viernes, 17 de agosto de 2018

De lengua me como un taco: "Cuando sea mamá...

Dicen que todas las mamás dijimos que no haríamos cosas que hacemos y es más o menos cierto.

Me cae mal cuando eso se usa para hacer pasar "algo" como si fuera imposible o como si fuera pura pose el mencionarlo; que cuando dices, por ejemplo: "no le voy a dar comida chatarra", "... no lo voy a entretener con la televisión", "... no le voy a prestar el celular", te digan: "Eso dices ahora, pero ya verás", como si fuera imposible cumplir esos propósitos que son bien posibles.

Según yo, conseguimos cumplir nuestros propósitos de crianza si los formulamos o sostenemos teniendo en cuenta dos cosas: cuánto nos importan y cuál es nuestro estilo de vida.

-  Tal vez algunas mamás descubran que algo les parece mucho menos importante ahora. En ese caso, no solo se vale hacer ajustes, sino que sería incongruente no hacerlo.
- Cada familia tiene un modo de vivir, con prácticas que se van volviendo costumbres: si algo es parte de la vida de papá y mamá, difícilmente no será parte de la vida de la criatura.

Luego están los "siempre" y los "nunca". Estas palabritas, sobre los hijos o sobre lo que sea, hay que decirlas con tiento. Sin embargo, vuelvo a lo que mencioné sobre cuánto nos importan las cosas que nos proponemos y agrego otra cuestión -relacionada con el estilo de vida-: nuestra forma de ser. Hay quien dice "yo nunca voy a pegar a mi hijo" y nunca va a hacerlo.

La "forma de ser" me lleva a otra cuestión: una cosa es lo que queremos hacer y otra cómo queremos ser. Antes de tener hijos podemos tener una idea clara de cómo queremos ser como mamás, pero no podemos saber a ciencia cierta lo que resultará de la mezcla entre el quiero y el puedo. Yo quería ser un dulce: una mamá relajada y super linda. No consideré que para ello necesitaba ser una persona relajada y super linda. No lo soy. Tengo otras características apreciables, pero esas no.

También están los dichos en los que la mamá no se refiere a sí misma, sino a sus futuras criaturas, como en el famoso: "mis hijos no van a hacer berrinches en público". Preferible que se desdigan pronto a que se aferren a ver cumplidos dichos que parten de la ignorancia de cómo es el desarrollo de niñas y niños o de atribuir características a una criatura a quien todavía no se conoce.

Mi taco de lengua es comer chocolate a escondidas. En mis sueños, educaría a la criatura para aceptar que yo como algo que ella no -no en ese momento, no en la cantidad que yo estoy comiendo-. Pero pide, insiste, siento feo no darle... Así que he comido chocolate en el baño.

Silvia Parque

8 comentarios:

  1. jajaj, es un pecado muy venial eso de comer chocolate. Del dicho hay mucho trecho, dice el refrán, y es verdad. Tantos planes de lo que una no hará cuando sea madre, y la realidad de la crianza posteriormente.

    Muy bueno. Un abrazo

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    1. Gracias, Albada :) A mí los planes en lo que más se me distanciaron -y se me distancian- de la realidad es en lo que depende de lo económico... Quise armar espacios de tal manera y procurarle determinadas experiencias que no pude; procuro que se vayan pudiendo otros y otras.
      ¡Un abrazo!

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  2. He observado que con frecuencia los que dictan sentencias sobre cómo hay que educar a los hijos son los que más se alejan de ellas cuando los tienen. Procuro sentar ese tipo de cátedras, porque sin tener hijos comprendo que educarlos bien y coherentemente es una de las cosas más complicadas que hay en este mundo. Para empezar tendrías que estar siempre con el mismo estado de ánimo, para no reírle una gracia que el día anterior te pareció digna de castigo.

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    1. ¡Ay, los dictadores son pesados en todos los ámbitos! XD
      Educar para mí ha sido la tarea más "delicada". En broma podría compararla con esos expertos en explosivos (de las películas de acción) que deben desactivar una bomba y tienen que adivinar si cortan el cable rojo o el azul. Además es una batalla del ego perdida -y eso es bueno-: hagas lo que hagas, arruinarás algo, lastimarás en algún momento a esa persona que más quieres.

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  3. muy linda reflexión... y si, la vida tanto como el ser padre te lleva por lugares inesperados, lugares que nunca pensabas caminar.... se hace lo que se puede, sabes que es cierto ese refrán que dice que no hay manual... saludos!!!

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    1. Gracias :) Así es, "la vida te da sorpresas", dice la canción... Además una cambia...
      ¡Saludos, JLO!

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  4. La formación de los hijos es un toma y daca en el que nos vamos educando entre todos.
    Lo del chocolate no lo escondo y me lo aceptan, pero a ellos no les ha dado por ahí.
    Saludos.

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    1. Eso creo... Para cuando estamos más o menos educados en cuestión de "crianza, educación, relaciones intergeneracionales", las criaturas han crecido...
      Mi hija es una golosa... como su madre.
      ¡Saludos, Alfred!

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