martes, 24 de marzo de 2020

Marzo

Los días previos al 8 de marzo estuve pensando en un montón de cosas que quería escribir. Desde que estoy ocupadísima, a falta de tiempo de teclear, paso mucho tiempo pensando en lo que querría escribir: esos días de marzo estuve dándole vueltas a temas en relación con la situación de las mujeres. Entonces llegaron la marcha y el día siguiente. Para abreviar, diré lo que estuve diciendo a quienes pudieron oírme esos días: Hay tres momentos que me cambiaron la vida, que marcan un "antes" y un "después: mi conversión al cristianismo, el nacimiento de mi hija y la experiencia de la marcha de este 8 de marzo.

Estaba procesando muchas emociones y sentimientos, en un año que ya estaba siendo bastante intenso en función del reconocimiento del autismo de mi hija, cuando llegó acá la pandemia. Hay quien sigue sin creer que esto sea "real" o "en serio"; pero ayer por la noche, el gobernador de mi rancho anunció que se suspenden las actividades no esenciales y que no habrá más reuniones, independientemente de la cantidad de personas que pretendieran reunirse. Ojalá estas medidas y la determinación de que estamos en Fase II -con lo que impactan las etiquetas- haga que por fin se encierre la gente que pensó que la suspensión de clases era un adelanto de las vacaciones.

Por supuesto, están quienes no pueden encerrarse: los muchísimos que si no salen a trabajar, no comen y los que no tienen dónde encerrarse. Incluso no estando en la situación de vivir al día, la mayor parte de los trabajadores autónomos sabe que si deja de "salir" se va a caer su mundo, y no por la burrada de querer más un coche que a la salud, sino por la legítima necesidad de seguridad para una misma y para la familia.

Están también quienes van a aislarse con gente que les daña, quienes van a pasar la cuarentena solos, tantos y tantos casos en los que ya la vida estaba siendo suficientemente difícil.

Pienso muchas cosas sobre todo esto, pero ahora nada más les mando un abrazo virtual con mucho afecto, con verdadero, profundo afecto, especialmente a mis amigos en España.

Silvia Parque

14 comentarios:

  1. Muchas gracias, Silvia. Esta catástrofe debería ser una cura de humildad a nuestra prepotencia como humanos, que nos creemos tenerlo todo controlado. Espero que sepamos aprender la lección y tengamos memoria para no olvidarla.

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  2. Esa es la tragedia, amén de los muertos, que si no se trabaja, no se come, y casi toda latinoamérica está sin protección social y económica de sus gobiernos.

    Que sea leve, que podamos comprar para estar en casa. Un abrazo

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    1. Ah, caray... parece que Blogger no pudo con mi respuesta :)
      Te daba toda la razón y me sumaba a tu deseo.
      ¡Un abrazo, Albada! Cuídate.

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  3. Creo que este episodio, para bien o para mal, marcará un antes y un después en la vida de la mayoría.
    Saludos.

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    1. Así es. Ojalá venga un después con más empatía, con más humildad.

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  4. Hay gente que debió haber pensado en los demás. Pero parece existir una compulsión por viajar. Aun cuando se pide quedarse en casa.

    Te mando un abrazo virtual.

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    1. Sí. Conozco personas tan inteligentes, consideradas y "normales" como cualquiera, que justo cuando ya se había pedido comenzar a "guardarnos en casa" viajaron y justo a lugares donde más peligroso era viajar.

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  5. Querida Silvia, espero que Dios nos dé paciencia y la certeza que pasaremos con bien este momento.
    Oro al buen Padre que nada te falte.

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    1. Muchas gracias, Ojo humano. Confío en la Providencia Divina. Que Dios guarde tu persona y tu casa.

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  6. Hola.
    Esto está siendo muy duro, yo misma tengo familiares mayores que están solos, qu eles llevan compra y se les deja en la puerta, y los llamamos mil veces, pero es difícil, a mí se me ha complicado mucho.
    Ojalá aprendamos la lección.
    Feliz día.

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    1. ¡Cómo no! Que esto termine prono y que nuestros viejos estén bien.
      Ojalá aprendamos.
      Feliz día, Marigem.

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  7. Gracias Silvia. En Madrid lo estamos pasando muy mal. Nosotros llevamos 17 días sin salir de casa. La compra nos la traen y limpiamos todo lo comprado, fregamos encimeras con lejía etc.
    Ver hospitales desbordados, gente muriendo sin poderse despedir de sus seres queridos. Es todo demasiado doloroso.
    Que esto sirva como cura de humildad y para valorar lo importante
    Un beso

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    1. Te leo y siento tan feo que acá haya tantas personas pensando que es una cortina de humo, un invento; tantas personas reuniéndose o haciendo lo de siempre cuando ya se ha dicho claramente que o nos quedamos en casa o esto se pondrá muy mal.
      Te mando un abrazo fuerte. Imagino lo difícil que deben ser ya 17 días para toda la familia, y lo duro de saber que tan cerca hay tal concentración de dolor y pérdida.
      Que esto sirva.
      Muchos besos, Matt.

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