Frente al local, suele estar sentado un señor mayor con sombrero. Vive enseguida, según me enteré. Casi siempre está dentro de su camioneta. A veces, está en la acera de enfrente. Hoy por la mañana leía el periódico: porque está ahí en la mañana y en la tarde, durante horas. No parece contento; tampoco parece muy interesado en lo que ve, pero qué voy a saber yo: tal vez medite, tal vez esté lleno de paz interior.
Ayer me pregunté por qué no hará algo más que estar ahí sentado, y de inmediato pensé que lo mismo se pensará de las dos idas diarias a la pastelería que tanto bien me hacen... bendita improductividad de cada cual.
Silvia Parque
Qué extraño. Un beso.
ResponderEliminarYa pensándolo, no es extraño: mucha gente va por la vida sin algo que le apasione, y al llegar la jubilación, no tiene nada que hacer.
EliminarUn beso, Susana.
Mientras no haga daño a nadie...
ResponderEliminarBesos.
No, ahí está sentadito sin molestar :)
EliminarBesos, Macondo.