El caso es que le he puesto a mi niña, ropa cómoda y bonita, de colores vivos, para hacer "vibra de recuperación". Ahora duerme, y según mi mano, la temperatura está controlada. Yo estoy cansada -muy cansada-, pero aprovecho para ver qué hay en el mundo y Twitter me dice que en Orlando, un homófobo atacó a decenas de personas.
Creo notar que han aumentado los crímenes de odio en estos días (respecto al ritmo del último par de años). No me detengo a leer esas notas: veo los encabezados de los artículos y paso de largo; pero pienso en lo que hago con B para que no sea parte de esa locura de mundo. Estoy convencida de que ser parte de lo bueno o ser parte de lo malo, irradia; yo no irradio odio y ella tampoco lo va a hacer.
Hoy por la mañana pensaba en la tontería de una frase que a veces he soltado y le he oído a otras personas, sobre todo a mamás: "prefiero que le dé esto a que le dé aquello". Yo estaba pensando que mejor la noche de vómito y dolor, a la noche de fiebre, porque al fin el vómito y el dolor no la ponen en peligro, al menos no en peligro "inminente". Antes de acabar de pensarlo, me reprendí a mí misma: "qué tontería 'mejor algo menos peor'". Lo que una quiere es lo bueno completo y en eso debe enfocarse el alma; pero viendo a mi niñita dormida, ajena a la maldad de allá afuera, pienso: "mejor que esté enferma de la garganta y no de lo que tiene esa gente".
Silvia Parque
Mejor nuestra situación que la de la mayoría de las personas del mundo. Somos unos privilegiados.
ResponderEliminarBesos.
Yo me sé privilegiada. Vivo en una ciudad más segura que otras. Pero no vivo en una comunidad que respete la diferencia...
EliminarBesos, Macondo.