Soy de reptiles, no de mamíferos; pero creo que los niños ganan mucho cuando un animal forma parte de la familia y el animal que imaginaba formando parte de la mía, acompañando la niñez de mis hijos, era un perro. Me gustan los perros. Creí que no quería uno
por el momento, porque no tengo condiciones para cuidarlo y porque bastante ocupada estoy con B; pero me doy cuenta de que no lo querré después, tampoco.
Alguna ventaja hay para los niños que tienen una casa con papá y otra con mamá: lo que no se puede en un lado, a lo mejor se puede en el otro.
Por si alguien andaba con el pendiente.
Silvia Parque
Aunque nunca he tenido un perro en casa he observado que con frecuencia es un capricho que se les concede a los niños, con cuyas necesidades y cuidados cargan los padres durante quince años porque a los encaprichados les ha durado la ilusión una semana.
ResponderEliminarPor otro lado estoy de acuerdo en que se les coge el cariño que merecen y recibes de ellos mucho más de lo que les das.
Besos.
Eso si bien les va a los perros, porque yo más bien he visto que los padres cargan con esas necesidades y cuidados unos meses o un par de años. De hecho, creo que es más un capricho que los papás se conceden a sí mismos, porque es un cuadro adorable el de un niño con un perrito :/
EliminarA mí me gustan; pero no tanto como para asumir el compromiso que implican o para no hacer caso de los inconvenientes que pueden generar.
¡Besos, Macondo!