Silvia Parque
lunes, 5 de octubre de 2015
Artículos para bebés
Hay artículos para bebés cuya existencia no entendí o fui capaz de apreciar cabalmente, hasta que llegó B a casa; como la variedad de trapitos para los líquidos residuales que salen de su cuerpo: muy útiles, nunca demasiados. Hay objetos costosos para papás aprensivos o cuidadosos, o en todo caso, con dinero para comprarlas y espacio para guardarlas; como el termómetro para el agua de la bañera: a mí me habría ahorrado discusiones con mi abuela, que sufría porque según ella, yo metía a la niña en agua fría; pero mi mano tentando hace el trabajo. Otras cosas sí son un robo que toma ventaja de la merma cognitiva que pueden generar los bebés: como el agua para bebés. ¿Qué tendrá de diferente el hidrógeno o el oxígeno del agua para bebés? Según lo que leí en el empaque de la que me detuve a examinar, su chiste es que es libre de sodio; pero al revisar su composición sí aparece sodio, y al compararla, tenía más sodio que una de las marcas en su presentación común y corriente. No había visto fraude de tal magnitud desde que comparé palomitas de microondas light con palomitas de microondas regulares.
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En torno a los niños pequeños hay un increíble negocio montado, tratando a acomplejar a los padres de que no son buenos si no les compran todas las imbecilidades que se inventan para que sean felices.
ResponderEliminarBesos.
Un increíble negocio en el que padres y abuelos participan con increíble devoción. Yo pienso que está muy bien comprar todo lo que a una le dé gusto adquirir o tener, pero con la conciencia de que es un gusto, de lo nada necesarias que son muchas de esas cosas.
EliminarBesos, Macondo.
El agua hervida basta y es gratis. Un beso.
ResponderEliminarPues sí... bueno, yo he pensado que me sale más barata una botella de agua, que lo que se usa de gas hirviéndola, pero sí.
EliminarUn beso, Susana :)