Hay miércoles y domingos en que la vida cambia, y aunque esto se deba a un evento trascendente, el día no deja de tener irrelevancias que ocupan su espacio, molestando o alegrando.
Hay días -tal vez lunes o martes, o cualquier otro día- en que no pasa nada especial, y sin embargo, queda la sensación de que ha estado lleno de cosas, y habría que recordarlo.
Silvia Parque
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