domingo, 28 de enero de 2018

El mundo, los mundos

Esta semana tuve la impresión de que el mundo es algo así como una máquina de porquería. No tenía una sensación parecida desde que trabajaba en mi tesis de licenciatura. No es buena idea dar mucho espacio a las impresiones y sensaciones, creo.

Durante muchos años quise vivir en mi mundo particular y durante buen tiempo lo conseguí. Ser mamá, sin embargo, me ha puesto en ese mundo donde está todo el mundo, justo cuando más desearía vivir en otro, hacerle otro a mi hija.

Sé que sí hay de hecho muchos mundos, aunque algunos tienen una increíble necesidad de negarlo y las migraciones de un mundo a otro pueden ser como mudar de planeta en una película de Ridley Scott. También sigo convencida de que es posible crear nichos de resistencia u oasis como mundos-propios, pero ahora sé que si son privados se hacen locura.


Silvia Parque

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