A B se le preparó un lugar en la parte central-superior de la cama, sobre una de sus sabanitas. Y no quedó mucho espacio para dos cuerpos adultos. Pensé que esa incomodidad pasaría cuando libráramos la etapa "recién nacida", así que no le di importancia; de cualquier manera no esperábamos dormir muy cómodos por un tiempo... Lo crucial fueron dos sustos que me llevé una noche:
* Primero, despertar y no verla, para descubrir que estaba junto a mí - pegada a mí, con su cara entre el colchón y mi cuerpo; no sé si rodó o yo la habré jalado.
* Luego, descubrir que la había tapado como si estuviera al revés, es decir, le cubrí completamente la cabeza creyendo que eran los pies. Creo que es menos probable que yo permanezca dormida si me levanto de la cama y doy un par de pasos antes de verla.
Ya espero un bambineto que están por heredarle.
Con la crianza en brazos me va mejor, aunque tampoco es como lo imaginé. Amo cargarla y podría pasarme el día echada con ella, solo que:
1. Lo único que parece gustarle más que estar en brazos es estar en los brazos de una persona que esté caminando; recuperándome de la cesárea, esa persona no puedo ser yo: creí que sí hace unos días y mi cuerpo replicó ostensiblemente. Sí puedo caminar, pero no es lo mismo dirigirme de un punto a otro, que ir y venir, una y otra y otra y otra vez.
2. Mi "baja por maternidad" no puede ser muy extensa: necesito regresar al escritorio y al teclado. Probé tenerla en brazos y escribir solo con una mano, pero no es operativo. Planeo trabajar con ella encima en un fular, pero cuando sea un poco mayor; ahora me da la impresión de que se perdería "ahí" -es tan pequeñita-. Entretanto, aprovecharé la ayuda de mi abuela...
Lo que sí es como en mis mejores sueños es lo de amamantar. Eso da para otra entrada...
Silvia Parque
Yo tampoco puedo con el colecho. Tendrá sus beneficios y hay gente encantada a la que le funciona. Pero también tiene sus peligros, aunque sea poco frecuente, pero a mi una probabilidad entre mil de que le pase algo a mi bebe ya me asusta. Aparte me resulta incómodo. Duerme en una cunita junto a mi cama, y para nosotros esa es la mejor opción.
ResponderEliminarSobre trabajar con un bebé no te se decir porque he sido afortunada en eso. Pero duermen mucho, así que es posible que tengas mas tiempo del que imaginas en las largas siestas durante el día.
Un beso!!
A mí me parecía encantador. Su papá decía como tú, que un riesgo aunque fuera mínimo había que evitarlo; pero yo pensaba que en realidad riesgo hay en muchas cosas: hasta que lo "sentí". Una vez sentido, no podría con eso. Tal vez con las cunitas nuevas que se empotran a la cama sea más fácil, pero haremos como ustedes, con la cunita (ahora el bambineto) junto a la cama.
EliminarLeyéndote pienso que es verdad: duerme mucho. Los primeros días estaba demasiado pendiente de cada ruidito que pudiera hacer, pero ahora ya creo que puedo dejarla dormir sin revisar que esté bien a cada momento.
¡Un beso, Matt!
Estudia el tema de los fulares, yo creo que es tu solución :)
ResponderEliminar¡Sí! :)
EliminarQué bonitos recuerdos para releer con ella dentro de unos años, que te parecen tan lejanos y no lo están tanto.
ResponderEliminarBesos.
Ya lo creo, Macondo. Si ahora que tiene dos semanas me parece increíble, pienso que acaba de llegar :)
Eliminar¡Besos!
Sigue escribiendo; tal vez sea un regalo bonito para tu hija cuando se haga mamá :)
ResponderEliminarBesos!
Puede ser, ¿verdad? En realidad me estuve preguntando, antes de que naciera, hasta dónde puedo escribir "sobre ella"; porque escribir sobre mi experiencia implica escribir "sobre ella", y lo estoy publicando, digamos, dándome permiso a mí misma... puede sonar a tontería, pero lo he pensado... :)
Eliminar¡Besos, Taty!
Yo llevaba a los niños conmigo en una hamaquita y estaban muy cómodos. Un beso.
ResponderEliminar¿Una hamaquita? Tengo un "cargador" que puede hacer como de hamaquita... espero sea cómodo para ella :)
EliminarUn beso, Susana.