Así se iba desarrollando mi frescura de mala madre, cuando recibo una llamada del hombre encargado de las compras de la casa, y me entero de que, según el experto consultado al comprar artemia, las tortugas no comen porque tienen frío, que les puede dar una pulmonía, y que hay que comprar el termostato que debimos comprar desde el principio.
Se han puesto contentas: otra vez nadan de un lado a otro y de arriba a abajo. En un rato tendrán gusanos de una especie que no conocen. En verdad creía que era suficiente con calentarles el agua cuando la sentíamos fresca...
Silvia Parque
Yo puse el termostato desde el principio. Claro que en España hace más frío. Un beso.
ResponderEliminarQuerétaro tiene un clima muy agradable, pero debí considerar que ellas no son humanos :S
EliminarUn beso.