Tenía mucho tiempo despertando sin ganas de levantarme, no porque no me gustara la perspectiva del día, sino porque me gustaba mucho más la perspectiva de la cama: por sueño, pues. Pero luego de dos días sin poder atender a mi niña -y dos días de descansar, lo cual cuenta bastante-, hoy me levanté con mucho gusto de poder hacerlo. "Ya levántate para que hagas comida", me decía la criatura -no estuvo sin comer, tampoco-. Además, hoy desperté tranquila. Hay algunos eventos o incidentes que me dejan medio noqueada a gusto, no precisamente aletargada sino como reprogramada para funcionar a menos revoluciones por minuto; hoy sé que la intoxicación es uno de ellos. Se siente bien.
La enfermedad, por otra parte, es una oportunidad para apreciar a las personas que están ahí mostrando interés, dando aliento y apoyando. Un simple, "¿te sientes mejor?" hace que lo malo no sea tan malo. Y nada como cuando alguien hace un esfuerzo para facilitarle la vida a una, como en esa canción que dice: "mi trabajo que a otros descanse".
Y pues, decidí volver a estar contenta con el tipo de contento que sonríe. Yo soy muy de sonreír y hacer tonterías sola, sola con mi niña; desde que volví a compartir la casa con el papá de ella, perdí terreno de sonrisa; pero lo voy recuperando.
Silvia Parque
Me alegra que vuelvas a sonreír. Ve probando con alguna carcajada.
ResponderEliminarSuelo sonreír sola, pero ahora estoy sonriendo aunque haya alguien más. Probaré alguna carcajada.
EliminarQué bien, ya estás recuperada. Me alegro por tu niña.
ResponderEliminarSonreír y escribir...y atender otra vida, qué grandes tareas nos da Dios para disfrutarlas.
Gracias, Ojo humano :D Dices bien. Buenas tareas que no son gravosas :)
EliminarHay que sonreír, para ti y para los demás. Me alegra que ya estés bien.
ResponderEliminarBesos
La sonrisa educada de fuera de la casa me sala natura. ¡Porque "de natural" soy sonriente! Pero en casa me la estaba reservando... Ya no.
Eliminar¡Besos, Ambar!
Lo importante es que esté bien ya, pero es verdad que uno valora a los amigos por los ratos que están con nosotros en las malas, porque en las buenas es fácil estar con cualquiera. Prefiero pocos y escogidos.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo también. Al cabo de los años, muchas personas van quedando atrás; buenas personas a quienes se les aprecia, pero que no están "ahí" cuando se les necesita.
EliminarUn abrazo.
Me alegro de que estés recuperada! No tanto de que aún no te sientas libre del todo para sonreir... Un abrazo!
ResponderEliminar¡Gracias, Telma! Poco a poco voy tratando de apropiarme del espacio en el que estoy, aunque haya alguien más. Porque en la calle no es nada raro verme sonriente; es con los conocidos con quienes me limito, mucho más con la familia.
Eliminar¡Un abrazo!