martes, 26 de abril de 2016

Mi primate favorita

B ama las frutas. Se emociona, las lleva a su boca como el primate que es, con verdadero gusto del alma.

Hoy sacamos de una bolsa, cinco naranjas, tres plátanos, dos mangos, una manzana y dos tomates. Fue un buen rato de tocar, manipular, acomodar, y usar palabras para nombrar colores, tamaños, cantidades.

Cada fruta tiene lo suyo: la naranja puede rodar, los plátanos vienen en penca y al arrancarlos queda el tallo, del mango no queda claro si la cáscara está sabrosa o no -mordió un mango, un plátano y un tomate-.

Corté una naranja y se la comió. Es muy buena aprovechando el jugo. Come con la sabiduría de la especie.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. Jajajajajaja, la sabiduría de la especie!
    Mi pequeña también es fan de la fruta y come naranjas exprimiendo el jugo entre sus dientes y dejando la piel que sobra.
    Un beso

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    1. ¡Si es que los años de evolución no fueron en balde! Qué gusto redescubrir lo bueno con ellas, ¿verdad? Verlas disfrutar...
      ¡Un beso, Matt! :D ;)

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  2. Aunque sea verdad, suena muy raro. Como le digas primate a la niña no te renovamos el contrato de madre.
    Besos.

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    1. Bueenooo: no le digo, "buen día, primate", pero sí la llamo "primatita" alguna vez :D :D En realidad, más bien le explico: "eres un primate, no un gato", o "somos primates, no perros", según lo que esté haciendo. Pero es que en en esta casa valoramos mucho nuestra animalidad :D :D

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