Eso habría bastado para que las compras fueran una gran fiesta.
Pero además compré un banquito.
Es muy importante.
Suyo, en realidad.
En cuanto llegamos a la casa, empezó a subirse para bajar juguetes a los que antes llegaba trepándose al mueble donde están. No quería jugar con ellos, sino subir al banquito y alcanzarlos.
Inicialmente puse esos juguetes donde los puse para que ella no los alcanzara; pero no tardó en aprender que había modo de llegar a ellos.
El síndrome de Turner se distingue por la baja estatura. Las pediatras endocrinólogas que hemos consultado nos han dicho que el tratamiento adecuado administrado a tiempo permite alcanzar lo que ellas llaman, si mal no recuerdo, "estatura meta": la estatura que se supone alcanzaría sin el síndrome, calculada a partir de la de su papá y la mía. Pero hace poco, una mujer contaba -con satisfacción- que había llegado a 1.35 m, con tratamiento. Así que me importa mucho que B aprenda a alcanzar, a llegar a donde necesite; que aprenda que hay recursos y que gracias a Dios, nuestra inteligencia nos da posibilidades en cualquier situación. Por eso necesitábamos un banquito.
Silvia Parque
Claro que sí, muy buen enfoque, para que vea que hay recursos que puede utilizar y ponerlos de su parte.
ResponderEliminarMuy bien Silvia.
Un beso
¡Gracias, Matt!
EliminarUn beso.
hermoso relato... y demuestra la madre dedicada que sos... besos a las dos!
ResponderEliminarGracias, JLO. ¡Besos!
EliminarEs un agrado encontrar lo que se busca y cómo nos facilita la vida.
ResponderEliminarEspero que tu B tenga una gran personalidad, sea feliz y disfrute la vida. El porte puede ser una debilidad o un complemento. Yo a veces me siento muy baja y trepo arriba de sillas o mesas. En otras ocasiones me siento bien alta, depende el lugar y la circunstancia. Espera tranquila en Dios.
Sí que lo es: pequeños gustos largamente anhelados, de los que podría prescindirse pero que le dan parte de lo bonito a la vida. Yo me siento agraciada porque las cosas se pongan a modo :)
EliminarMuchas gracias por tus buenos deseos. Es verdad que todo depende de con qué se compare. La primera pediatra de B nos contó que en un evento con mujeres con Síndrome de Turner en Estados Unidos, creyeron que ella tenía el síndrome porque comparada con ellas, es muy bajita. Sigo tu consejo; me pongo y la pongo en manos de Dios, que la hizo tal como es y se encargará de lo que hizo.
Un abrazo.