A mi niña le encanta que el gato de los vecinos nos visite -a mí, no-. No sé si es un gusto temporal porque lo está conociendo, si le gusta especialmente porque es el animal con el que más ha convivido -aunque han convivido muy poco-, o si van a gustarle los gatos.
La fantasía de que B me salga un día con que quiere un gatito, me da algo de repelús. Puedo apreciar que son animalitos hermosos, pero no puedo dejar de verlos como fierecillas: siento que estamos mejor a la mayor distancia posible.
Silvia Parque
Los gatos son buena compañía. Un beso.
ResponderEliminarTengo a mi alrededor varios dueños de gatos que certifican lo que dicen; pero no dejan de darme miedito; aunque sepa que no me van a hacer nada, acariciarlos se me hace más o menos como pasar la uña por un pizarrón :S
EliminarUn beso, Susana.
A mí tampoco terminan de gustarme los gatos. Son seres extraños. Como de otra galaxia.
ResponderEliminarBesos.
Yo siempre recuerdo eso de que los gatos se creen dioses ;)
EliminarBesos, Macondo.