Cuando era muy joven, pasé demasiadas noches escribiendo, estudiando, haciendo tarea; me detuve cuando una mañana choqué contra un camión estacionado -apenas un roce, pero un gran susto-. Ya no podría hacerlo con frecuencia, pero la verdad es que lo disfruto: es un tiempo completamente para mí, haciendo cosas deseadas y pospuestas a veces por mucho tiempo.
Silvia Parque
A mi también me encantan esos momentos nocturnos. Cuando estaba en la universidad tenía las clases en turno de tarde, así que era habitual que me quedara por la noche estudiando, oyendo la radio, leyendo, o teniendo largas charlas filosóficas con mi amiga Arancha. Lo bueno es que luego me levantaba tarde. Ahora eso es inviable y no me compensa andar con sueño todo el día... Los tiempos cambian, pero los gustos se mantienen.
ResponderEliminarUn beso
Yo había olvidado cómo se siente al siguiente día... A esta hora apenas puedo con mi alma; lo peor no es el cansancio o el sueño, sino que me duele (los hombros, los brazos).
Eliminar¡Un beso, Matt!
A mí siempre me ha encantado la noche, aunque sea para no hacer nada. Acostarme pronto me da tristeza.
ResponderEliminarBesos.
Yo también soy "de noche", pero acostarme temprano sí me parece la gran cosa :)¡Besos, Macondo!
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