni por un momento, hacer entender el alcance que pueda llegar a tener?
Pero bueno, luego votamos a quien votamos y retrocedemos en el tiempo otra vez. Y la lucha por nuestros derechos básicos y esenciales , continuará toda la vida.
Estoy de acuerdo punto por punto con cada cosa que dices (muy claramente). Justo el ejemplo que pones ilustra muy bien la cuestión del respeto porque a veces se trata, por ejemplo, de una foto en una reunión: una foto en la que te ves bien, de una reunión familiar que no tiene nada de raro, pero no te da la gana subirla, por la razón que sea, no debería importar: no quieres. Y las personas a veces suponen que no tienes opción de no querer :S
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