Yo batallé muchísimo para terminar mi relación de pareja. Me casi muero y lo peor de lo peor... Cuando por fin terminó, entendí que no podía haberlo hecho de otro modo.
Supongo que todas las personas terminan sus relaciones como pueden. Sin embargo, creo que a veces, si un mensaje te llega en el momento oportuno puede detonar un insight y hacer que "algo" suceda: algo para bien, como terminar lo que de hecho ya terminó.
No digo nada de lo que todavía no termina porque me parece que las relaciones de pareja son algo muy valioso, que un matrimonio vale todo el esfuerzo que alguien quiera invertir en él. Pero si ya terminó... Si huele a que ya terminó, se ve como que ya terminó, se siente como que ya terminó y no se oye nada porque ya terminó... pues lo sano es terminar. Como amputar una pierna gangrenada.
Lo complicado es que en una relación muchas veces no hay aroma, imagen ni sensación claras; más bien hay mucho de muchas cosas, revueltas, entretejidas. Para esa etapa de no saber qué hacer, en la que todo parece ir hacia un final anunciado, pero te resistes a dar el paso definitivo hacia el "fin", yo encuentro tres cosas bien útiles:
- Llevar una cuenta objetiva de los malos y buenos momentos, tal vez de las peleas y las muestras de afecto o de los días felices y los días tristes; las categorías son las que a cada cual le hagan sentido. No hay una proporción o cantidad determinada que cubrir; además, hay de peleas a peleas, de muestras de afecto a muestras de afecto, etc. Pero el ejercicio de hacer la cuenta sirve.
- Dejar de tener sexo. El sexo en esta situación complica y confunde las cosas.
- Hacer la pregunta del millón: "¿Quiero estar en pareja con esta persona?" y escuchar la primera respuesta que da tu corazón, antes de verbalizar nada. Preguntar por el presente sin responder con el pasado ni con futuros hipotéticos. Ahí está la clave.
Silvia Parque
Interesante. La pregunta es...¿quiero más de lo mismo?, porque la pareja no cambiará.
ResponderEliminarDejar ir, perder de vista, puede ser la mejor ganancia. Un Abrazo
Así es. Un abrazo, Albada.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarMe parece durísimo romper con una pareja ya estable pero vivir sin amor y sin eso que nos unió al principio me parece drectamente una tortura.
Muy feliz jueves.
Es durísimo. Es lo más duro que he vivido. Pero efectivamente, llega el momento en que "eso" es mejor que continuar. Creo que una pareja puede seguir siéndolo sin amor "romántico" y sin lo que unió al principio, cuando hay otra cosa uniendo, por ejemplo, compromiso y cariño; pero "algo" debe haber: cada cual sabe que es lo indispensable o esencial en su caso (romance, acuerdo, capacidad de hacer equipo, pasión, etc.) y si eso falta, pues la situación no da para más.
Eliminar¡Feliz jueves!
Me hubiera gustado leer esto hace unos tres años, hace unos cuatro, quizás hace unos cinco.
ResponderEliminarPero uno lee cuando debe de leer, como todo se acaba cuando debe acabar, pero a veces pudiera acabar sin tantos daños jajajaja
Lección aprendida!
Me encanta leerte!
Un abrazo fuerte!
Así es, Mel. Y qué bueno aprender :)
EliminarAmo que me leas ;)
¡Abrazote!
Estoy de acuerdo en todo, y me parecen prácticas las tres cuestiones. Supongo que muchas veces, aún sabiendo que esta terminado hay otros factores: hijos, religión, cuestiones económicas, costumbres etc que dificultan la toma de decisión.
ResponderEliminarYo estoy bien con mi marido, pero si no estuviera me echaría muchísimo para atrás por mis hijos. Es más fácil y cómodo para ellos tener padre y madre, bajo su mismo techo.
Quiero pensar que si lo bueno no compensara por lo malo, terminaría, pero lo que peor llevaría sería dar esa experiencia a mis hijos. Que no digo que realmente sea algo malo, pero en mi concepto de vida, me costaría mucho asumirlo. No se si me he explicado.
Un beso
Te explicas bien y comparto tu visión. Ninguna de esas razones para continuar en una relación "acabada" me parece poca cosa. Quizá las costumbres sean lo que único que, aunque entiendo que tiene una gran fuerza, me parece -digamos- poco importante... No son poco importantes porque nos colocan en relación con el grupo al que pertenecemos, con la familia; pero personalmente me cuesta concederles valor. En cambio, la religión, lo económico y los hijos me parecen factores de mucho peso por buenas razones.
EliminarLas personas que consideran su matrimonio como un sacramento que implica que hicieron un compromiso con Dios mismo, que han sido unidas por Dios y que divorciarse las aleja de Dios, ¿cómo pueden terminar? Es una opción terrible. Lo económico no es cuestión de comodidad, es lo que sostiene modos de vida muchas veces identitarios, sin contar los casos en que se trata de supervivencia, propia o de los hijos. ¡Los hijos! Para mí, en lo personal, son el único motivo por el que valdría la pena continuar en una relación acabada (obviamente, si no hay violencia, si una convivencia normal es posible).
Los niños que han vivido con sus papás siendo pareja vivirán una pérdida cuando sus papás "terminen", por más civilizado que sea todo y por más que sea "bueno" lo que viene. Creo que cuesta asumirlo porque el costo es alto...
Un beso, Matt
En el apartado costumbres incluyo personas criadas en una familia muy convencional, en las que la costumbre es casarse para toda la vida, por ejemplo.
EliminarTengo un amigo recién divorciado con tres hijos que no para de decir: en mi familia nunca hubo separaciones, mis padres llevan toda la vida juntos y yo nunca imaginé verme así a los cincuenta.
Ese tipo de costumbres, vivencias, valores etc marcan mucho más de lo que imaginamos.
En mi caso, aunque entiendo todas las causas que decía en mi comentario creo que ninguna me condicionaría tanto como el pensar en mis hijos.
Aunque por ese mismo motivo dejaría una relación tóxica o nociva para ellos. Pero si para ellos es bueno que sigamos en pareja aunque la relación meramente sentimental estuviera deteriorada, me costaría romperla.
(Recuerdo que no es mi caso, solo estoy suponiendo e imaginando si yo estuviera en algo así)
Besos
Es verdad. Ser parte de un grupo primario es bien importante y eso se logra compartiendo las creencias y los valores de ese grupo, lo cual se expresa portándonos según la norma grupal, o sea: siguiendo la costumbre. A partir de lo que compartes de tu amigo, fantaseo con lo que puede haber detrás de la frase "no para de decir". Sé que es una expresión, nada más; pero me imagino a alguien con la contusión del golpe causado por romper un esquema, igual que alguien aturdido cuando se golpeó la cabeza en un accidente automovilístico. Lo más duro de romper es lo que concebimos como posible/imposible. En mi familia extensa hay historia de mujeres solteras con hijos, separaciones y divorcios; sin embargo, yo verdaderamente no podía concebir separarme del papá de B. Cuando pasa lo que no puedes concebir que esté pasando es el mundo cayéndose encima; nos protegemos psíquicamente de "provocar" eso: no rompemos fácil el "molde" de lo que entendemos como "así es o debe ser la vida".
EliminarCon lo de los hijos estamos totalmente en la misma sintonía. Y se me hace interesante cómo hay una especie de noción cultural que cambió para hacer posible que las mujeres dejaran relaciones en las que no querían estar sin atarse por los hijos; pero esto ahora impide considerar la posibilidad de algo "positivo" en seguir en pareja "por los hijos" (obviamente, no en relaciones violentas). Creo que hay romantización ahí...
¡Besos, Matt!
Las relaciones humanas son complejas, al punto de volverse tóxicas, tienes mucha razón.
ResponderEliminarA veces se sostienen por el bien de los hijos, pero no sé si valdrá el sacrificio.
Lo más complejo del mundo, yo creo ;)
EliminarPienso que justo los conceptos de "tóxico" y "sacrificio" pueden marcar la pauta de cuándo o cuánto "vale la pena" quedarse.
Mientras el precio del bien de los hijos sea la comodidad propia, si lo que una tiene que hacer son reajustes en el modo en que una quería vivir, pues bueno... Pero si una va a sentir que está sacrificando su vida, la cosa va a mal porque eso siempre se cobra, sobre todo inconscientemente. Si la presencia de la otra persona provoca un continuo malestar, si la convivencia es especialmente conflictiva: no hay caso; ahí por el bien de los hijos habría que terminar.
Los años vividos en pareja atan, pero uno sabe hasta donde se puede soportar...
ResponderEliminarEl conteo de momentos no sirve: solo uno bueno puede derribar 20 malos y viceversa... el sexo nunca solucionó un problema de pareja, los corre para mas adelante...
La religión? En serio? 2018!!! No, no condiciona en nada. La plata y los hijos si, pero tampoco se puede mantener algo que no va por ellos. Un error muy común pero error al fin.
Quería comentar con buena onda y desde la experiencia, ya 2 exs me avalan los comentarios jaja... besos!!!
Ya menciono que no hay proporción o cantidad determinada que cubrir, que hay de peleas a peleas y de muestras de afecto a muestras de afecto. No se trata, pues, de poner unos frente a los otros a ver cuáles ganan. Se trata de que, quien está confundido o "estancado" haga el ejercicio de observar con cuidado qué es lo que está viviendo. Eso es útil. No para todos, como todo.
EliminarLa religión existe en el 2018; para muchas personas es muy importante y, por supuesto, condiciona sus decisiones.
Hace algunas generaciones era muy común mantener matrimonios "por los hijos": está claro que: posible, es. Que sea un error, pues tal vez. Sobre todo creo que es un error no tener claro por qué se hace algo y cuáles son los costos. Sin embargo, se romantiza mucho alrededor de las relaciones: a veces dos personas ya no son pareja como lo fueron, pero pueden mantener arreglos de convivencia que les permiten vivir como pareja y con ello dar estabilidad a los hijos y solventar de mejor manera sus necesidades económicas y de cuidados.
¡Acá se consideran legítimos los comentarios, aunque las ex parejas no los avalen! ¡Faltaba más!
Besos, JLO.
Me sorprende el comentario que se soprende de que la religión condicione en el 2018. Obviamente hay personas creyentes, de diferentes credos, para las que sí será algo que condiciones mucho lo que diga su religión sobre una separación.
ResponderEliminarDe la misma manera que había personas en 1950 y en cualquier tiempo pasado, que no han vivido de acuerdo a ninguna religión y se han sentido libres de tomar sus decisiones pensando únicamente en lo que a ellos como individuos mejor les pareciera.
Un beso Silvia
Pues sí. Las personas con religión o de algún modo condicionadas por ideas religiosas no son pocas. Supongo que a veces creemos que el mundo es como es a nuestro alrededor :)
Eliminar¡Un beso, Matt!
lo mas sano siempre buscar una manera correcta de terminar una relacion si juegas a que hagan daño, perderas por lo cual no se debe prolongar un compromiso toxico
ResponderEliminarNo se debe. Ojalá siempre pudiéramos ser racionales :S
Eliminar¡Ey! Estoy viendo el video. Me gusta. ¡Gracias!
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