Una de las dos tacitas de mi casa perdió su asa. Fui a reponerla al negocio de donde salió, y ya no había. Pude haber comprado otra, pero no quise; no quiero de otras.
Así que ahora hay una taza nada más, por lo que falta una. Hay también una taza térmica con tapadera -de las que son para transportar la bebida-; pero no es lo mismo.
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