Siempre me ha gustado "
hacer limpia" de objetos: sacar cualquier cosa que ya no use o ya no quiera usar. Me causa una
satisfacción que asocio con la ligereza y por eso lo hago fácil y regularmente... excepto con el material para mis proyectos manuales: puedo acumular un montón de cajas, papeles, tapas, tubos, etc., durante años; los ordeno y depuro, pero me cuesta dejarlos ir porque me cuesta aceptar que en toda una temporada no tendré tiempo o energía para convertir ese pedazo de madera en un cochecito -por ejemplo-. En cambio, hoy tiraré a la basura uno de mis tres pares de zapatos sin ningún problema -se han hecho grandes y se han roto-. Yo no podría con algunos clósets de mujer que he visto. Más ropa o zapatos de los que necesito me causarían ruido mental, al menos en este momento de mi vida.
Hace no mucho vi algunos videos sobre el método konmari para ordenar la casa y de ahí tomé
la pregunta "¿me hace feliz?" para decidir si algo se queda o se va. Eso agiliza en gran medida el trámite mental.
Hoy empecé a hacerlo con "cosas" no materiales y se siente realmente bien. Hay que ser más cuidadosos porque no todo está ahí para
dar felicidad; pero la esencia de la cuestión es reconocer si algo está enriqueciendo o haciendo bien; si no, habría que ver porqué sigue estando; si de plano empobrece o hace mal: se le da las gracias y
adiós.
Silvia Parque
Esa limpieza mental es el mejor ejercicio. La de cosas obsoletas por falta de uso, debería hacerse cada cierto tiempo. Por bien de armarios y salud mental.
ResponderEliminarUn abrazo
¡De acuerdo!
EliminarUn abrazo, Albada.
Yo he descubierto es blog... http://www.ordenylimpiezaencasa.com/
ResponderEliminarque es menos drástico :-)
Se ve interesante... Por cierto que tiene una apariencia muy limpia :D
Eliminar¡Gracias por compartir!
Suele pasar con frecuencia que guardas una cosa diez años y al mes de tirarla la hubieras necesitado. Supongo que si no te hubieras deshecho de ella tampoco la hubieras recordado.
ResponderEliminarLos cambios de casa son ideales para tirar cosas y si mal no recuerdo tú has hecho dos cambios recientemente. Mucho acumulado no puedes tener. :)
¡Así es! Y sí: es de las cosas que amo de los cambios de casa. La verdad es que no tengo mucho acumulado, pero siempre hay algo de lo cual una pueda deshacerse XD
EliminarMi esposo y yo a menudo hablamos sobre el tema de vivir con menos cosas, pero él me dice: ok, comencemos con tus libros. Ahí ya se me van quitando las ganas :o
ResponderEliminarLo del closet, como a ti, se me da más fácil.
Un beso.
¡Ah, no! Yo a los libros los dejo aparte en este tema. ¡No son "cosas" como las otras! XD Nunca, nunca se me ocurriría hacer limpieza de libros, excepto por necesidad imperiosa. Bueno... sí creo que una puede plantearse hacer que vuelvan al mundo, por ejemplo, libros de texto que podrían serle útiles a algún estudiante y a una ya no le interesan; tal vez libros infantiles que no es que ya no se vayan a leer sino que los aprovecharía mucho mejor una niña o niño. Pero serían contados casos especiales. Yo fui muy feliz cuando era rica en libros impresos y parte de lo que me hacía feliz era su mera presencia que, además, cumplía una función: podía voltear a ver el lomo de un libro y recrear la sensación de cuando lo leí o recordar el tema o un dato... :D
Eliminar¡Un beso, Taty! :)