Cada vida humana es igual de valiosa. Recuerdo una vieja película sobre el Titanic, todavía en blanco y negro, en la que un joven se disfraza de mujer, tratando de escapar del "niños y mujeres primero". Una señora lo reconoce y se queda callada. Es un muchacho que quiere vivir.
Yo lo entiendo. Me queda claro que ayer había más adultos que bebés en el siniestro, e imagino la preocupación de sus familiares, la angustia de la mamá común si sabe que su hijo, de cuarenta o cincuenta años, estaba en el lugar donde ha habido una explosión. Pero no siento igual por todos. Pienso en los bebés y me enternezco de modo que siento más pena por su riesgo, su dolor o su muerte. No creo que sea porque estoy embarazada: nuestra cultura nos ha hecho eso, a la mayoría; al menos, a muchos.
Silvia Parque
A mí también me duele más lo de los niños que todavía apenas han vivido. Un beso.
ResponderEliminarEs que no somos nada más racionales.
EliminarUn beso, Susana.
Se siente más por los bebés, pero estar embarazada te hace especialmente susceptible
ResponderEliminarSí, ni como huirle...
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