Entonces llegó la noche.
Me derrito.
Hace unas semanas, me sorprendió que el calor no amainara al atardecer. Otro día, apenas salí, sentí una brisa caliente como caricia del diablo. De verdad que una tarde pensé que esto es demasiado parecido a un apocalipsis.
Silvia Parque
Pues yo me he subido unos días para el norte y aquí no hace más que llover. No sé lo que es peor. Es que yo la lluvia la llevo muy mal.
ResponderEliminarBesos.
Pero puedes quedarte en casa y tan-tan. Este calor no deja escapatoria si no hay aire acondicionado.
Eliminar¡Besos, Macondo!