El conjunto que se fue incluyó las cartas que me quedaban del papá de B. Alguna vez pensé que a B le gustaría leerlas o al menos ver que existían; pero la verdad es que quería tenerlas conmigo. Y nada me obligaba a tirarlas, pero ayer pensé que "tocaba" hacerlo. Fue muy diferente a tirar lo otro. Cuando digo que ya era mi momento para desalojar a los dibujitos y las tarjetitas acumuladas, me refiero a una despedida sin afectación, como algo casual que es bueno. De las cartas del papá de B no me despedí: renuncié a ellas. Para nada habría podido leerlas, pero no resistí la tentación de ver algunas líneas y me dolieron los "te amo", los "Bebé","Cielo", bla, bla, "lo que quiero para nosotros"...
Me pregunté cuántas veces iré a vivir el duelo por esa pérdida. Según yo, estoy en otra etapa, contenta, consciente de que independientemente de su posición, yo no quiero una relación amorosa-de-pareja con él; de hecho, en diciembre fui capaz de ver nuestras fotos después de mucho tiempo de evitarlas y me pareció que me sentí muy poco mal y por muy poco rato... Pero ayer me dolió de nuevo.
Ya acostada en la cama, hablando con Dios, le pregunté eso que me preguntaba a mí misma: hasta cuándo va a terminar el duelo y va a estar de verdad "superado", como para recordar cualquier cosa y no sentirme afectada. Entonces me vino a la mente que esa relación se terminó por agotamiento: no por falta de amor -ya sea que el amor faltara o no-, no por los errores, no por nada específico que haya ocurrido, sino porque ya no di para más. Y pensé o supe que con el duelo sería lo mismo: que un día será "ay, no, ya, otra vez no". Entonces, me puse a pensar en otra cosa.
Silvia Parque
El famoso paso atrás, necesario para coger impulso y seguir adelante.
ResponderEliminarEsa imagen me es útil: me la quedo :)
EliminarHay duelos que parecen que no acaban nunca. Que vuelven a remover el corazón con ese agujero que dejaron
ResponderEliminarUn abrazo y por una semana bonita
Quiero pensar que nada más parece que no acaban, que todos tienen fin... :)
Eliminar¡Abrazo, Albada!
No te conocía, he venido a leerte, más bien por azar, y me he encontrado con una voz cálida y serena que me ha gustado. El duelo de una separación es doloroso, se va una parte de ti mismo en la que han invertido mucho amor. Los motivos pueden ser unos u otros, pero es doloroso, hasta que termina pasando un día y puedes mirar ya desapasionadamente aquello. Parece que están en ese momento. Suerte.
ResponderEliminar¡Gusto en conocerte, Joselu! :)
EliminarCreo que estoy en el momento de mirar desapasionadamente, pero todavía con dolor y algo de asombro. Gracias por el buen deseo ;)
Querida Silvia, me impresiona cómo hacemos cosas parecidas. Está semana estuve limpiando metomé Konmari le decimos para reírnos, y estuve mirando fotos, tirando cosas y escribiendo el proceso para el post del viernes. Y también me dió nostalgia en especial una foto donde esta el aroma que cortaron. Se me cayeonc unas lagrimotas, pero se supera rápido.
ResponderEliminarEspero que tu proceso llegue bien a su fin Sin duda siempre regresa, pero después ya no duele. Como una cicatriz curada.
¡Ay, ojo humano, sí es impresionante!
EliminarMe pongo a pensar cómo es que elegimos lo que se queda. Yo tiré con facilidad bastantitos dibujos que me habían hecho niñas y niños de mi vida, que ya crecieron y tal vez la facilidad vino de que esas personas siguen en mi vida con la misma relación; dejé recuerdos de tres personas que han muerto y eso me produce una especie de nostalgia que no me duele: preferiría que estuvieran vivas, pero está como asumido que de algún modo su muerte "tuvo que ser". Creo que lo doloroso está en las cartas que representan una relación que terminó porque hay algo de mí que se resiste a asumir que eso "tuviera que ser", como si pudiera haberse evitado... Tal vez lo mismo te pase con un árbol cortado, que aunque tuviera que ser cortado se sienta como que tal vez podría haberse evitado...
¡Por las cicatrices que no duelen!
https://palabrabreve.blogspot.com/2013/08/invierno-de-contrastes.html
ResponderEliminarEncontré esta foto en el blog, no la recordaba.
Para que lo conozcas.
¡Gracias, ojo humano!
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