De hecho, de eso es de lo que quiero hablar -o de ellos, pues-; pero quise comentar lo anterior.
De las cuatro hermanas que somos, tres somos mamás. La hermana que sigue de mí tiene dos niñas y la hermana que sigue de ella tiene un niño. Este año pensé, todavía más que los anteriores: qué bueno y qué gusto que las tres hayamos "procreado" con hombres que asumen su paternidad y aman a sus hijas -mayoría de niñas-. No es que haya que aplaudirles por eso; sin embargo, porque el mundo es injusto o por lo que sea, habría podido ser distinto y no lo fue: desde lo que se alcanza a ver, mis cuñados son más que buenos papás: proveedores, cuidadores, completamente implicados en la crianza; amantes de su familia. Doy gracias a Dios por ellos. Y por supuesto, por el papá de B. Como trato de no hablar de él, lo resumiré en que lo volvería a elegir como padre de mi hija y que amo cómo la gente suele decirme que se ve que la niña es su adoración.
Me gusta pensar que es un cambio generacional, que México irá dejando de estar despadrado; pero eso es aparte. Lo que quiero compartir es que me rodeo -aunque no sea físicamente- de papás que son una bendición.
Silvia Parque
es una realidad que estar rodeada de buenos padres no es lo común... somos un desastre... yo mismo aprendo todos los días a ser un poquito mejor, pero bueno, seré juzgado por ello ja... besos...
ResponderEliminarNo me gusta emplear la etiqueta de "buenos" y "malos" como para dar la impresión de que hay una escala con la que los papás o las mamás podemos evaluarnos y obtener notas; pero sí creo que existe una distinción entre "buenos" y "malos" de la que hay que hablar para honrar el esfuerzo de unos y señalar el maltrato, el abandono, la explotación que se ve en otros casos. Una cosa es que por nuestra falibilidad y nuestros límites cometamos errores y tengamos faltas, y otra cosa es no estar presente, ser un mal ejemplo en cuestiones graves, manipular a los hijos para nuestra conveniencia, cosas así.
Eliminar¡Besos, JLO!
Yo no soy padre, pero mis sobrinos también han tenido mucha suerte con sus padres y con sus madres. Mis hermanos y cuñados de ambos géneros lo hacen muy bien.
ResponderEliminarEs curioso que esté hablando de "suerte" cuando debería ser lo normal, pero así es.
Sí, debería ser lo normal, no debería ser cuestión de "suerte"; pero pues así es. Ojalá a las siguientes generaciones les parezca raro cómo lo vemos ahora.
EliminarDe corazón: enhorabuena por tus hermanos y cuñados :)
Me alegro, porque la figura paterna es importante. Pienso en tantas guerras que dejan a millones de mujeres criando a solas a sus hijos y la suerte de las que tienen una figura paterna cerca para los hijos
ResponderEliminarHay demasiado padres ausentes, y es una pena. Un abrazo
Sí, Albada. La verdad es que se me hace peor el padre que no está porque no quiere o que estando hace más daño que ausentándose.
Eliminar¡Un abrazo!