Todos sabemos que en las casas de los humanos desaparecen los cubiertos y los calcetines. Pero en mi casa, el día de hoy he tomado nota de la no-presencia de mi cargador del celular, de un pequeño pingüino de papel de diseño original, y de una tabla de madera que iba a convertirse en repisa.
Silvia Parque
A mí me desaparecían las cucharas... Hasta el día que descubrimos que estaban todas en la mochila de mi hijo de cuando se lleva un yogur al colegio para almorzar... :D
ResponderEliminarColeccionista de cucharas, ¿eh? :) con lo que una quiere cargar menos en la mochila :D
EliminarTendrás que acostumbrarte a los juegos de una niña con facultades para la telequinesia. No puede ser otro cosa.
ResponderEliminarBesos.
:D :D me recordaste un capítulo de Hechizada ;) :D
Eliminar¡Besos!
En mi casa lo que aparecen son fantasmas los que quisiera desaparecieran.
ResponderEliminarBeso
Los fantasmas son "muy suyos", no desaparecen a menos que una se ponga muy ruda, y eso puede dar pena :)
Eliminar¡Beso, Malquerida!
Pues si que es un misterio.:) Un beso.
ResponderEliminarMi cargador apareció en la maleta de mi abuela, que creyó que era el suyo y lo guardó; luego siguió usando el suyo, así que no pensó que los hubiera confundido :)
EliminarUn beso, Susana.
Ahora busco blogs como éste. Saludos, Silvia (te dejo aquí el link de mi espacio http://andrevergaraescobar.blogspot.com/ que espero te guste).
ResponderEliminarSaludos, André, por ahí nos veremos :)
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