Hoy sacamos de una bolsa, cinco naranjas, tres plátanos, dos mangos, una manzana y dos tomates. Fue un buen rato de tocar, manipular, acomodar, y usar palabras para nombrar colores, tamaños, cantidades.
Cada fruta tiene lo suyo: la naranja puede rodar, los plátanos vienen en penca y al arrancarlos queda el tallo, del mango no queda claro si la cáscara está sabrosa o no -mordió un mango, un plátano y un tomate-.
Corté una naranja y se la comió. Es muy buena aprovechando el jugo. Come con la sabiduría de la especie.
Silvia Parque
Jajajajajaja, la sabiduría de la especie!
ResponderEliminarMi pequeña también es fan de la fruta y come naranjas exprimiendo el jugo entre sus dientes y dejando la piel que sobra.
Un beso
¡Si es que los años de evolución no fueron en balde! Qué gusto redescubrir lo bueno con ellas, ¿verdad? Verlas disfrutar...
Eliminar¡Un beso, Matt! :D ;)
Aunque sea verdad, suena muy raro. Como le digas primate a la niña no te renovamos el contrato de madre.
ResponderEliminarBesos.
Bueenooo: no le digo, "buen día, primate", pero sí la llamo "primatita" alguna vez :D :D En realidad, más bien le explico: "eres un primate, no un gato", o "somos primates, no perros", según lo que esté haciendo. Pero es que en en esta casa valoramos mucho nuestra animalidad :D :D
Eliminar