lunes, 24 de marzo de 2014

De lo que se guarda muy-muy adentro

Hay cosas que se quedan guardadas muy-muy adentro, antes de que hubiera un lugar para guardar cosas. No se puede llegar a ellas sino siguiendo pistas, en un camino intrincado de lo que no se ve, no se puede, no resulta -hasta eso: las pistas se repiten tanto que no hay oportunidad de perder una-.

Como se forman los hongos alrededor de un insecto que quedó en un resto de comida, alrededor de estas cosas se forma lo que somos.

Es posible que un día, digamos un sábado por la mañana -como podríamos decir cualquier otro día-, la palabra entre por esa capa enorme de actitudes, premisas y gestos, haga a un lado lo que le estorbe, y deje ver la seña de la pala que cavó el hueco de lo que hemos sido.

En ese caso, al día siguiente, si nos levantamos y amanece domingo, van a estar las mismas cosas guardadas, pero nada va a ser igual.

Silvia Parque

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