martes, 5 de marzo de 2019

Mi niña comprende

Entre las prácticas que nos funcionan estupendamente con B se encuentra el hablarle largo y tendido sobre lo que le concierne; darle explicaciones detalladas, explicando algunas palabras, pero básicamente igual que a una persona mayor. Siempre he creído que niñas y niños tienen extraordinaria capacidad de comprensión.

Para aclarar a qué me refiero, les comparto la distinción que hago entre comprender y entender:

Para mí, entender es una capacidad cognitiva en relación con la lógica racional; en nuestras culturas, se trata mucho de identificar significados y poder establecer la relación apropiada entre variables, siendo fundamental la relación causa y efecto. Los bebés no entienden; van desarrollando está capacidad, pero en realidad, las niñas y los niños pequeños entienden poco... De hecho, hay adultos que entienden poco.

Comprender, en cambio, lo considero una capacidad mental centrada en el "sentido": dar sentido a las cosas, encontrar el sentido de las cosas, pero también en relación con la asimilación del conocimiento que transforma el objeto del conocimiento. En las cuestiones académicas, primero se entiende y luego se comprende. No obstante, situándonos en otra dimensión, podemos notar que los bebés, con su increíble capacidad de asimilar, comprenden. Con niñas y niños que ya hablan es bien gratificante notar el alcance de esta capacidad.

Sumándole a esto que soy de pensamiento mágico y estoy convencida de la existencia de la intuición, las vibras energéticas que irradiamos y nos afectan, el alma, etc., ahí tenemos mi creencia firme en que niños y niñas comprenden cuando se les habla, corroborada por mi experiencia con B.

Claro que hay muchos momentos en que necesitas que la criatura entienda y corresponde emplear frases cortas, palabras que conoce y nada más. Hay momentos en los que lo efectivo es decir simplemente algo como: "Baja del librero. Ahora". Las explicaciones estuvieron antes o vendrán después. Amo ese momento de las explicaciones.

Silvia Parque 

6 comentarios:

  1. Qué agudos seríamos si tuviéramos durante toda la vida esa capacidad de absorción que tienen los niños, sin embargo conforme vamos cumpliendo años se nos va secando la esponja.
    Hasta los niños más abandonados avanzan en su comprensión. ¿Cómo no va a entender y comprender y asimilar y... tu hija, con la dedicación que tiene?

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    1. Así es... Pero aunque hay una cuestión física ahí, en función del desarrollo cerebral, creo que hay modo de que no se seque la esponja, hay modo de que no perdamos la capacidad de "absorber"... ¡Pero bueno! Es verdad que las chiquitas y los chiquitos son maravillosos, a veces, como dices, apenas y reciben estímulos, pero su capacidad brilla. Gracias por siempre ser amable :) :)

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  2. Son edades de apertura a la vida, al mundo abstracto. hasta los seis o un poco más son esponjas maravillosas, con ilimitada capacidad de compresión, qué bien que disfrutes de esos ratos

    Un abrazo

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    1. Es verdad :) ¡Y sí que lo disfruto! Tiene una miradita hacia un lado cuando está pensando... ¡Me encanta! O sus ojos mirando atentos cuando le cuento algo que le interesó.
      Un abrazo, Albada :)

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  3. Creo que los niños comprenden mucho más de lo que pensamos.
    Ahora con tanto estímulo son más participativos, pienso que ahora tienen mejor relación con los adultos.
    Pero nosotras tampoco fuimos tan distintas, mamá me contaba historias de mi infancia donde la protagonista (esa soy yo) era de lo más "viva", sinónimo de pícara, divertida y contestataria aun a los tres años.

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    1. ¡Sí! Creo que lo que ha evolucionado es la capacidad de los adultos para notar, escuchar y percibir la comprensión de niñas y niños.

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