domingo, 9 de agosto de 2015

Todo es diferente después del hijo

Es un domingo diferente porque no pude ir al servicio religioso. Muy amablemente, ayudando a -de cierta manera- compensar la pérdida, B me dejó bañarme con calma (el mérito, en realidad, es de su papá). Un delicioso baño caliente...

Pensé que los domingos son diferentes cuando tienes hijos. También la participación en el culto es diferente (tardé varios domingos en habituarme a poner atención a la prédica, y alabar, con B ahí). Y es que todo es diferente. La forma de comer, trabajar, andar por el mundo. Ahora, por ejemplo, percibo a las personas en función del modo en que hayan reaccionado a la existencia o la presencia de B, y sé que no soy la única a quien le pasa algo así.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. ¿Si la niña se echa a llorar miras la cara de los asistentes que hay a tu alrededor a ver si sonríen comprensivos o, por el contrario, ponen cara de pocos amigos porque el llanto les impide escuchar bien al sacerdote?

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    1. El culto se hace en un auditorio; las dos últimas hileras de sillas están separadas del resto, para que las usemos los papás con bebés o niños pequeños, y podamos levantarnos si, por ejemplo, un bebé llora; además, hay un "salón de maternal" con bocinas para que oigamos la prédica, donde podemos hacer ruido :) Usualmente, B no llora, pero sí demanda mi atención y tardé en conseguir atención suficiente para ella y el servicio.

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  2. Sí. Cambia todo. Hasta uno mismo.

    Besos!

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    1. Será que primero y sobre todo, la cambia a una :)
      ¡Besos, Telma!

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