sábado, 21 de abril de 2018

Política personal

Los últimos años he incorporado a mi política personal:

- No dar explicaciones.

- No hablar sobre mis sueños -lo que me ilusiona- y hablar con reserva de mis proyectos.

A veces me cuesta; pero siempre que me apego a la política me doy cuenta de que estuve en lo correcto y siempre que hago una excepción, me doy cuenta de que habría sido mejor atenerme a lo pactado conmigo misma.

Silvia Parque

16 comentarios:

  1. No sé. Es una política que me parece muy respetable, porque seguro obedece a la experiencia. Yo no tenido motivos para no exponer y compartir mis proyectos. Lo de no dar explicaciones tendría que adoptarlo, porque doy demasiadas

    Post reflexivo, muy bueno. Un abrazo

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    1. Yo creo que tiene que ver el hecho de que soy sensible o más bien "sentida" e insegura. Siendo así, el haberme encontrado muchas veces con que mis proyectos o planes no causan la "reacción" que me habría gustado, pues me ha llevado a protegerme de lo que siento cuando eso pasa. También es que luego las ideas necesitan algo así como un campo fértil energético para crecer y a mí me pasa que varias buenas personas que me aprecian son más bien pesimistas, preocuponas, etc., entonces compartir con ellas no es lo que le conviene a las ideas bebés. En este sentido, yo creo que se trata de la expresión de una limitante. Por el contrario, lo de no dar explicaciones es la expresión de una cualidad que valoro. Circula mucho entre las "postales" de internet una frase que no sé de quién es: "Los amigos no necesitan explicaciones y los enemigos no las creen". Para mí fue muy significativo afirmarme, actuando como juzgue conveniente sin tratar de dar explicaciones, sobre todo, sin querer que el otro apruebe o esté de acuerdo.
      Gracias, Albada. ¡Un abrazo!

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  2. Está claro que se arrepiente uno más por haber hablado demasiado que por haberse quedado corto. Por la boca muere el pez.

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    1. ¡Eso! Un par de veces en mi vida siento que debí haber abierto la boca; las dos veces, para defender a alguien; una de las dos veces yo era una niña y realmente no me era posible. Muchas más veces noto que habría sido mejor quedarme callada.

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  3. Coincido. Añado que no suelo compartir mi visión de lo que es bueno en crianza y educación. Sí lo dejo ver por aquí o en mi blog, pero en mi vida normal no.
    Es mejor así.
    Besos

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    1. Yo con frecuencia encuentro que hay pocas condiciones para tener un diálogo, discusión o siquiera intercambio de ideas que valgan la pena; en cambio, sí suele haber riesgo de que la interacción sea desgastante, incómoda o molesta; entonces mejor no decir nada. Con lo que tenga que ver con crianza o educación, esto es más acusado.
      ¡Besos, Matt!

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  4. Interesantes políticas personales, me parece un buen pacto con vos misma.
    Un abrazo

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    1. Ojalá consiga actuar más bajo mis propios términos porque sí me han convenido.
      ¡Un abrazo!

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  5. No discuto mis planes o proyectos, más que todo por superstición.

    Después de vivir en una isla pequeña, en una comunidad tan estrecha, he aprendido a callar mucho -me ha ahorrado cometer errores y después dar explicaciones que a veces son ineficientes para aclarar situaciones incómodas.

    Pero no soy muy disciplinada en imponerme políticas de comportamiento... ¡debería!

    Un abrazo.

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    1. Yo creo en la energía de los pensamientos, en que hay que condensarla hasta el momento justo de compartirla porque antes, se dispersa. Creo que muchas de las supersticiones -como esta- vienen de una inteligencia intuitiva a la que siempre me ha convenido hacer caso.
      En comunidades pequeñas, cómo no, callar ahorra muchas explicaciones y aclaraciones.
      Yo no soy disciplinada, en general, pero trato de ajustarme a estas "políticas" que reiteradamente prueban servirme.
      ¡Un abrazo, Taty!

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  6. ¡ ESO!, me gustó mucho tu propósito, yo también debo practicarlo.
    A veces por dar explicaciones una se enrolla sola.
    Que te resulte, un día a la vez.

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    1. Qué bien, Ojo humano, la verdad es que me cuesta ceñirme a esto, pero como comento, nunca me arrepiento de haberme ajustado a las políticas y viceversas.
      ¡Gracias por el buen deseo!

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  7. Qué bueno, comparto totalmente. Yo soy muy reservada. A mi política de no dar explicaciones agrego el no pedirlas. No me interesan. Sé que sueno dura a veces, pero es lo que es.

    Besos!

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    1. ¡Ah, sí! Yo tampoco pido explicaciones. Igual que tú: no me interesan. En los contados casos en los que me interesan coincide que es en los casos en los que pedirlas me llevaría a embrollos, a complicación que no vale la pena. A las personas puede parecerles "duro", pero en mi caso, me protege de un modo que ha resultado bien.
      ¡Besos!

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