El papá de mi hija vive en mi casa porque así conviene a la organización familiar. Si por mi fuera, nos quedábamos así, pero la verdad es que puedo ser muy borde con el asunto de "mi casa-mis modos" y entiendo que llegará el momento en que se mudará.
El punto es que es tremendamente útil para mí que esté aquí.
Una cosa es su paternaje y las obligaciones de ambos como equipo parental; en ese sentido, ambos nos beneficiamos, en este momento, de habitar la misma casa. Otra cosa son los beneficios extra que me reporta su presencia y son bastantes.
Incluso en los peores momentos de nuestra relación, nunca dejamos de vernos como familia. Él es mi familia más cercana, con B, y sé que soy su familia, de tal modo que me interesa su bienestar y a él, el mío. Nos hacemos el bien, en la medida de nuestras posibilidades. Cuando no vive donde yo, de todas formas se ocupa de las cosas que típicamente hace un hombre en esta sociedad, como traer el gas e instalarlo. Es un reparador y con la hija que tenemos, eso es un beneficio muy grande. Viviendo aquí, hay más cosas que hace por mí, digamos, "directamente-por-mí", como salir en la madrugada, cuando todavía está oscuro, a acompañarme mientras espero el camión: aprecio mucho esas cosas.
Silvia Parque
Al menos hay un cierto tipo de relación ni que sea para facilitaros el día a día.
ResponderEliminarBss.
Una buena relación, con sus "asegunes", pero buena :)
Eliminar¡Abrazo, Alfred!
Si a ti te parece bien a todos nos parece estupendo. Un abrazo
ResponderEliminar¡Un abrazo, Ester!
EliminarEsa relación dice mucho en favor de ambos y resulta muy conveniente para vuestra hija.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso último es lo que nos mueve: hacer lo mejor para ella.
EliminarUn abrazo, Macondo.
Alto y bajos, para mi; historia conocida
ResponderEliminarCon mi pareja podremos estar peleados, ganas de no vernos, igual periodo sin trabajo y la cuarentena todo el día encerrado, habían días que ni yo me soportaba...
Pero a pesar de todo siempre hemos sido "partner" un hombro, una mano y oídos que apoyan y hacen compañia.
Y como tu lo cuentas, en tu caso existe un lazo irrompible, tu hija... pero ya, estoy hablando mucho... nos leemos en próxima entrada.
Saludos
La cuarentena hizo que muchas parejas dejaran de serlo: sin han superado el encierro juntos, sí que tienen un lazo fuerte. En nuestro caso, creo que el lazo de amor ha superado incluso el dejar de ser pareja: eso no resultó, pero seguimos siendo una persona importante en la vida del otro y podremos, a veces, no tener ganas de tratarnos, pero sabemos que contamos con la buena voluntad del otro. Y pues sí, habiendo la niña, ahora eso nos une para siempre.
EliminarUn abrazo, Carlos.
Es la mejor forma de vivir, en paz.
ResponderEliminarEn especial por B. Ella apreciará esos acuerdos.
Bien por ti.
Ella es el centro de todo :) y la verdad es que me ha venido muy bien. El papá es el que más "se acomoda" o "cede" a mis "disposiciones". Aprecio mucho eso.
Eliminarpracticidad ante todo. Se puede formar la relaciópn que nos de la gana pero si intentamos que sean favorecedoras para todos... pues mejor, no? un saludo!
ResponderEliminar¡Eso! Supongo que la edad cuenta... A esta edad, quiero arreglos prácticos y paz, más que otras cosas, y claro: la niña está al centro.
Eliminar¡Un saludo!