Creo que resulta ilustrativo que el soundtrack de mi vida iniciara con
La niña está triste. En realidad, mi mamá me habrá cantado alguna vez el estribillo, pero bastó para crear esa impresión-recuerdo. Luego vinieron las canciones en plan romántico, que son otra historia (en
ESTA coincidieron tres remitentes distintos).
Ahora elijo yo:
Silvia Parque
No sé cómo el alma, no siendo cuerpo, se puede quedar desnuda.
ResponderEliminarMe queda la palabra: coincidimos.
:´)
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