lunes, 25 de junio de 2018

¿Dónde están mis lentes?


No sé dónde están mis lentes. Deberé levantarme a buscarlos -a volver a buscarlos- porque un rato más de computadora sin lentes y me van a doler los ojos.

De verdad no se entiende que siga pasando esto; que pase casi cada día y varias veces al día... Creo que es mi autoboicot más evidente. Si fuera a análisis, trabajaría con el tema.

Hace poco, mi niña los encontró, casi en cuanto la uní a la búsqueda. Si las personas me oyeran decirle que es una gran encontradora, pensarían que solo le echo flores para subir su autoestima o algo así; pero no, varias veces los ha encontrado; también otras cosas, pero encontrar mis lentes es básico para la dinámica familiar.

Silvia Parque

10 comentarios:

  1. el tema es por qué lo perdés vos no por qué los encuentra ella ja... que negación tenés con las gafas? sos tan coqueta o algo con respecto a juntar años? besos!!!

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    1. Sí debo tener una negación o un "algo" porque no es normal perderlas a cada rato. ¡Es demasiado!
      Sí soy coquetilla, pero en ese sentido no me molestan los lentes: los que tengo me gustan y me gusta cómo me veo con ellos. Lo que pasa es que me molestan "físicamente": me incomodan; por eso a cada rato me los quito. Los anteriores eran pesados y creí que ese era el problema. Estos no son pesados, pero al cabo de un rato me pesan, me cansa traerlos puestos como me cansaría llevar aretes, collares, pulseras o algo así (no uso ninguna de esas cosas).
      ¡Besos, JLO!

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  2. Yo, como los llevo desde que tenía pocos años, me he acostumbrado a ellos y no me molestan. No me pesan. De hecho renuncio a los cristales de plástico para reducir peso, porque no los únicos que he tenido de ese materia se me rayaron. Renuncio también a lentillas, porque en una ocasión —en un alarde de coquetería impropio en mí— me hice unas y me resultaban incomodísimas.
    Para encontrar cosas que se han perdido mi hermana —como no tiene a tu hija— le tiene mucha devoción a San Antonio. Eso sí, dice que es pesetero y que hay que ofrecerle algo de dinero. Cada dos por tres está yendo a la parroquia a liquidarle las deudas. Dice que le ha encontrado hasta las cosas más inverosímiles.

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    1. ¡Yo también los llevo desde niña! Tenía once años cuando debí empezar a usarlos, pero me hacía tonta justo porque me incomodaban. La necesidad me llevó a aceptarlos más o menos un año después y me acostumbré a ellos. En las temporadas que he tenido lentes de contacto, la mayor parte del tiempo usaba los normales. No me molestaban. No sé cuándo empezó esto... Creo hace un par de años. Siempre he tenido cierto problema para saber dónde dejo las cosas -por desordenada-; pero como no me quitaba los lentes sino para acostarme a dormir, no podía perderlos. No logro ubicar cuándo empecé a quitármelos a cada rato.
      Ese San Antonio haría un gran negocio conmigo !!

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    2. Qué risa lo de San Antonio!! Mi marido es como la hermana de Macondo. Y no le pega nada porque no es especialmente religioso. Pero lo del santo se lo dijo au abuela de niño y dice que nunca le ha fallado. Eso sí, tiene un presupuesto, porque siempre le suelta pasta. Claro, que a cambio ha encontrado relojes, anillo de boda, cámara de fotos. Según el todo estaría perdido si no fuera por el santo jajajajaj

      En cuanto a tu trajin con las gafas creo que bo requiere psicoanálisis, simplemente te serán incómodas y te las quitas por eso.

      Besos

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    3. Queda más que confirmado que el santo se toma en serio eso de que el obrero es digno de su salario. ¡Qué organizado y realista tu marido, con un presupuesto para localizar cosas perdidas! XD
      Le digo a Albada que entre tú y ella me hacen ver natural este asunto con los lentes.
      ¡Besos, Matt!

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  3. Los niños tienen algo de memoria fotográfica. Esa anécdota, que comparto, y por ello tengo tres gafas de cerca, nos dice que eres despistada. Me alentó saber que las personas despistadas son las más inteligentes. Me alentó, pero casi que me atrevo a pedirte prestada a esa fiera buscadora :-)

    No es autoboicot. Lo sepas. ;.) Un abrazo

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    1. ¿Tres gafas? Pues creo que esa sería mi solución :D Entre tú y Matt me han hecho ver natural el que no recuerde dónde los dejo.
      Capaz que la niña tiene futuro como bucadora profesional XD
      ¡Abrazo, Albada!

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  4. Hola. Yo los pierdo a diario y mi hijo me ha comprado un cordón que yo siempre he odiado, pero me he acostumbrado porque no puedo andar por ahí sin ver.
    Besos.

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    1. ¡De verdad me da gusto no ser la única! Me han mencionado ese cordón "de-no-perder", pero yo sigo resistiéndome... Al final a lo mejor lo acepto porque no puedo perder tanto tiempo buscando.
      ¡Besos, Marigem!

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