viernes, 7 de septiembre de 2018

Reusar comida

Soy buenísima para hacer economías en la cocina. La mayor motivación para hacerlo es la necesidad, pero la verdad es que me da mucha pena el desperdicio de comida, así que lo he hecho siempre: cuando hay mucho y cuando no hay tanto.

Respeto la comida porque sé que otras personas tienen hambre y que el consumo irresponsable en unos lugares se relaciona con la miseria de otros sitios; ni qué decir cuando se trata de productos de origen animal: tengo conciencia de que un animal fue ejecutado o confinado a un ambiente hostil para satisfacerme.

Así que aquí, en la medida de lo posible, no se tira la comida. Y cada vez que hago una "jugada" en este sentido, me siento orgullosa. Como el día en que nació la sopa de jícama porque media jícama avejentada ya no se antoja para comer con limón y chile.

También me encanta cuando una cosa se transforma en otra y luego en otra más. Hace unos días preparé avena, pero no había azúcar y así no tuvo gran éxito. La niña comió apenas una pequeña porción; sobró mucha. Usé una parte de eso para hacer hot cakes. A lo que dejé como avena, le puse azúcar cuando ya hubo. Esta vez la niña comió una porción normal, pero siguió quedando. Entonces volví a hacer hot cakes, pero como ya tenían azúcar, no le ofrecí a B la cucharadita de miel con la que los acompaña últimamente.

Y así los restos de un guisado se incorporan a otro y los pedazos grandes de tomate o de cebolla cocida que no nos comemos en los caldos se usan para algo más. Solo se tira algo si tengo sospecha de que pueda estar descompuesto.

Silvia Parque

10 comentarios:

  1. Reciclar la comida. Ejercicio que deberíamos hacer todos. El lujo de no tener hambre no es gratis para la naturaleza, en primer lugar, y en segundo, tirar comida sabiendo el hambre que sigue habiendo, es obsceno.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Si algún día fuera a comer a tu casa, cuando me pusieras delante la tarta de chocolate, no podría evitar tener la duda de si lo que realmente iba a comerme no era la reinvención de un filete de ternera sobrante como el que acababa de comerme. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. XD XD Ya eso sería alquimia, Macondo, no soy tan talentosa XD ¡Ganas tengo de probar la ternera! XD

      Eliminar
  3. Me alegro que seas así de responsable.
    En casa nada se pierde ya que tengo 8 patos y patas (tuve 18), comen casi de todo, solo los lácteos y pasteles les están vedados. Ellos retribuyen con huevos.
    Puedes ver algunos aquí cuando estaban recién nacidos:

    http://palabrabreve.blogspot.com/2017/12/regalo-de-navidad.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Oh! ¿Así que son comelones? :D Menos mal que no son remilogosos :D Voy a verlos :)

      Eliminar
  4. Así es Silvia, los patos con buenos para comer lo que sea y si ellos se regodean, las palomas esperan su turno junto a los gorriones. Aves, mientras más hay más llegan, como que se pasan el dato donde hay agua y comida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué bonito debe ser tenerlas cerca! [Seguro que se pasan el dato.] :)

      Eliminar
  5. ¡¡Hoola!!
    Opino exactamente igual, mi abuela decía que tirar la comida era un pecado y siempre aprevecho lo sobrante.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Marigem! Me gusta encontrar coincidencias :) :)
      Mi abuela también dice eso, pero es la persona que conozco que más comida tira :/
      ¡Un abrazo!

      Eliminar