De cualquier forma, me gusta la lluvia. Lo que no me gusta es estar sola cuando hay truenos y rayos. Me da un miedo animal; sé que no va a pasar nada, pero me impresiona y siento miedito... un miedito adquirido con los años: no estaba cuando era chica. Tal vez porque tenía su punto rico sentirlo en brazos de alguien, quién sabe... Afortunada o desafortunadamente, la preocupación realista hace a un lado el temor. El agua se mete a mi casa por la ventana de la recámara, la ventana de la sala, la ventana del estudio, una gotera en el baño, la parte de abajo de la puerta y dos ventanas que están sin vidrio en este momento. Un poquito por aquí, un poquito por allá, pero cuando la lluvia dura, acaba siendo bastante..
Ahora llueve. A mi niña dormida, parece que ni le va ni le viene. Cuando estaban las tortugas, lo sentían. Hasta el momento, no hay casi nada mojado, y espero que siga así.
Silvia Parque
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