sábado, 13 de octubre de 2018

Hace falta hablar entre nosotras

Dicen que las mujeres hablamos mucho. Yo he estado fijándome en cuánto no hablamos.

Al menos en este lado del mundo, generación tras generación, las mujeres fueron damnificadas del comportamiento sexual abusivo de los hombres, sin hablar suficiente sobre el tema. Fulanita le dijo solo a su mamá o solo a su prima y la mamá no quiso saber nada porque todavía no puede manejar lo que vivió ella misma o la prima le contó que a la vecina también se lo hicieron. Historias abundan. Ahora, para algunos, es como si hubiera una epidemia de mujeres buscando llamar la atención o estar a la moda; pero las historias siempre han estado ahí, contadas una vez para no explotar o para averiguar cómo se hace un aborto o para poner sobreaviso a quien pueda estar en riesgo. Hace falta seguir hablando.

Pasa con el disfrute sexual. Cada vez es más conocido que, en general, la penetración vaginal no es lo más de lo más en cuestión del gozo de la mujer. Además del papel protagonista del clítoris, que se estudió tarde, las mujeres sabemos qué bien se portan las terminales nerviosas de todo el cuerpo para hacernos sentir rico. Y me pregunto qué habría pasado si en las generaciones anteriores, las mujeres que parecían no disfrutar el sexo se hubieran puesto a platicar y se hubieran contado qué sentían, cómo sentían, cuándo sentían...

Hay una función menospreciada y hasta vituperada de la charla entre mujeres: hablar entre nosotras nos hace descubrirnos y valorarnos, sin ser "lo otro"* respecto al hombre,

Hace falta más charla: más confianza para contar "me pasa esto", "le pasa esto a mi cuerpo".

Cuando estaba embarazada me salió una especie de bulto bajo una axila. Básicamente, es una tercera mama. Se ve como gordura, creo. No tenía idea de que eso era posible, pero resulta que no es rarísimo. Hace unos días, encontré una publicación en Facebook sobre el tema. Me dio la impresión de que la mayoría de las mujeres "beneficiadas" con tal prosperidad de glándulas que coincidimos en la publicación vivimos un "yo también" que se siente bien.

* Para entender qué es ser "lo otro" respecto al hombre, puede observarse que hasta hace poco, las señales de alama de infarto conocidas popularmente -tomadas en cuenta- eran las que aplican para hombres, no para mujeres. Históricamente, los hombres han sido el modelo de sujeto humano.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. La historia está escrita por hombres, las leyes las escribieron los hombres, las religiones monoteístas excluyen a la mujer, así que era de esperar que hasta sobre nuestra sexualidad hablasen los hombres. Mira lo fácil que es promocionar la píldora anticonceptiva femenina, de sesenta años ya, y aún no está la masculina. Son puntas de iceberg de lo arraigado que está el machismo. Sin ir más lejos, yo tenía un problema de útero y aún tenía una trompa de Falopio, pues como ya estaba en menopausia me quitaron la trompa, por mucho que yo decía que por qué. Para evitar posibles problemas futuros. Imagina a un doctor diciendo que quitan el testículo que le queda a un hombre, por si acaso, porque ya está en una edad de no querer tener hijos. ¿A que es inimaginable?, pues así nos ha ido. Ya es hora de yo también. Al menos entre nosotros haya quien se ponga en nuestra piel.

    Un abrazo

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    1. Tal cual. Así nos ha ido. Pero aprovecharemos que ya es la hora y no va a ser igual para las que vienen.
      ¡Un abrazo!

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  2. Siempre es bueno conversar.
    No sé si los hombres se contarán sus problemas, yo creo que ellos les imponen roles que a veces no les calzan.
    Mi madre tenía el carácter fuerte y emprendedor, su hermano era un ángel de inoperancia, nunca se casó ni tuvo hijos, decía mi madre que él era célibe. Ya ves, en Chile somos medio disfuncionales, aunque sí que hay un machismo atávico las mujeres están tomando su espacio en el mundo.

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    1. ¿Verdad que sí? Me estoy dando cuenta de todo lo bueno que ha traído a mi vida conversar. Las mejores clases que me han dado se han parecido mucho a una conversación. Un buen libro, de alguna manera es una conversación. Sin embargo, la conversación, tal cual, la charla, es algo muy valioso que creo que está poco valorado.
      Es bonito llamar a un tío "ángel de inoperancia" :) Me habría gustado que mis sobrinas me llamaran así, pero ahora que soy mamá, no puedo permitírmelo :S ;)
      Es interesante notar cómo en el mundo hay muchos niveles y modos diferentes de machismo. Hay ciudades en las que algunas expresiones de machismo que tengo a mi alrededor, dejaron de producirse hace un siglo. Yo vi un machismo en el centro de México bien diferente al del acá en el norte. Todo un tema.

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