Hay quien dice que no hay verdadera libertad porque nadie puede hacer lo que le dé la gana sin consecuencias; es cosa del concepto que se tenga de "libertad". Para mi, ejercer la libertad es de lo mejor que puede pasar al crecer. Y de lo mejor de este ejercicio es que una está exenta de la obligación de justificar sus decisiones. Claro que hay que explicar cosas a la pareja, a un jefe, a un cliente; pero en general, una elige cómo vivir y no tiene por qué justificarlo frente al mundo.
No obstante, cuando se levanta una crítica -de las no solicitadas-, un señalamiento en tono de "corrígete: vive como nosotros decimos", o un alud de sugerencias o una sugerencia solita repetida con insistencia -más si es repetida con superinsistencia-, tendemos a justificarnos: a querer convencer al otro de que nuestro modo tiene tanto derecho como el suyo. Pero, ¿por qué darle espacio a quien no está dispuesto a reconocer nuestro espacio? Si el juego no me gusta, mejor no juego.
Silvia Parque
Hay gente con la que es imposible razonar. Un beso.
ResponderEliminarY es que si parece imposible, ¿para que desgastarse en ello?
EliminarUn beso.
Sí, la frase "pues así no juego!" señala que ya has crecido. Indudablemente. :D:D:D
ResponderEliminarEs que cuando naces llegas al juego de otros; pasamos la niñez metidos en un juego de generaciones al que no podemos moverle nada; pero llega el día en que ya crecimos... yo digo ;)
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