Estando en la casa donde vivimos ahora, con menos espacio del que habitábamos, decidí regresar la caja a su destino de contenedor. Sin embargo, B la descubrió y la reclamó. Como el "área de juguetes" está llena, se me ocurrió ponerla junto a la estufa verdadera, confiando en que podría arreglármelas para que B no jugara ahí cuando dicha estufa verdadera estuviera encendida. No fue difícil porque de nuevo le hizo poco caso: ocasionalmente metía y sacaba algo del "horno", nada más. Hasta hace unos días, que empezó a subirse a ella, con el riesgo de vencerla y caerse. Sumando a esto, que mi idea de colocarla donde se cocina de verdad ha hecho que tenga salpicaduras de aceite -parecen de aceite-, estaba planeando desaparecerla en cuanto pasara una temporadita siendo ignorada.
Hoy B estaba examinándola y preguntó: "¿Cómo se prende?" Le mostré, moviendo mis dedos como si girara la perilla dibujada. Parecía que tenía un juguete nuevo. Estuvo ahí un buen rato, metida en su asunto y volvió a ella varias veces.
La estufa de juguete se queda.
Silvia Parque
Me gustan los juguetes que no te lo dan todo hecho y el niño tiene que poner de su imaginación para jugar con ellos. Me parecen más didácticos.
ResponderEliminarYo también los prefiero :)
EliminarInteresante tu texto y como ves la vida
ResponderEliminarun abrazo desde Miami
Gracias por comentarlo, Recomenzar. ¡Abrazo!
EliminarMe hiciste recordar la infancia de mi barrio, era muy poco sexista (todavía ni idea las diferencias entre hombres y mujeres), todos jugábamos a todo, a las "casitas" con tazas y mesas, al luche, a saltar la cuerda y elevar volantines, a hacer taguas en una laguna y a sacar frutas de los árboles. Tuvimos pocos juguetes, la máxima expresión fue el día que nos llevaron a todos al cine. Inolvidable.
ResponderEliminarMe alegra tanto que tu hija disfrute y tú también. Son recuerdos que se atesoran en la cajita del tiempo. Y a veces -como hoy- volvemos a ser niñas.
Me encantó leerte.
Qué bueno, Ojo humano, gracias.
EliminarB tiene una increíble capacidad de disfrutar, realmente yo no podría no disfrutar viendo ese disfrutar :D
Tu infancia sí que es memorable :) Amo la parte de la laguna y los árboles: yo no tuve de eso.
Lo bonito de los juguetes es que sean lo que la imaginación de niño emana.
ResponderEliminarMuy buen apunte de la mente infantil. Un abrazo
¡Completamente de acuerdo! Mi hija puede pasar varios días jugando prácticamente todo el día a que está cocinando; para ello le sirven no solo sus "juegos de té" o "baterías de cocina", sino también sus bloques, collares, etc.
EliminarGracias por tu apreciación amable, Albada :)
¡Un abrazo!