Silvia Parque
viernes, 12 de agosto de 2016
La distancia que los otros marcan
Hace unos días resolví dejar de enviar mensajes a personas que no los responden, que apenas los responden (sin intento por hacer conversación) o que prácticamente nunca son quienes envían el primer "hola, ¿qué tal?" No es algo muy determinado para siempre jamás; si no puedo aguantar las ganas de saludar a alguna de esas personas, la saludo y ya. Solo creo que, a veces, hay que abrir espacios para experimentar la distancia que los otros marcan... tal vez por esos espacios se cuelen personas que quieran estar más cerca.
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Pertenezco de alguna manera a esas personas. Reconociendo las cualidades del wasap (o como se escriba), me agobian quienes te mandan un mensaje y esperan les contestes inmediatamente. Yo los miro de vez en cuando, pero no cada vez que escucho un pitido. Ya no te digo cuando perteneces a grupos en los que llegas a tener centenares de mensajes por leer. Me he quitado de alguno por ese motivo.
ResponderEliminarBesos.
Lo entiendo. Yo solo estoy en un grupo, que es de mi familia, y lo tengo en silencio; cuando hay varias notificaciones, lo veo; peor no cuando va saliendo cada una. Más bien me comunico "de uno a uno", pero "emito" más mensajes de los que las personas pueden/quieren responder, y pues hay que respetar el espacio de los otros.
Eliminar¡Besos, Macondo!