martes, 10 de septiembre de 2013

Cuadro cotidiano de ansiedad

La ansiedad discapacita para situarse en el tiempo fluido; hace que la vida pase de un evento a otro del modo en que da saltitos el segundero del reloj.

Vivir entre saltitos, a veces provoca escenas dramaticas hasta lo grotesco, pero con mayor frecuencia no es más que un peligroso cuadro cotidiano; por ejemplo:

Recibes una llamada de alguien que te pregunta si la reunión que tendrán al día siguiente ha sido cancelada; tiene motivos para suponer que así es, y te corresponde confirmárselo. Le dices que llamarás a la persona con quien debes verificarlo. Esa persona no contesta. Envías un correo electrónico. Sabes que la persona se comunicará. Cuando se comunique, llamarás a la persona que te llamó, para preguntar por la supuesta cancelación. Vuelves a intentar llamar... La cadena de actos, las posibilidades que se desprenden, forman una red donde quedas atrapada y eventualmente, retorciéndote. Todo lo demás queda suspendido hasta que se resuelva el asunto.

Esperar y tomar decisiones, incluso sobre algo neutral o sobre algo bueno, se puede hacer realmente difícil.

Silvia Parque

6 comentarios:

  1. Toda la razón, yo odio esa sensación. Pero lamentablemente sufro un rato de bucle ansioso con frecuencia.
    Un beso!

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    1. Es odiosa. Yo creo que mis "bucles ansiosos" se incrementan mucho cuando no descanso lo suficiente :/
      ¡Un beso!

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  2. Esperar es lo que más me cuesta y hay épocas en que todo son esperas. Un beso.

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    1. Sí, a mí también. Las esperas en las que lo siguiente es indeterminado, me cuestan mucho. Las esperas en las que se trata nada más de dejar pasar el tiempo, no; es decir, que yo puedo estar mucho tiempo en una fila en el banco, y no me desespero ni enojo ni nada; pero no saber lo que va a pasar: ¡asfjsdfj!
      Un beso, Susana.

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  3. Ahhhhh!!!!!!!!!!!!! Como he comprendido el proceso!!!!!!!! Terrible.
    Asuntos en el aire, y hasta que no están rematados ahí estas, sin poder relajarte, con algo mordiéndote por dentro sin dejarte descansar, hasta que se zanja y mentalmente tachas de la lista. Conozco la sensación.
    Yo más que vivir entre saltitos siento algo así como una nube gorda y negra sobre mi cabeza, que no se despeja hasta no ir rematando asuntos, y eso que estoy hablando de nimiedades, imagina con asuntos importantes.
    A veces la ansiedad es tanta que pierdo la concentración y en lugar de tener esos asuntos fijos en mi cabeza comienzo a tener una sensación desdibujada, como de estar a la deriva. Creo que mi cabeza se agota y decide desconectarse cuando está sobrecargada.
    Besos

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    1. Sí que es ilustrativo lo de una nube gorda y negra, Inma :) ¡vamos haciéndonas más relax!, que así a ver cómo llegamos a nuestra próxima década ;) Igual yo: si me pasa con lo que no importa, ya sabrás que con lo importante me quedo trabada :S
      ¡Besos!

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